El dia de Navidad, como si fuera un regalo del Niño Dios recibí una gran noticia. Filipinas regresa al lugar donde nunca debió irse: a la Hispanidad y lo hace a través de una de nuestras señas de identidad, el idioma castellano, hoy casi perdido en baúles de alcanfor en aquellas queridas y lejanas islas..
El Gobierno de la presidenta Gloria Macapagal Arroyo, tras su reciente visita de Estado a España hizo el anuncio que las agencias de noticias transmitieron como un contundente hecho de la política filipina: la lengua española vuelve a la educación de ese país. Se mantiene viva la esperanza en el extenso mundo de habla española por el renacimiento y expansión de su lengua madre en esta querida nación asiática.
La bandera de este pais, cuya soberanía nos fue arrebatada en lucha desigual contra un gigante, aparece aquí orgullosa y altiva con el sol que ilumina a los tagalos que rezan a Cristo gracias a la acción evangelizadora de España. Aún recuerdo la emoción sentida al ver cómo la única parroquia católica de Estambul era llevado con primor por decenas de mujeres filipinas. Recuerdo que mi orgullo de ser español se acrecentó en aquella misa en inglés, en los confines de la Cristiandad..
Hoy sé que dentro de unos años, quizás la única parroquia católica de Estambul celebre sus misas en español. Hoy, más que nunca elevo una oración por la hermana perdida de Asia que regresa a la familia hispana.
Pero no os importará, queridos peruanos, que esta hermosa canción sea interpretada por un madrileno, ¿verdad? Es un madrileño muy especial. No sin motivo, muchos de vosotros pasáis de vez en cuando por la Calle a él dedicada, aquí mismo en Madrid... aunque lejos de los Andes. Un fraternal abarazo.
María Eva Duarte Ibarguren nació el 7 de mayo de 1919 en la Ciudad de Junín, en el campo "La Unión" (a 20 kms. de Los Toldos, Provincia de Buenos Aires, República Argentina) perteneciente a su padre, Don Juan Duarte. Eva fue una niña de pelo castaño y piel color mate, hecho al cual tendrá que deberle gran parte de su fama y belleza, ya que una tarde al sentirse atraída por las llamitas azules de un moderno calentador a gas, el contenido de una olla con aceite caliente caería sobre su rostro, originando aquella piel blanquecina y radiante que todos los argentinos, y también los españoles, de aquella épocaconocimos.
Infancia y adolescencia
Su historia comenzó un 7 de mayo de 1919, en Los Toldos, cuando Juana Ibarguren dio a luz. La precedían cuatro hermanos: Elisa, Blanca, Juan y Erminda. Su padre, Juan Duarte, había llegado allí a comienzos de siglo y había arrendado el campo de La Unión con ánimo de prosperar. Pertenecía a una influyente familia de Chivilcoy y allí tenía, de su unión con Adela D'Huart, varios hijos. Hombre próspero y de prestigio entre los conservadores del momento, patrón de estancia, típico puntero en las lides políticas del momento, fue nombrado suplente del juez de paz en 1908.
Pero 1919 ya no era tiempo de conservadores. Desmontada por Yrigoyen la maquinaria que impedía en las provincias la libre expresión, cayó el bastión conservador de la provincia de Buenos Aires. El intendente Malcom, amigo personal de Juan Duarte, fue reemplazado por el radical José A. Vega Muñoz. La estrella de Juan Duarte comenzó a decaer y las dificultades económicas, a hacerse presentes.
El ofrecimiento de administrar campos en la localidad vecina de Quiroga hizo que se trasladaran allí, donde sólo permanecerían un año. Como Quiroga no ofreció las posibilidades esperadas, regresaron a Los Toldos. La situación se agravó con la muerte de Duarte, que falleció el 8 de enero de 1926 como consecuencia de un accidente automovilístico en Chivilcoy. A partir de entonces, el problema de la subsistencia -recordaría Erminda Duarte en su libro "Mi Hermana Evita"- "se convirtió en una lucha que día a día tomaba nuevas formas" .
A los ocho años, Eva comenzaba la escuela primaria. Cursó en Los Toldos primero y segundo grado. Al llegar el año 30, Juana decidió partir con su "tribu", como le gustaba llamar a su familia. Eva fue inscrita en la Escuela N°1 "Catalina Larralt de Estrugamou", en 3° grado y comenzó a destacar por su afición a declamar poesías.
Aquello que Eva misma llamaría su "extraña y profunda vocación artística" crecía al amparo del cine del pueblo, de las audiciones radiofónicas y de las colecciones de fotos de artistas. A su amparo, debió también plantearse la primera elección: ¿Ser una chica pueblerina y "casadera", como tantas otras en Junín?; ¿ser maestra, como Blanca?; ¿emplearse, como Elisa?. Corría 1935 cuando Eva tenía en claro la respuesta: quería ser actriz.
Algunos la describen como una cenicienta que en su corta vida pasó de la pobreza extrema al poder y la gloria. Desde su infancia, Evita siempre quiso ser actriz. A los 15 años un cantante de tango la llevó a Buenos Aires, porque quería ser estrella y conquistar la gran ciudad. En la capital argentina vivió en pensiones, actuó en pequeñas compañías de teatro y en la radio.
Esta etapa de la vida de Eva sufrió un cambio radical cuando se casó con el General Juan Domingo Perón, quien siendo militar llegó a la Presidencia de la Nación en tres ocasiones (1946, 1951 y 1973), mediante el voto democrático popular. Eva es considerada como la heroína del peronismo, debido a que, siendo esposa del Presidente de Argentina, y a pesar de no tener participación oficial en el gobierno del país, ayudó a organizar el movimiento de los trabajadores, de sus "descamisados", como ella les llamaba, y consagró el derecho al voto de la mujer. Al igual que ganó incondicionales seguidores entre las clases populares, también ganó fuertes enemigos, en su mayoría de la clase alta del país. Eso le honra muy especialmente.
Sus actividades de ayuda social tuvieron como cuartel central la Fundación "Eva Perón", la cual tuvo una historia muy peculiar. La Fundación fue algo que a Evita se le presentó a su regreso de un viaje a Santa Fe y hasta, se podría decir, que fue una revancha. “Señoras de los oligarcas" (así denominaba a los estancieros y la alta sociedad), que la habían rechazado por ser joven y no muy instruida en los protocolos para constituir esa sociedad.
Eva recibía todos los días a los humildes en un gran despacho de la vieja Secretaría de Trabajo, que funcionaba como sede de su Fundación; muchas personas han vividos situaciones allí que realmente demuestran cuan grande fue Evita.
Eva Perón, fue una mujer apasionada e implacable, cuya belleza era superada solamente por su energía; una esposa enamorada, amada y odiada. Una mujer que a los 33 años, víctima del cáncer, encontró la muerte el 26 de julio de 1952. “El fin se aproximó, la mañana transcurrió normalmente, pero a las 10 horas entró en un sopor del que ya no saldría; los médicos comunicaron a las 17 horas estado de coma. A las 20 horas se comunica que la salud de la enferma ha empeorado. El lecho es rodeado por todos sus hermanos y más allegados colaboradores. A las 20 y 23 horas el Doctor Taquini mira a Perón diciendo: No hay pulso. A las 21 y 36 el locutor J. Furnot lee por la cadena de radiodifusión: "Cumple a la Secretaría de Informaciones de la Presidencia de la Nación, el penosísimo deber de informar al pueblo de la República que a las 20:25 horas ha fallecido la Señora Eva Perón, Jefa Espiritual de la Nación. Los restos de la Señora Eva Perón serán conducidos mañana, al Ministerio de Trabajo y Previsión, donde se instalará la capilla ardiente.” El cuerpo de Eva Perón fue embalsamado, y sepultado un año después, en el panteón familiar. Fue una mujer que alcanzó el éxito, pero sin perjuicio de ello muy humana. Y muy querida, no sólo por los argentinos, sino también por los españoles de aquellos días.
Eva y Perón: La política
El 15 de enero de 1944 un terremoto destruyó el 90% de los edificios de la ciudad de San Juan. Murieron 7.000 personas y quedaron 12.000 heridos. Desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, Perón organizó una movilización nacional a la que fueron invitados los artistas más populares. Eva Duarte participó enla colecta por los damnificados. El 22 de enero se realizó un gran festival en el Luna Park a beneficio de las víctimas del terremoto. Eva Duarte y el coronel Perón comenzaron una relación que legitimaron socialmente el 9 de Julio, en la función de gala del Teatro Colón. Dos días antes, el General Farrell -presidente desde el 11 de marzo (tras la renuncia de Ramírez)- había designado vicepresidente de la Nación a Perón, reteniendo éste su cargo en la Secretaría y en el Ministerio de Guerra, el que le había sido confiado poco antes.
El 6 de mayo de ese mismo año Eva había sido elegida presidente de la Agrupación Radial Argentina, entidad de propósitos solidarios y gremiales de la que fue fundadora en 1943. Perón se había convertido en el hombre clave del gobierno y en la figura más irritante para la oposición. La presencia de Eva y el lugar que le había otorgado Perón fueron un blanco para los propios camaradas de armas. Si el Coronel era un hombre atípico, la mujer que estaba a su lado lo era aún más: había decidido estar junto a un hombre, no detrás de él. Y Perón lo había aceptado. Inadmisible por entonces.
El 13 de octubre de 1945, un sector de la oficialidad logró imponer la renuncia de Perón a todos sus cargos. Fue detenido y trasladado a Martín García. En la madrugada del 17 de octubre los obreros comenzaron a abandonar sus lugares de trabajo y se volcaron a la Plaza de Mayo: exigían la presencia del coronel. Por la noche Perón se asomó al balcón de la Casa Rosada y anunció la convocatoria de elecciones. Sobre el papel desempeñado por Eva en la crisis del 17 de octubre la evidencia es sólo testimonial, sino contradictorio, en el estado actual de las investigaciones. En tal sentido, y según el caso, la hallamos peleando entre sus hombres codo con codo (Alberto Merlo), tendiendo los hilos del movimiento, llevando a la gente a la plaza y poniéndose, el 17, a la cabeza de los descamisados (Perón), sin tener ninguna participación en la movilización (Cipriano Reyes), o ausente en la descripción de los sucesos (Luis Monzalvo). Pero Eva no se adjudicó en ningún momento un papel conductor en la jornada: Perón fue reconquistado por el pueblo.
Desde Martín García, Perón le había escrito dos cartas. En una de ellas le decía: "Hoy he escrito a Farrell pidiéndole acelere mi retiro: en cuanto salgo nos casamos y nos iremos a cualquier parte a vivir tranquilos". El casamiento civil se llevó a cabo el 22 de octubre; el religioso, el 10 de diciembre; lo de vivir tranquilos en cualquier parte, no llegó nunca...
El Partido Laborista consagró la fórmula Perón-Quijano para las elecciones que habrían de celebrarse en febrero de 1946. A fines de diciembre se inició la gira proselitista por el interior del país. "El Descamisado", el tren de la campaña, andaba y desandaba caminos.
Por primera vez en la historia del país la esposa de un candidato lo acompañaba. Estaba junto a él en los actos, repartía escudos partidarios, tenía contacto directo con la gente… Se perfilaba otra mujer: Eva entraba decididamente en la política. El 18 de febrero dio un paso más: se celebró un mitin de las mujeres obreras en el Luna Park para proclamar su adhesión a la fórmula laborista. El candidato a la presidencia, enfermo, no pudo asistir. Eva les llevó su palabra. Era su estreno como oradora. No la dejaban hablar. En cada intento, la respuesta era: "¡Queremos a Perón!". Pocos meses después sería aclamada.
Gira por Europa
En el mes de junio de 1947, invitada oficialmente por el Gobierno español, Evita emprendió una gira que la llevó por España, Italia, Portugal, Francia, Suiza, Mónaco, Brasil y Uruguay.
Aclamada en España, recibió la más alta condecoración: la Gran Cruz de Isabel la Católica. En Italia fue recibida por el Papa Pío XII, quien le obsequió el rosario de oro que llevara entre sus manos a la hora de la muerte.Pero en este país no todos fueron agasajos: el partido comunista demostró su repudio ante la visita al grito de: "¡Abajo el fascismo!". La protesta se repetiría en otras instancias del periplo, aunque con menor intensidad. En Francia alternó visitas y descanso… Allí donde iba, el programa de visitas y recepciones se veía jalonado por las recorridas de los barrios obreros y obras sociales. A la vez que dejaba donativos, buscaba "la lección europea" en materia de acción social. A tres años de aquel viaje dijo: "Salvo algunas excepciones, en aquellas visitas de aprendizaje conocí todo lo que no debía ser en nuestra tierra una obra de ayuda social. Los pueblos y gobiernos que visité me perdonarán esta franqueza mía tan clara pero tan honrada. Por otra parte, ellos -pueblo y gobierno- no tienen la culpa. El siglo que precedió a Perón en la Argentina es el mismo siglo que los precedió a ellos."
La Renuncia: Comienza la agonía
El 31 de agosto, renunció por la cadena nacional de radiodifusión, con las siguientes palabras apagadas y graves: "...Quiero comunicar al pueblo argentino mi decisión irrevocable y definitiva de renunciar al honor con que los trabajadores y el pueblo de mi patria quisieron honrarme en el histórico Cabildo Abierto del 22 de agosto...". Eva, renunciaba a ser postulada Vicepresidenta de la República Argentina.
El 28 de septiembre las masas populares se dirigían a la Plaza de Mayo. Surgió la primera confirmación oficial de que Evita estaba padeciendo una leve anemia. Estaba tratándose con transfusiones de sangre y reposaba. Por eso no se presentaría ante las masas enfervorizadas. Esa misma noche Eva habló por radio y dijo: "...Pero no quiero que termine este día memorable sin hacerles llegar mi palabra de agradecimiento y de homenaje uniendo así mi corazón de mujer argentina y peronista...".
La campaña electoral no contó con su presencia, pero tampoco la precisaba: su ausencia era más emotiva y resonante que su voz o su imagen. El 15 de octubre, dos días antes de la fecha histórica, Eva lanzó su libro "La razón de mi vida", con una primera edición de 300.000 ejemplares y excelentes críticas en los círculos literarios. El 17 de octubre pudo, por primera vez en 24 días, levantarse de su lecho para asistir vestida de negro al acto. La CGT le entregó la Distinción del Reconocimiento y el Presidente Juan Perón, la Gran Medalla Peronista en Grado Extraordinario. En el discurso de aquel día Eva aludió nueve veces a su propia muerte. Ese discurso es considerado por muchos como su testamento político.
El 5 de noviembre la operó el prestigioso médico oncólogo norteamericano George Pack. En su pronóstico advirtió que, de mantener reposo absoluto, en un plazo de seis a doce meses, se podría prolongar su vida. Sin embargo, todos los datos coinciden en afirmar que la operación a la que fue sometida entonces fue tardía: el cáncer ya se había extendido en metástasis por todo el cuerpo.
Llegado el 11 de noviembre de 1951 se efectuaron los comicios donde Perón fue reelecto con un 60%. Eva votó desde su cama con entera felicidad, sabiendo que su obra había tenido éxito y que sería para siempre.
En abril de 1952 llegó a pesar 38 kilos. El Doctor Pedro Ara, en su obra póstuma dice: "... Si su espíritu pareció seguir lúcido y vibrante hasta el fin, su cuerpo habíase reducido al simple revestimiento de sus laceradas vísceras y de sus huesos. En 33 kilos parece que llegó a quedar aquella señora tan fuerte y bien plantada en la vida".
Así, hasta fines de abril de 1952 anduvo a medio impulso. Permanecía semanas enteras en la residencia presidencial o en la quinta de Olivos, a veces levantada, a veces en cama. Recibía bastante gente, pese a las indicaciones médicas, pero la fatiga la obligaba a cada rato a suspender las visitas. Incluso, algunas veces, se presentó en actos públicos.
El 1° de Mayo asistió al acto junto a Perón. El pueblo, al verla, la alentó a decir su discurso, el último y el más fuerte en su contenido doctrinario en apoyo al ideario peronista. Con mucho esfuerzo lo pronunció. Al terminar, cayó en brazos de Perón. El 7 de mayo cumplió años y recibió el título de Jefa Espiritual de la Nación. En la avenida Libertador miles de personas se apretujaban para saludarla y una caravana de 130 taxis tocaba sus bocinas en saludo. Finalmente, apareció en la gran terraza, saludando con debilidad a la multitud.
El 4 de junio, Perón asumió por segunda vez la Presidencia. Eva se volvió a obstinar y le mandaron a decir que en la calle hacia mucho frío. A lo que ella respondió con enojo: "...Eso se lo manda decir Perón. Pero yo voy igual: la única manera de que me quede en esta cama es estando muerta...". Con una masiva dosis de calmantes, concurrió al acto de asunción, donde se negó a sentarse. Ya agonizante, fue trasladada a un vestidor, acondicionado con todo lo necesario. Juan Domingo Perón recordaría esta época diciendo: "...Aquellos días de cama fueron un infierno para Evita..."
El fin y el duelo
El 18 de julio de 1952 ocurrió una señal de que su vida se estaba apagando. Entró en un aparente estado de coma. Ante tal situación, los médicos llamaron al padre Benítez, un equipo de resucitación y, otro, de oxigenoterapia. El 26 de julio comenzó normalmente, pero a las 10 Evita entró en un sopor del que ya no saldría. Esto instó a los médicos a realizar el primer comunicado. El último comunicado, a las 20, avisó que la salud de la enferma había empeorado. El lecho fue rodeado por todos sus hermanos y sus más allegados colaboradores. A las 20,23 h. el Doctor Taquini miró a Perón diciendo: "No hay pulso".
A las 21,36 h. el locutor J. Furnot leyó por la cadena de radiodifusión: "Cumple a la Secretaría de Informaciones de la Presidencia de la Nación el penosísimo deber de informar al pueblo de la República que a las 20.25 horas ha fallecido la Señora Eva Perón, Jefa Espiritual de la Nación. Los restos de la Señora Eva Perón serán conducidos mañana, al Ministerio de Trabajo y Previsión, donde se instalará la capilla ardiente...". Un gran silencio comenzó a cancelar todas las actividades del país. Los transeúntes se marcharon a sus casas. Las radios irradiaron música sacra. Cines, teatros y confiterías cerraron sus puertas. Sus últimos deseos, expresados a Perón, habían sido que no quería que su cuerpo se consumiera bajo tierra y que quería ser embalsamada. Se llamó al Doctor Pedro Ara para que hiciera este trabajo.
La CGT decretó un duelo de 72 horas y en las plazas de todos los barrios porteños se erigieron pequeños altares con la imagen de Eva y un crespón negro recordándola. El día 27 su cuerpo se trasladó al Ministerio de Trabajo y Previsión. El multitudinario velatorio se prolongó hasta el 9 de agosto. La cola era de aproximadamente 35 cuadras. La Fundación repartía frazadas para afrontar las adversas condiciones que se presentaron durante el velatorio y hasta se instalaron puestos sanitarios para la atención de las personas que esperaban. Llegado el 9 de agosto el cuerpo fue trasladado al Congreso Nacional para rendirle los correspondientes honores. Al día siguiente, la mayor procesión nunca vista en Argentina hasta ese momento fue presenciada por 2 millones de personas, a lo largo de Rivadavia, Avenida de Mayo, Hipólito Irigoyen y Paseo Colón. Estuvo precedida por 9 patrulleros de la policía. Más de 15 mil soldados rindieron honores militares y la cureña fue arrastrada por 45 gremialistas y escoltada por cadetes de institutos militares, alumnos de la Ciudad Estudiantil, enfermeras y trabajadoras de la Fundación. A las 17,50 h., mientras la ciudad silenciosa era estremecida por una salva de 21 cañonazos y cornetas del ejército, seis empleados de una empresa fúnebre introdujeron el ataúd en el segundo piso de la CGT, donde el Doctor Pedro Ara lo recibió para efectuar el embalsamamiento, que duraría hasta 1955.
El cadáver
El 12 de Agosto, el cuerpo fue llevado al segundo piso de la CGT, acondicionado como laboratorio y despacho del Dr. Pedro Ara. Iniciada la Revolución Libertadora de 1955, el cuerpo de Evita fue desplazado por distintos lugares de la Ciudad de Buenos Aires, hasta que, en 1957, se ordenó el traslado (en una operación secreta) a Italia, bajo el nombre falso de María Maggi de Magistris, al Cementerio Maggiore de Milán, donde estuvo enterrada hata el año 1971, pese a las reiteradas peticiones de la Familia Duarte de restitución del cuerpo. El día 1 de Septiembre de 1971, un grupo militar llevó el cuerpo de Evita, desde el Cementerio de Milán, hasta Madrid (España), donde se encontraba exilado el General Perón. El cadáver permanceió en Madrid, en Puerta de Hierro, la residencia de Perón en España, hasta que fue definitivamente trasladado a la Argentina. No pudo ello tener lugar, tras el fin de la procripción del peronismo y del ascenso del General por tercera vez a la Presidencia de la Repúblical, debido a las convulsiones internas, pero el día 11 de Noviembre de 1974, el Ministro argentino de Bienestar Social, José López Rega, retornaron desde España a la Argentina el cuerpo de Evita, para depositarlo junto al de Perón en una capilla ardiente de la Residencia Presiencial de Olivos, sin acceso alguno por parte de la Familia Duarte. Por último, el 22 de Octubre de 1976, la dictadura militar dispuso la restitución del cuerpo de Eva Perón a sus familiares. Desde entonces, descansa en paz en el Cementerio de la Recoleta.
Yo no sé si alguna vez tendré ocasión de viajar a la Argentina, pero si tuviera esa fortuna y me fuera permitido hacerlo, tengo la certeza de verme frente a ese sepulcro, para decir simplemente: Gracias, Señora… Muchas gracias de este humilde español que, aquel 7 de Junio de 1947, aún era un niño de corta edad… Gracias, desde lo más profundo de mi corazón. Pero hoy, 26 de Julio, cuando se cumplen exactamente 52 añosde su muerte,no le faltarámi más ferviente oración. Luis Madrigal.-
Un gran amigo mío, nada xenófobo por cierto, sino más bien lo contrario, pero siempre con ánimo de polémica y, como él mismo suele decir, “todo un provocador”, me envía un “chascarrillo”, desde luego de especial mala intención (en España, se dice “mala leche”), pero que estoy seguro no ha fabricado él, sino tan sólo lo ha recibido. El cuentecito, más o menos literalmente, porque, a buen seguro habrá diversas versiones, es este:
“Un emigrante de Somalia llega a España y es inmediatamente trasladado a Madrid. En su primer día, decide salir a ver los alrededores de su nueva ciudad. Andando calle abajo por una de esas del barrio de Lavapiés, para a la primera persona que ve y le dice:
¡Gracias señor español por permitirme estar en este país, donde me han dado vivienda y comida gratis, seguro médico y educación gratis… Muchas gracias!
La persona sonríe y le responde… ¡Lo siento, pero yo soy lituano!
El somalí continúa calle abajo y encuentra a otro que caminaba en dirección opuesta. Le dice: Señor español, gracias por este país tan bello que es España. La persona le responde: ¡Lo siento, no soy español, soy rumano!
El nuevo emigrante continúa su camino y para a la siguiente persona que ve en la calle. Le da la mano y dice: Gracias por esta España tan maravillosa. La persona tomándole la mano le dice…¡Muy bien pero yo no soy español, soy marroquí! El somalí continúa su camino y finalmente ve a una señora elegantemente vestida que le viene al encuentro, y le pregunta: ¿Es Ud. española?
La mujer sonríe y le dice: ¡No, yo soy ecuatoriana!
Extrañado y confuso, el somalí pregunta a la mujer: ¿Pero, y dónde están los españoles?
La ecuatoriana le mira de arriba abajo con curiosidad y le responde: ¡Espero que “currando”… trabajando... Tienen que mantenernos a todos!.”
Muy gracioso. Y muy falso. Entre los emigrantes hay de todo, tiene que haberlo, y a algunos habría que situarlos entre rejas, desde luego, lo cual ya es incrementar gastos innecesarios, pero estoy seguro de que en una inmensa mayoría, vienen a trabajar honestamente, para tratar de encontrar una vida mejor. No más fácil, ni a cuenta de los españoles, sino de su esfuerzo. Ya es bastante sufrimiento para ellos, especialmente en los casos de lenguas tan distintas, el hecho de la emigración, que les arranca a la fuerza de sus patrias de origen y de sus afectos más íntimos y queridos. Pero tiene que quedar muy claro, que si vienen a trabajar (y los empresarios españoles no son precisamente estúpidos) tienen que recibir las prestaciones y ayudas mínimamente decorosas para subsistir en condiciones dignas. Eso le cuesta al contribuyente, desde luego, pero también ellos contribuyen al crecimiento económico, al aumento del PIB, al bienestar general. Mis dos nietos, han sido cuidados desde que nacieron por dos hermanas precisamente ecuatorianas, como si fueran sus hijos y ellas sus madres. Y ahora, aún lo son por una señorita rumana, que les quiere y también les corrige con energía cuando es necesario. Mi gratitud personal hacia ellas será siempre indeclinable. Y no sólo eso. También los emigrantes contribuyen a engrosar la Tesorería del sistema de Seguridad Social, con cuyas cotizaciones se satisfacen hoy las prestaciones que el sistema garantiza a los españoles, aunque también, y lógicamente, ellos recibirán mañana las suyas, las que les correspondan, como muchos españoles reciben hoy pensiones de jubilación de Alemania, Suiza, Bélgica o Francia… ¿Ya se nos han olvidado los amargos años 50 y el millón largo de españoles que se dejó la salud mental por Europa? ¿También nos hemos olvidado del siglo XIX y principios del XX, en que los españoles fueron recibidos en América como hermanos? ¿Se nos ha olvidado esa gran estafa que, para los pueblos del Este de Europa, y para algunos del Centro, fue el maldito marxismo-leninismo, que no sólo les oprimió sino que les arruinó?. ¿Se nos ha helado el corazón? ¿Hemos pasado de ser un pueblo altruista, noble y generoso, como lo fue Don Quijote, a ser un pueblo egoísta, tacaño, cruel y miserable? ¡Dios no lo quiera!.
No lo quiera nunca así el buen Dios, por mediación del Apóstol Santiago, el Zebedeo, el Hijo del Trueno, Patrón de España, al que hoy honramos y rogamos los españoles. Incluso, a pesar de ese único resquemor que, personalmente, aún permanece en mí -lo confieso, me arrepiento y lucho por desarraigarlo- inspirado por la nutrida presencia hoy en España de los marroquíes musulmanes, no de los humildes subsaharianos que encuentran por docenas la muerte en el mar, o frente a las propias costas españolas, en una patera, y que son buenos e incapaces de delinquir. Esto del Islam, proselitista, militante y beligerante, ciertamente, no acabo de digerirlo, y ello pese a que, teológicamente, sean nuestros primos-hermanos, ellos a través de Ismael y nosotros a través de Isaac, los dos hijos de nuestro común Padre Abraham. También la Cristiandad, en sus días-hace ya muchos siglos-cometió sus tropelías en nombre de la fe. Pero estas gentes del turbante, no progresan, muy en general; siguen ancladas a la Edad Media y sus criminales organizaciones expansionistas nos han declarado la guerra a base de bombas. No ya solamente quieren imponer en las Escuelas el velo coránico y otra cosas mucho peores, sino que quieren matarnos a todos. Y eso, no. Pero, incluso eso puede y debe arreglarse. Precisamente hoy, podemos correr la tentación de recordar la Batalla de Clavijo, una de las más célebres de la Reconquista, que se habría producido en el denominado Campo de la Matanza, en las cercanías de Clavijo, La Rioja (España), fechada el 23 de Mayo del año844 aunque quizá más debida a la leyenda atribuida a Rodrigo Jiménez de Rada, obispo de Osma y arzobispo de Toledo, que a la estricta realidad. Esta posible leyenda, aunque ciertamente no del todo, por el debido respeto a las fuentes, nos muestra a las tropas cristianas, capitaneadas por Ramiro I de Asturias, en busca de los musulmanes, con Abderramán II al mando, pero al llegar a Nájera y Albelda los nuestros se verían rodeados por un numeroso ejército árabe formado por tropas de la península y por levas provenientes de Marruecos, teniendo los cristianos que refugiarse en el castillo de Clavijo, en Monte Laturce. Allí se cuenta que Ramiro I tuvo un sueño en el que aparecía el Apóstol Santiago, prometiendo su presencia en la batalla y, con ello, la victoria. Al día siguiente los ejércitos de Ramiro I, combatieron contra los musulmanes al lado del Apóstol, montado en un corcel blanco, y vencieron con rotundidad a sus enemigos sarracenos. Es el origen del Santiago Matamoros, símbolo del combate contra el Islam, del Voto a Santiago, efectuado el día 25 de Mayo en la ciudad de Calahorra, comprometiendo a todos los cristianos de la península a peregrinar a Santiago de Compostela portando ofrendas. También lo fue del contundente grito “¡Santiago y cierra España!”, si bien éste no se usara en Clavijo, sino 368 años más tarde, en la Batalla de Las Navas de Tolosa (Al-Uqab (معركة العقاب), a la que convocaronlos Reyes Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra, “El Fuerte”, que, en plena acción bélica, rompió las cadenas (desde entonces símbolo de Navarra) de la tienda del Califa almohade Muhanmad al Nansir, llamado por los cristianos Miramamolín, en una contracción de Amir ul-Muslimin, o Comendador de los Creyentes. Ese grito, al acabar con el peligro almohade, supuso el desmoronamiento progresivo del Islam en España, hasta alcanzar aquel 2 de Enero de 1492 en Granada.
Pero, el ¡Santiago y cierra, España!, es una tradición cultural española basada en un grito de guerra y autoafirmación que ya no puede tener lugar entre nosotros. El significado de la frase, además de la invocación al Apóstol de España, contiene otro ya no sostenible. Cierra, en términos militares, significa trabar combate, embestir o acometer. Y España, en nuestros días ya no necesita acometer a nadie, aunque, una vez acabada la Reconquista, la frase no dejó de utilizarse, especialmente por las brigadas de caballería española, en cuyo himno está incluida la expresión. Su utilización como tópico cultural, lo convierte, desde finales del siglo XIX, en algo peyorativo, incluyendo el juego de palabras con el verbo cerrar, en alusión al aislamiento frente a la modernidad del que se responsabilizaba, desde el Regeneracionismo a las corrientes casticistas y al pensamiento costumbrista español. Con un propósito reactivo, fue el lema elegido por la revista derechista de los años 1930 Acción Española, vinculada a Ramiro de Maeztu. Y, por otra parte, era el grito que lanzaban el Guerrero del Antifaz y el Capitán Trueno, héroes de cómic de la post-guerra y el franquismo.
España, ya no puede cerrarse, sino abrirse de para en par, a cuantos nos necesiten y podamos ayudar, dentro de nuestras posibilidades que, a este torpe paso, tampoco podrán ser muchas. Pero, sobre todo, que Santiago, no sólo Patrón de España, sino recordado también en Chile, en Cuba y en otros muchos lugares de nuestra América, abra hoy España, más que a ningún otro, a nuestros hermanos iberoamericanos, para que ninguno de ellos pueda sentirse “extranjero”, sino un español más. Un español… del otro lado del Mar, del mismo mar por el que Cristóbal Colón arribó aquel 12 de Octubre, también de 1492. ¡¡Señor Sant Yago… abre España!!. Luis Madrigal.-
O Brazil, foi descoberto pelos portugueses em 1500. Hay que terminar con la polémica entre historiadores acerca de si unos 80 días antes del 21 de Abril de dicho año, en que arribó a las costas brasileñas Pedro Alves Cabral, ya lo había hecho, el 26 de Enero, el español Vicente Yañez Pinzón. Los historiadores se apoyan en las Crónicas de Indias, que recogen la travesía desde el Puerto de Palos, el día 19 de Noviembre de 1499, y que alcanzó el Cabo de la Consolación el día 26 de Enero de 1500. Desde luego, el Estado brasileño de Pernambuco, celebró el V Centenario en esta última fecha, y no en la del 21 de Abril. Lo que, en todo caso, necesariamente queda fuera de toda duda es que, si en efecto Yañez Pinzón llegó antes, lo hizo, en todo caso, con licencia portuguesa, porque el Tratado de Tordesillas, entre los Reyes Católicos y el Rey Juan II de Portugal, se firmó el día 7 de Junio de 1499, es decir antes del 19 de Noviembre de dicho año, en que partió la expedición española.
El caso es que, por tales motivos, Roberto Carlos, ese sensible cantante (no el futbolista), presenta, lógicamente hablando en portugués, a una nueva estrella, llamada "Yuri", que también canta en esta hermosa lengua. Oíganlo, oídlo.
Sin embargo, quizá por algún motivo, o porque al cantante le gusta la Historia y quiere tomar parte activa en la polémica, también canta a continuación en castellano, aunque no con el mismo sentimiento que Carlitos Gardel. Escuchad también este bello tango, cantado por un brasileño.
Cuando yo era un niño, en León, allá por los años 40-50, las vacaciones, las de verano y todas las demás, no eran otra cosa sino la interrupción de las actividades escolares. Nada más. Tampoco para los adultos, para quienes ya prestaban servicios laborales, significaban más que unos días de descanso, más bien pocos, durante los que se quedaban en su casa y en su ciudad, sin otros atractivos, a lo sumo, que los de ir al cine por la noche o efectuar, a media tarde, alguna visita domiciliaria a los amigos. Eso era todo. Sin duda era así, porque estoy hablando de la España pobre, en la que ni siquiera la TV existía y había que irse a la cama a las diez de la noche, eso siempre en el invierno, y en el verano, todo lo más, salir a la calle para respirar el aire refrescante de las noches serenas y estrelladas. Algunos privilegiados, muy pocos, hasta podían ir ocho días a la playa de San Lorenzo, en Gijón, o a la montaña de Riaño, a algún pueblecito prendido de las nubes sobre el corazón de los Picos de Europa. Pero, en la década de los años 60, comenzó el desarrollo económico y, con él, además del frigorífico, el televisor y después el automóvil utilitario -el Seat 600- los españoles comenzaron a darse cuenta de que “irse de vacaciones”, sobre todo en el verano, era una especie de “compromiso”, tanto consigo mismos, como sobre todo con los demás. Y así, comenzó el fenómeno. Progresivamente, fue alcanzando tales cotas y tales tintes que, desde hace ya bastantes años, las gentes sufren uno de los episodios más traumáticos, en casi todos los sentidos, a causa del llamado “síndrome vacacional”. Personas que desempeñan oficios de cocineras en un bar-es un ejemplo concreto y real del que hablaba yo hace unos días con la interesada-han visitado Copenhague, Viena, Praga o Londres, no una, sino varias veces durante sucesivos veranos. Y menos mal que, a este tipo de personas, la experiencia ha podido servirles para despertar, más o menos tímidamente, al conocimiento más elemental de la Historia, al menos de las construcciones, monumentos o símbolos más conocidos, como la Torre de Londres, el Parlamento Húngaro, a orillas del Danubio, la casa de Mozart o la Sirenita de Copenhague… Menos mal. Son gentes pacíficas y deseosas de saber, que ahorran durante el año lo suficiente, para permitirse estas expansiones, propiamente culturales, en el verano. Y eso, a mí me parece muy bien. Pero, junto a ellos, y son muchísimos más, están los frívolos del “viajar por viajar”, fundamentalmente para “divertirse”, y además a lo bestia, pese a todo tipo de esfuerzos económicos, y de calamidades en los aeropuertos, carreteras o estaciones de ferrocarril. Son éstas, gentes que viajan más o menos igual que las maletas, que han estado en mil sitios, como acreditaban antes las correspondientes etiquetas de los hoteles en los que se habían alojado, adheridas sobre ellas. Esas maletas, habían estado en muchas partes, pero no se habían enterado de nada en ninguna de ellas. Así son muchas personas, como las maletas. Y así es el “veraneo”, aún hoy, para muchas gentes. Pero, esto no es lo más grave. Lo peor es que, tales personas, sufren lo indecible, antes y después; se pelean y enfadan con sus familiares más íntimos (un alto porcentaje de separaciones y divorcios se produce a consecuencia de tales enfados en tal época); les invade la fatiga, el cansancio, el calor, la incomodidad… Muchas, son víctimas de engaños y estafas de toda índole. Y cuando regresan, algunas confiesan honradamente que, lejos de haber experimentado el menor placer, todo el periplo ha sido para ellas un constante suplicio. Los más afortunados, sufren después, no obstante, una “depresión post-vacacional”. De todo esto, también puedo dar fe.
Por estos motivos, yo pensaba resistir en Madrid, todo lo que pudiera y, este año, parecía, hasta hace un par de días, que afortunadamente iba para largo. Después de unas semanas, alternativamente muy pasajeras y moderadas de calor, durante la noche, era preciso dormir con la ventana cerrada y los equipamientos de aire acondicionado podían trasplantarle a uno al Polo Norte. Pero el termómetro ha vuelto a amenazar con los 40º, o más y... yo también pienso irme. Desde luego, no “de vacaciones”, porque, es preciso seguir haciendo algo, lo que sea, si hemos de entender las vacaciones, no como una forma de “no hacer nada”-aunque il dolce far niente pueda cobrar también justificación en ciertos casos-sino como una ocasión para “hacer cosas distintas”.Mi sitio, llegada la ocasión, estaba ya elegido de antemano, como todos los años, en la Sierra de Ávila, a 1.221,1 m. de altitud sobre el nivel medio del Mediterráneo en Alicante. No es una montaña, sino una “nava”-varias juntas, “Las Navas”-porque ya es sabido que una nava, no es una montaña, sino una “meseta entre montañas”. Allí, las montañas de verdad, son por una parte el macizo de Gredos y por otra el de Guadarrama, o al menos eso tengo yo entendido, aunque quizá acabo de inventármelo. La geografía, no es mi fuerte. En todo caso, muy cerca de El Escorial y muy cerca de Ávila, mi segunda “patria chica”, pese a formar parte de Castilla, o precisamente por formar de verdad parte de ella. Los leoneses-algunos, entre los que me cuento-no tenemos nada contra Ávila, ni contra Burgos o Soria... Sólo contra Valladolid, ese páramo que no era ni ha sido nunca más que eso o, en todo caso, fue parte de León, y ahora se ha hecho, tras esta necedad de las Comunidades Autónomas, y del torpe manejo de algunos políticos-sobre todo de los traidores a su propia sangre-con la capitalidad de un basto territorio que alcanza a nuestros propios Picos de Europa (Posada de Valdeón, Caín, corazón de los mismos). ¿Y qué podrán saber de estas latitudes aquellas gentes de la esteparia ciudad “castellana”?. No quiero volver a amargarme, como me ocurre cada vez que pienso acerca de esto.
En fin, amigos, más bien pronto que tarde, según supongo, yo también estoy a punto, no de marcharme de vacaciones, pero sí de “salir pitando” de Madrid. Hoy, el calor ya es especialmente duro aquí y, según me dicen, aún lo ha sido más durante estos dos últimos días, en que yo he tenido la suerte de perdérmelo. Ya no hay más tregua. Por mi mala cabeza, aún sigo aquí, pero no pienso estar antes de que termine la semana. Insisto, no me voy “de vacaciones”, simplemente tengo que cambiar de lugar y, en consecuencia, necesariamente cerrar este humilde Blog. Tampoco ha de preocuparme demasiado, aún en el caso -del que dudo mucho- de que alguien leyera lo que escribo. Por si acaso alguien lo lee, haré uso del nuevo y ya comprobado buen funcionamiento del servicio de programación de Blogger y dejaré, a partir de mañana mismo, 22 de Julio, una batería de entradas programadas. Me permito sugerir y recomendar las que he asignado a los días 25 y 26 de Julio, y 3 y 15 de Agosto. Especialmente a mis amigos argentinos y portugueses. Respecto a todos los demás, quedo a vuestra entera disposición, por si algo se os ofrece, aunque tendríais que usar el viejo método de la paloma mensajera. Resultaría obligado, porque no podré tener a mi disposición teléfono alguno. Sin embargo, es mucho más romántico y, sobre todo, en cuanto a su funcionamiento, es un sistema mucho más eficaz y seguro que el de la Telefónica, ya sea fija o móvil la línea. Yo, os prometo responder a cualquier cuestión o requerimiento que pudierais hacerme, devolviéndoos la correspondiente paloma, con su "canutillo" bien atado a una de sus patas. Eso sí, por favor, procurad que la paloma sea blanca y, a ser posible, con una rama de olivo en el pico. Os suplico que no me enviéis cuervos, porque estos terminan por “sacarnos los ojos”; ni urracas ladronas, que siempre se llevan todo lo que brilla o reluce; ni siquiera mirlos, aunque pudieran ser “blancos”… Y mucho menos aún, ningún otro pajarraco cruel y asesino, como los halcones, los alcotanes o los azores… Ya hay demasiadas de todas estas últimas especies, aunque antropomórficas y de juvenil edad, por las calles de Madrid, y precisamente esta es casi la razón fundamental, quizá más que el presumible calor, de que me marche de aquí a la mayor urgencia posible, antes de atentar contra la vida de nadie. Porque, en estos últimos días, la cerrazón de mollera, repugnante egoísmo, y tradicional estupidez de estos imberbes mamarrachos, amenazan con hacer la vida imposible a un santo. Y yo, lamentablemente para mí, no lo soy. Que paseis un buen verano, amigos. Luis Madrigal.-
P.D.-Eso sí, arriba, os dejo algunas imágenes para que podais elegir entre ellas. Que elijais bien. ¡Ah, yo no tengo coche (vehículo automovil, máquina, carro…). Viajo casi siempre en el Tren! También es mucho más romántico, aunque en España sea un desastre.
Hermanos bolivianos: Ya habéis oído, Bolivia, será lo que vosotros hagáis de Ella. Me gustaría mucho poder ayudaros, pero tan sólo puedo hacerlo con mi más ferviente deseo. Suerte.
A todos los hermanos nicaragüenses, a la gloriosa memoria de Félix Rubén García Sarmiento (RUBÉN DARÍO), Principe de las Letras castellanas y Padre del Modernismo literario y a Metapa, hoy Ciudad Darío (18 de Enero de 1867) y León (Nicaragua) (6 de Febrero de 1916), su principio y su fin. Aunque todavía vive...
Antiguamente fue una coloniaespañola conocida como Guinea Española, aunque posteriormente fue considerada como Provincia, que obtuvo su independencia el 12 de octubre de 1968. El territorio del país (conocido continentalmente como "Río Muni" o "Mbini") incluye un gran número de islas, entre las que se encuentran la isla de Bioko (antigua Fernando Poo), donde se ubica la capital, Malabo (llamada antiguamente Santa Isabel). La ciudad de Cocobeach, al sudoeste de la provincia del Litoral, es, desde 2006, de soberanía conjunta con el vecino Gabón (país original de la ciudad). Guinea Ecuatorial es uno de los territorios en la parte continental africana donde el español es el idioma oficial, además de en las Provincias españolas de Ceuta y Melilla, y la no reconocida internacionalmente República Árabe Saharaui Democrática (Sahara Occidental), ilegalmente ocupada por Marruecos, tras la llamada “marcha verde”.
En septiembre de 1968, Francisco Macías Nguema fue elegido primer presidente de Guinea Ecuatorial con el apoyo de movimientos nacionalistas. Macías no tardó mucho en concentrar en su persona todos los poderes del estado. En Julio de 1970 creó un régimen de partido único, el PUNT (Partido Único Nacional de los Trabajadores), y en Mayo de 1971 partes cruciales de la constitución fueron abrogadas. En julio de 1972, se autoproclamó presidente vitalicio. El régimen de Macías se caracterizó por el abandono de todas las funciones gubernamentales a excepción de la seguridad interna. Debido al robo, la ignorancia y la negligencia, la infraestructura del país (eléctrica, de suministro de agua, carreteras, transportes y salud) cayeron en la ruina. La religión católica fue reprimida y el sistema educativo cerrado. Los braceros nigerianos bajo contrato que llevaban a cabo el grueso del trabajo en las plantaciones de cacao de Bioko huyeron en masa a principios de 1976. La economía ecuatoguineana se hundió y los ciudadanos más cualificados y los extranjeros dejaron el país. El 3 de agosto de 1979, Macías fue derrocado por un golpe de estado liderado por su sobrino, el teniente general Teodoro Obiang Nguema, el cual había sido alcaide de la siniestra prisión de Black Beach. Macías fue juzgado y ejecutado, en tanto que se constituía un Consejo Supremo Militar presidido por el propio Obiang. Las islas fueron renombradas Bioko y Annobón. El nuevo régimen tenía ante sí una labor ingente: las arcas del estado estaban vacías y la población era apenas un tercio de la que había en el momento de la independencia. Pero, a la dictadura del tío, sucedió la del sobrino, que se mantiene en el poder dictatorial merced fundamentalmente a un hecho inesperado, acaecido en elaño 1996, año crucial para la evolución futura del país. Ese año la multinacional estadounidense Mobil comenzó la extracción de petróleo en el territorio ecuatoguineano, lo que repercutiría en un aumento considerable de ingresos para el país, pero acaparado por Obiang y la camarilla gobernante, sin que el pueblo haya podido beneficiarse en nada de ello. En 2003, se formó un Gobierno de Guinea Ecuatorial en el Exilio, dirigido por Severo Moto. Gracias a los ingresos petroleros, cuya producción se había multiplicado por diez en los últimos años, Guinea Ecuatorial experimentó tasas de crecimiento del 33%. Aunque tal afluencia de riqueza no está sirviendo para mejorar las condiciones de la población, sí que han servido para otorgar cierta "legitimidad" internacional al régimen. Presionado por la industria petrolera estadounidense (presente en Guinea Ecuatorial con Exxon Mobil, ChevronTexaco y Triyo Energy), Estados Unidos reanudó relaciones diplomáticas en 2003, interrumpidas desde 1995. No en vano, Guinea Ecuatorial es el tercer productor de crudo del África subsahariana, tras Angola y Nigeria.