EXTRAVIÓ SU RUMBO
Batían soñolientas en la playa
olas plateadas sobre suelo de oro...
Vagaba una gaviota, que había errado
el rumbo de su vuelo y el decoro
de aprender a volar... El alimento,
entre algas con estruendo perseguía,
sin sospechar, de tanta algarabía,
que había despreciado el gran tesoro
de besar en lo alto el firmamento.
Luis Madrigal
A Juan Salvador Gaviota
y a cuantos se esfuerzan en aprender a volar,
aunque no coman nunca