jueves, 2 de diciembre de 2010

CUANDO LA LUZ ANUNCIA SU LLEGADA







Cuando, en medio de la humana zozobra y la oscuridad,
de la turbia quietud, que nada grita ni busca,
y sobre el horizonte de la Montaña o del Mar,
se disipan las tinieblas,
el alma se esponja y, en un dulce sueño,
suspira y clama con deleite y paz.
Rezuma la frescura del rocío,
sumergido bajo la hierba
y en el jardín, aun de Invierno,
brota una rosa entre la nieve,
más blanca y pura que ella,
en tanto el estruendo se hace silencio
y, por sus poros, se van los malos instintos,
como las más nocivas toxinas.
Mientras, con una lágrima,
penetran en el espíritu los más nobles deseos
y las ilusiones más etéreas,
tan sólo dignas de Dios...
que ya nos está llegando.



Luis Madrigal