viernes, 30 de mayo de 2014

UN DESEO DE ETERNIDAD



VIVIR SIEMPRE


Sentirse eternamente duradero,
es vivir de verdad. Es ser eterno.
Dejar, por siempre, atrás el crudo invierno,
que hiere el alma más que el duro acero.

Como el arco es en manos del arquero
y esperanza la flor, capullo tierno,
el cielo es el destino, no el averno,
que mirando a lo alto siempre espero.

Al fin, dar vida al barro, en vez de inerte,
fecundando las horas sin destino,
para hacer de lo débil lo más fuerte.

Desgranando  el amor en el camino
hasta hacer vida de la misma muerte,
y hasta de  -en vez de humano-  ser divino.



Luis Madrigal



Con mi anhelante deseo, a mi buen amigo
Luis  Peris-Mencheta de los Ríos Mélida,
en el día de su muerte