¡¡LLEGÓ, LLEGÓ...!!, NO IMPORTA CÓMO
¡Ah...!, quebradiza diosa, infiel tesoro
que ocultas tus favores al humano...
Tiempo revuelto, del Invierno hermano,
que, un año y otro, traes lo que deploro.
Pese a tu viejo empeño, yo te adoro.
Te espero entre cristales, y aun lejano,
a tu llegada tiendo hoy ya mi mano,
en la doliente espera en la que lloro.
Llegaste al fin y la hora de las flores
con sus aromas cubre el verde prado;
tiñes la luz añil de mil colores
en cromático encuentro acalorado
y, al caer la tarde, viertes los amores
de un corazón por siempre enamorado.
Luis Madrigal
En la imagen superior, violetas robadas a MAN,
que se encontraba extasiado en Murcia, oliendo a azahar,
mientras contemplaba el vuelo del Vencejo