sábado, 2 de agosto de 2008

¡VIVA EL SAHARA LIBRE...!


El Sahara Occidental es un territorio de África situado en el extremo occidental del desierto del Sahara, a orillas del océano Atlántico. Está en la lista de territorios no autónomos de las Naciones Unidas. Su proceso de descolonización fue interrumpido en 1976, cuando su antigua potencia colonial, España, abandonó el Sahara occidental en manos de Marruecos y Mauritania (conforme a lo dispuesto en los Acuerdos de Madrid). Su suelo se encuentra ocupado actualmente casi en su totalidad por Marruecos, aunque la soberanía marroquí sobre el mismo no es reconocida por las Naciones Unidas y es rechazada por el grupo armado Frente Polisario, que proclamó su independencia con el nombre de República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en 1976. La RASD administra de facto la zona del Sahara Occidental no controlada por Marruecos, que denomina oficialmente al territorio como Provincias Meridionales.

De acuerdo con un informe jurídico (documento S/2002/161) dirigido al Presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y fechado el 29 de enero de 2002, según indica en su sexto párrafo:

“El 14 de noviembre de 1975 España, Marruecos y Mauritania emitieron en Madrid una declaración de principios sobre el Sahara Occidental (el “Acuerdo de Madrid”), con arreglo al cual las facultades y responsabilidades de España, como Potencia administradora del Territorio, se transfirieron a una administración temporal tripartita. El Acuerdo de Madrid no transfirió la soberanía sobre el Territorio ni confirió a ninguno de los signatarios la condición de Potencia administradora, condición que España, por sí sola, no podía haber transferido unilateralmente. La transferencia de la autoridad administrativa sobre el Territorio a Marruecos y Mauritania en 1975 no afectó la condición internacional del Sahara Occidental como Territorio no autónomo”.

Por tanto, según el Derecho Internacional, jurídicamente la soberanía y la administración del Sáhara Occidental seguirían en manos de España, si bien desde la firma de los Acuerdos de Madrid, no ha llevado a cabo ninguna acción en tal sentido. El administrador de facto de la mayor parte del territorio es Marruecos. El resto se encuentra controlado por la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD). La RASD está reconocida por la Unión Africana y por 46 países en el mundo, la mayoría de ellos africanos o latinoamericanos. El último en hacerlo fue la República de Nicaragua el 12 de enero de 2007. La RASD no está reconocida ni por la ONU ni por la Liga Árabe ni por ningún país europeo ni ningún miembro permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Las pretensiones de Marruecos respecto a su "integridad territorial" (lo que podría ser interpretado como apoyo a su reivindicación sobre el Sahara Occidental) son apoyadas por 25 estados y por la Liga Árabe. Sin embargo, ningún país reconoce formalmente la anexión, como admite el Informe del Secretario General de la ONU sobre la situación relativa al Sahara Occidental (19 de abril de 2006):

“… ya que ello implicaría el reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental, cosa que estaba fuera de cualquier consideración, dado que ningún Estado Miembro de las Naciones Unidas había reconocido dicha soberanía”.

El idioma oficial es el árabe, aunque se habla diariamente el dialecto conocido como el hasanía, también hablado en Mauritania con muy pocas diferencias, que sólo se pueden detectar por el Bidhan (los habitantes del Sahara y Mauritania). También se habla el español, tanto en la zona controlada por la RASD, como por Marruecos, como el segundo idioma más importante del territorio, particularmente bien dominado por los que crecieron bajo la presencia española, y con giros y modismos de Canarias y en ocasiones arcaismos de los años 1950, lo que lo hace interesante filológicamente.