viernes, 13 de marzo de 2009

MÁS PRIMAVERA











Aún faltan exactamente ocho días, contados desde el de hoy, para que el Invierno se despida, al menos "provisionalmente", puesto que es casi seguro que volverá. Máxime este año, en el que Marzo está "mayeando" descaradamente, lo que, según el refrán puede hacer posible que Mayo "marzee", o "marcee", ya que "ze" y zi", en castellano, se escriben con "c". Lo que sucede es que, en tal caso, en vez de "marcear", cai "marquearía". Seguramente -tengo la impresión- de estar diciendo verdaderos disparates lingüísticos. Tendré que consultar a mi hija mayor que, recientemente se ha matriculado en la UNED en "Filología hispánica", movida por su apasionado deseo de aprender a hablar y escribir correctamente nuestro propio idioma (en vez de intentar "patear" correctamente el inglés, que es lengua para ejecutivos y para "clases de tropa"), y no como habitualmente nos lo enseñan, o como lo aprendemos por "inmersión". Porque la lengua, toda lengua, es como un mecano, en el que han de encajar, en el sentido más lógico, todas las palabras que utilizamos, en relación con sus contenidos semánticos precisos, y con las reglas, morfológicas y sintácticas, que, en general, rigen el lenguaje. Ya decía mi profeor de Latín, en el Bachillerato, don José Angel Vega, que el Latín "era como las Matemáticas". En él, todo se explicaba de una forma lógica, y no como en el Arma de Caballería. Pero, el caso es que yo no aspiro ni aspiraba a tanto. Hablar y escribir correctamente un idioma es una de las cosas más difíciles y, por ello, casi no hay nadie que pueda librarse de "meter la pata" de vez en cuando. A lo que yo quería referirme, cuando se produjo esta digresión del "marceo", era a que la Primavera, no es ya que se haya anticipado, o que "ya sea", como "es" todos los años en "El Corté Inglés", ntes de que realmente se produzca, sino que se ha volcado descaradamente sobre Madrid. El otro día, me paseé por el Parque de enfrente de mi casa, que no es precisamente el del Retiro, como amablemente alguien pudo confundirlo, sino el mucho más modesto y humilde , "Parque del Calero", es decir, el "Parque Arturo Duperier", porque, pese a su humildad, en él llegó a vivir un verdadero sabio, don Arturo, el descubridor de los rayos cósmicos. Y ya pudieron ver los visitantes de este humilde Blog cómo se encontraba lleno de inflorescencias y verdor. Pero, hoy, he estado, también con mi cámara, en la "Quinta se los Molinos", exactamente en el número 527 de la Calle de Alcalá, y el espectáculo ha sido aún más intensamente primaveral, si bien incluso pienso que he llegado tarde en cuanto al momento justo de contemplar los almendros. Están florecidos, sin duda, como podrá apreciarse, pero quizá ya hay tantos pétalos en el suelo como en las ramas. Por eso, creo que esta Primavera, casi casi va a terminar antes de empezar, pero no por lo de siempre, ese frío primaveral que la destruye, sino por excesivamente rápida en su discurrir. A este paso, salvo que Mayo "marcee", nos vamos a poner en los 44 º ó 46º centígrados dentro de una semana. ¡Y eso sí que sería terrible! En fin, amigos, disfrutad de la "Quinta de los Molinos", aunque muy brevemente, tanto en cuanto a la posible explosión floral, como en extensión superficial, porque, eso sí, si a alguien se le ocurre visitarla en toda su extensión -tiene hasta un lago- que piense en dedicar un día entero en su recorrido. Volveré otro día, para ampliar datos. A ella, y, un pco más arriba al "Capricho", que también cuenta ya con una estación de Metro. Saludos a nuestros hermanos australes, naturalmente de lengua española, -ya que, sospecho, los de otras lenguas, nunca nos entienden- que en la misma fecha, van a comenzar su Otoño. Espero que alguien me envíe también, desde allí, sus estampas otoñales. Luis Madrigal.-