ME NUTRO DE TU ALMA
Fluye el arroyo al río,
como al Mar
espera el río llegue su
corriente.
Yo, nada espero. Ando
entre la gente
cuando huye ya la luz
crepuscular.
Mas, cauce tan azul y
alveolar
me nutre de tu alma,
siempre ausente
de mi triste mirada y, tan
doliente,
lleva la mía suave hacia
el Palmar.
Azul, como tu cielo, es ese
Río.
Como verde -¡tan verde!-
es la pradera
en la que se alza alegre tu
Plantío.
Tan azul como brilla una
Bandera,
que ondea ya camino del
estío,
ahora ya que estalló tu
Primavera.
Yo, estoy ya en el Otoño y
tengo frío.