Tras mi obsesiva y casi enfermiza calamidad informática, que motivó la interrupción del camino ya iniciado hace alguna fechas, en unión de la evocación de un aniversario, para mí memorable, he de continuar, en la misma trayectoria, con la publicación crono-sistemática y conceptual de piezas musicales. Ya había comenzado, en 1600, con Claude Le Jeune. de quien fueron ofrecidas dos composiciones, "Qu´est devenu ce bel oeil" y "Quelle eau, quel air, quel fe...". Continuaré hoy con otro par de muestras, de Giacomo Carissimi (1605): "Vittoria Mio Core", con el Tenor Rodrigo Fernández, y "Sancta e individua Trinitas", con la soprano Olga Nazaykinskaya. Que ustedes lo disfruten. Luis Madrigal.-
jueves, 5 de marzo de 2009
A SU ENTERA DISPOSICIÓN
Debo confesar que soy un tipo bastante apocado y timorato para esto de la Informática, de los Ordenadores, o Computadoras, como dicen nuestros hermanos de Amércica. De la América española, nada de "latina". O en todo caso de nuestra Iberoamérica, contando para ello con el Hermano Portugal. Y precisamente por ello, llegué a pensar, días pasados, con ocasión del "terrible" accidente informático sufrido por mi parte, y que me ha tenido en el dique seco duarnte más de una semana, si no que se había terminado el mundo para mí, si al menos que no habría persona capaz de averiguar, y menos restaurar, la causa y efectos, respectivamente, de mi desesperante avería, que me marginaba del mundo, casi de la vida y, sobre todo de mí mismo. Y sin embargo, todo ello ha sido posible, fundamentalmente la recuperación absolutamente de todos los datos, textos, fotografías, imágenes y documentos sonoros, acumulados sucesivamente durante años en el disco duro de mi Ordenador y que temí haber perdido para siempre. Lo temí, entre otras cosas más importantes, por mi absoluta frivolidad y negligencia, al no haber tomado la más mínima precaución ni medida para la debida conservación de su correspondiente copia. Pero, al fin, también sin duda a que, quiénes se dedican profesionalmente a estos menesteres pueden -aunque en muchas más, incluida la de delincuentes- ser clasificados en dos tipos: los manifiestamente incompetentes y los artistas. Gracias a eso, y a la fortuna de haber encontrado a uno de estos últimos, tengo que agradecer que mi Ordenador, funcione ahora mucho mejor que antes, por no haber sido tan sólo eficazmente reparado, sino altamente mejorado su funcionamiento y capacidades específicas para hacer otras muchas cosas que antes juzgaba poco menos que imposibles, o incluso que alguien de conocimientos nada despreciables me había anunciado responder a dicha alternativa. Mi "mago" particular, que además me ha brindado su noble amistad, que tanto estimo, se llama Carlos Garrido Novoa. Es un joven, que lejos de confundirse en la mediocridad de esta estúpida juventud actual, desinteresada de todo valor, narcotizada, y no sólo por las drogas y "el botellón", sino fundamentalmente, cosificada e idiotizada, ha optado por el mundo de los valores, muy en general, de la proximidad o acercamiento a la perfección, al trabajo y al esfuerzo metódico y continuado. Y todo eso, necesariamente, tiene que notarse a la hora de poner la mano sobre un Ordenador en estado "comatoso", y antes los conocimientos especificos, la técnica, el raciocinio, que reside en el cerebro (para lo cual hay que tenerlo) y no en los zapatos. Ciertamente, Carlos no es "un cualquiera", ni desde luego, uno de esos chicos de ahora, tan listos -lístisimos, dicen sus madres- que apenas sueltan el biberón y toman un Ordenador en sus manos, como son tan listos, tan listos, sin estudiar nada, saber nada, ni disponer de nada, hacen maravillas... Ya, ya... Para saber de Ordenadores, como de todo, hay que estudiar muchas cosas antes, experimentar sistemática y metódicamente, conocer "la práctica" después de la teoría, porque siempre he pensado, y lo defiendo, que no hay ninguna buena práctica que no se apoye y descanse en la base de una sistemática teoría. Lo contrario, podrá valer para los futbolistas, incluídos los del Real Madrid, pero no para quienes tienen que saber qué puede sucederle a un Ordenador, cuál ha sido la causa de su "explosión" (por cierto, aprovecho para dar las gracias a las Compañías electricas, que hacen impunemente lo que les viene en gana, y lo hago mucho más tras haber instalado una "regleta" amti sobre-tensión), y sobre todo cómo pueden hacerse resucitar datos, eliminar "cortafuegos" o archivos dañinos o incompatibles para el correcto funcionamiento de programas útiles, incorporar otros a costos mínimos, o gratuitos, con plena legalidad y muchas cosas más. Para ello, como Carlos, hay que ser antes Ingeniero Aeronáutico y, por tanto dominar un montón de teorías y de "leyes" que rigen el mundo de la materia. ¿Qué no se fabrican aviones?. Pues nada, se estudia después Informática, Lógica binaria, código máquina, etc., etc... Se experimenta en el manejo de máquinas y herramientas auxiliares a la ocasión, y se conocen entidades, firmas, posibilidades de Internet y otros etcéteras más Y, después de eso, se pueden prestar los excelente servicios que Carlos me ha prestado a mí. ¡Muchas gracias, Carlos! Te dedico con entusiasmo mi más encendido elogio, que hago extensivo a la dulce Zaynab (debe pronuciarse "Yineb"), un angelito dulce y bondadoso, de singular belleza, que me reconcilia con su Marruecos natal y me hace reflexionar acerca de mis prejuicios y resquemores hacia el mundo árabe de los últimos tiempos. Para colmo, ambos Carlos y Zaynab, son melómanos de exquisito gusto a mi modo de ver. Carlos, en particular, me ha puesto en conocimiento de un pianista argentino, precisamente de Córdoba, llamado Martín Flores, hoy ya consagrado, a quién él ayudó en España y acompañó después a París, donde Flores dió prueba de su virtuosismo. En su honor, tanto de Carlos como del propio Flores, quiero traer hoy a esta entrada uno de los vídeos de este cordobés "de la Nueva Andalucía", interpretando un Mix de Raul Di Blasio. ¡Va también por ti, Alicia...! ¡Ah!, por supuesto, Carlos Garrido Novoa, propietario titular único de "SERVI Asistencia", se encuentra a disposición de quien padezca algún grave problema informático en la Avenida Donostiarra, nº 3, de Madrid. Disfruten todos de Di Blasio y de Martin Flores al piano, mientras yo celebro haber podido conocer a Carlos. Luis Madrigal.-
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