¿DÓNDE ESTARÁN?
I
Desde el puente a la
pradera
donde un álamo llora,
suspiraba una niña
al ver correr el agua.
Sellos de plata flotan
entre los verdes juncos
y siembran a la orilla
suspiros de alba blanca
que, sobre el horizonte,
vuelan a las montañas.
Caminos que, en la nieve,
perdieron las pisadas
entre el hielo marchitas,
sin huellas y sin nada.
II
¿Dónde estará aquel surco
que, tensa la mirada,
ensanchaba la altura
al volar sobre el alma?
Será sólo un sepulcro
de horas y de anhelos
que vagan misteriosos
y moribundos callan…
Que miran sin ver nada.
Será roja amapola
de trigal sin espigas,
de cielo sin estrellas,
de sones que ahoga el
viento…
De oración sin palabra.
Luis
Madrigal