martes, 29 de diciembre de 2009

ESPERANZADO CANTO DE INVIERNO


Volverá a cantar la Primavera
y las sombras del camino serán luces,
cuando el sol ilumine las oscuras
fosas de hielo y sangre muerta,
que ha de ser inyectada en nuevas venas...

Volverán otra vez las golondrinas,
cuando el Verano anuncie su llegada
y los aleros muestren sus nervios desnudos
para engarzar los nidos...

Volverán a cantar los jilgueros
de polícromo encanto y saldrán, de su sepulcro invernal,
los rosales, donde cada yema se prepara,
como una novia, para el nupcial enlace,
del que habrá de nacer una nueva rosa...

Volverá la hiedra, con nuevo vigor,
a escalar los muros blanquecinos,
hasta alcanzar el alfeizar de mi ventana,
y los rosales serán otra vez un laberinto
luminoso, en el que las mariposas
jugarán al escondite,
envolviendo su nervioso y zigzagueante volar,
entre los pétalos risueños y alegres...

Y otra vez, aquella estela blanca
que traza una línea recta en el cielo más azul,
volverá a disolverse, expandiéndose en armónicas
y enigmáticas figuras,
para sorpresa de las águilas,
que querrán nuevamente despejar la incógnita,
volando aún más alto,
por si es posible alcanzar
los clamores del misterio
y los arcanos del universo.


Luis Madrigal