BUSCABA EL ALMA EL CIELO
Buscaba el alma el cielo,
ayer sombría,
para encontrar la luz en
noche oscura
y, un crepúsculo rojo, la
hermosura
dejó al caer la tarde, en
tibia umbría.
Se fue entre luces la
melancolía
y de todo suspiro la
amargura.
Se esponjó el corazón de la
frescura
que, en tierra calcinada, era sequía.
Sólo en el cielo habita lo
celeste
y de lo humano ha sido
siempre el centro,
ya el viento sople al sur
ya sople al este.
Mas, en todo lugar cabe el
encuentro
y hay que buscarlo, cueste
lo que cueste.
Es más fácil en mí… Dios
está dentro.
Luis
Madrigal