sábado, 31 de enero de 2009

viernes, 30 de enero de 2009

LOS SONETOS DE AMOR DE LORCA (10)


10. EL AMOR DUERME EN EL PECHO DEL POETA
!Ah...! Quizá mi comentario personal de ayer, en relación con el sexo del sujeto amado por el poeta, pueda resultar contradicho por el segundo verso del primer cuarteto, en el Soneto que hoy se publica en este Blog: "porque duermes en mí y estás dormido". Si el sujeto amado, está dormido y no dormida, debe tratarse, lógicamente, de un hombre. Sin embargo -otras cuestiones más taxativas aparte- tampoco con ello, queda zanjada la cuestión. Y no queda resuelta definitivamente, al menos en el orden estrictamente gramatical, porque es preciso observar el título del poema. En efecto, este soneto, se titula "El amor duerme en el pecho del poeta". Es decir, quién duerme, es el amor y éste, en abstracto, carece de sexo y de género, puede tratarse del amor hacia un hombre, o hacia una mujer, en consecuencia. Es "el amor" quién se ha dormido y, en estricta concordancia de género, el amor, no puede estar dormida, sino dormido. Discupen, disculpad, amigos, tantas diletantes conjeturas. Ustedes, y vosotros, podréis estimar lo que consideréis más lógico. Aunque, desde luego, no termina de comprenderse bien, cómo o por qué, en los dos últimos versos de ese primer cuarteto, siente el poeta la necesidad de ocultar llorando a su amor, ni de sentirse perseguido... Insisto, en cualquier caso, los sonetos son bellísimos. A mi modesto juicio, naturalmente. Luis Madrigal.-
Como siempre, Clic sobre la imágen para ampliar el texto del poema

jueves, 29 de enero de 2009

LOS SONETOS DE AMOR DE LORCA (9)


9. SONETO DEL AMOR OSCURO

Dios me libre de opinar, y menos aún de juzgar, acerca de la orientación sexual de nadie, de ninguna persona humana, por una razón que casi siempre me ha parecido capital y cada vez me reafirmo más en ella. Porque no se puede opinar, y menos juzgar, acerca de aquello que se ignora. Y, desde luego, yo no podría establecer la causa, o las causas, de tal fenomeno o inclinación. No deja de pasar por mi cabeza la idea de que, tal vez, se trate -por los motivos que sean- de una inclinación inevitable por parte de quiénes hacia ella tienden, de lo cual de derivaría que todo juicio en contra resultaría una simple e injusta crueldad. Lo más, y desde luego lo menos, que sí me permito, y creo que puede permitirseme decir, es que a mí no me agrada en absoluto tal fenómeno, ni me gustó nunca. Y dicho todo esto, deberá admitirse que la orientación sexual del gran poeta Federico García Lorca, ha sido muy debatida, contándose no pocas las personas, entre quienes le conocieron personalmente, que no dudan de su homosexualidad. En realidad, en esta segunda impresión, a todo color, con las que ya hace años nos obsequió el diario ABC, de Madrid, el único título que figura en portada es el de "LORCA, SONETOS DE AMOR", y ni siquiera el Soneto Nº 9, que hoy se publica en este humilde Blog, lleva el título que aquí le hemos atribuído, un tanto libremente: "Soneto del amor oscuro", con el único posible fundamento de que estas dos palabras, "amor oscuro", figuran literalmente en el primer verso del primer cuarteto. Sin embargo, en la primera edición de ABC, un año antes, en riguroso blanco y negro, esta serie de Sonetos fue titulada -todos ellos, los 11- por el propio diario "Sonetos del amor oscuro", de un modo similar al de que, años más tarde, se titularon por el mismo diario, que asimismo los publicó, en vida de su autor, los 17 Sonetos de Rafael Alberti, llamados del "amor incierto". Por mi parte, no puedo decir más. Ni en relación con Lorca ni con Alberti, a no ser que los Sonetos del primero son "de una belleza increíble", a juicio nada menos que de Pablo Neruda, que los buscó afanosamente, sin encontrarlos, como ya se ha dicho aquí, y yo también creó advertir tal belleza, mientras que los Sonetos de Alberti, a mi humilde criterio, habría que tirarlos a la papelera. Ahora bien, si Alberti pudiera albergar alguna duda, no tanto acerca de su propio amor, sino del que podía o no dedicarle la persona (muy discreta y digna, por cierto) con la que en aquel momento se encontraba casado, parece razonable, dada la edad de Don Rafael en aquel momento, que casi ni podía tenerse en pie. Y también cabría admitir o suponer que, el amor de Lorca pudiera ser tildado, por la sociedad en general de "oscuro" -dadas las pautas de valoración social tradicionales-, no ya por la posible orientación honoxesual de Lorca, sino porque, en efecto, si se analiza con cierta calma el texto de estos 11 sonetos, puede observarse, con toda nitidez, que en ninguno de ellos, puede saberse o colegirse, si se dirigen a una mujer o a un hombre. En cuanto a la utilización de los posesivos, es cierto que nunca dice "tuyo" o "suyo", pero tampoco "tuya" o "suya". Parece que el sujeto amado, no tienes sexo, ni género gramatical. Por otra parte, al ilustrar estos sonetos, el pintor Grau Santos, como puede observarse, mayoritariamente, tanto en los desnudos como en el resto de las figuras humanas que incorpora, utiliza o se vale de figuras masculinas, con la única excepción quizá de las que ilustran el último soneto, el del Nº 11, "Noche del amor insomne", que también traeremos a este Blog, en el que puede apreciarse un desnudo nítidamente masculino, sentado a los pies de la cama, mientras una cabeza de mujer -sólo eso- se apoya sobre la almohada. Esto todo, creo yo, todo cuánto cabe decir al respecto. Desde luego, los sonetos son bellísimos, con esta ligera salvedad, la de no poderse saber a quién ama el poeta, porque ciertamente, yo no podría escribir esos sonetos (aparte de mi propia incapacidad para alcanzar las cotas de lirismo que en ellos se contiene) y dirigirlos a un hombre. Vamos, eso ni en broma. Tanto si fuera capaz de alcanzar tal belleza como si no, siempre tendría que referirme a una mujer. Es más, en mi caso, no podría caber duda alguna, porque, seguramente, hasta utilizaría su propio nombre y, desde luego, éste mismo -el nombre- para escribir un Soneto, no podría ser el de Tiburcia, Robustiana o Sinforosa -con el debido respeto a quienes así puedan llamarse aún- porque, para ser el sujeto amado de un Soneto de amor, hay que tener... otro nombre. Luis Madrigal.-
Clic en la imágen de arriba, para ampliar el texto del Soneto

miércoles, 28 de enero de 2009

LOS SONETOS DE AMOR DE LORCA (8)


8. SONETO GONGORINO EN EL QUE EL POETA
MANDA A SU AMOR UNA PALOMA


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martes, 27 de enero de 2009

LOS SONETOS DE AMOR DE LORCA (7)



7. EL POETA PREGUNTA A SU AMOR POR LA CIUDAD ENCANTADA DE CUENCA



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lunes, 26 de enero de 2009

LOS SONETOS DE AMOR DE LORCA (6)



6. EL POETA HABLA POR TELÉFONO CON EL AMOR
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domingo, 25 de enero de 2009

LOS SONETOS DE AMOR DE LORCA (5)


5. EL POETA DICE LA VERDAD


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sábado, 24 de enero de 2009

LOS SONETOS DE AMOR DE LORCA (4)




4. SONETO DE LA CARTA. Ver arriba, en ampliación

LOS SONETOS DE AMOR DE LORCA (3)


3. LLAGAS DE AMOR
Esta luz, este fuego que devora
este paisaje gris que me rodea.
Este dolor por una sola idea.
Esta angustia de cielo, mundo y hora.
Este llanto de sangre que decora
lira sin pulso ya, lúbrica tea.
Este peso del mar que me golpea.
Este alacrán que por mi pecho mora.
Son guirnalda de amor, cama de herido,
donde sin sueño, sueño tu presencia
entre las ruinas de mi pecho hundido.
aunque busco la cumbre de prudencia
me da tu corazón valle tendido
con cicuta y pasión de amarga ciencia.
Federico García Lorca
Arriba, facsimil de ABC, con ilustración de Grau Santos

jueves, 22 de enero de 2009

LOS SONETOS DE AMOR DE GARCÍA LORCA (2)


2. SONETO DE LA DULCE QUEJA


Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que me pone de noche en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas, y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

No me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi Otoño enajenado.

Federico García Lorca


Arriba, reproducción facsimil de la Edición de ABC
Puede observarse, en el Soneto precedente, la particularidad de que la rima de los dos cuartetos, no responde a la estructura tradicional, de tal modo que, en ambos lógicamente, el primer verso rima con el tercero y el segundo con el cuarto, esto es, Lorca, que escribió estos sonetos, como ya hemos dicho, entre 1935 y 1936, utiliza una rima cruzada en los cuartetos. En el Soneto, los cuartetos mantuvieron las formas de rimas cruzadas (ABAB: ABAB) hasta 1280, pero entre 1280 y 1300 se impuso la estructura ABBA: ABBA. Sin embargo, Lorca, parece ser que no tuvo en cuenta que, desde 1280, habían transcurrido ya, exactamente, 655 o 656 años y, algunos menos desde 1300. Eso se llama tener carácter y personalidad. Conclusión, poetas y poetisas: Haced siempre lo que os guste. La Nota es mía que conste, aunque no presumo de nada.

miércoles, 21 de enero de 2009

LOS MÁS BELLOS SONETOS DE AMOR




Creo que fue en el año 1984, cuando el Diario ABC, de Madrid, exhumó de entre la niebla de la historia -y más de una historia trágica, por muchos motivos- lo que, para mi gusto poético es una de las joyas de la poesía española de todos los tiempos. En aquel año, y volvió a reproducirlos a todo color al año siguiente, ABC publicaba los "Sonetos de amor", de Federico García Lorca. Fue el gran acontecimiento cultural de aquel año, porque aquellos sonetos habían permanecido en el más riguroso inédito, desde que el gran poeta granadino los escribió, entre 1935 y 1936, poco antes de su miserable y vil asesinato. Decía también en aquella ocasión, el editorialista de ABC, que Pablo Neruda, que los había oído recitar, de la propia boca de Lorca, los calificó "de increíble belleza" y dedicó muchas horas de su vida a una larga búsqueda que nunca tuvo éxito. ABC, pudo honrarse entonces, con toda justicia y mérito, de haber podido descrubrirlos y de tener el honor de publicarlos por primera vez. En aquella ocasión, fueron acompañados de comentarios y análisis de personalidades del mundo literario español, entre ellas Fernando Lázaro Carreter, Francisco Giner de los Ríos, Miguel García Posada y Manuel Fernández-Montesinos, sobrino de García Lorca, y publicados nuevamente al año siguiente, a todo color, con ilustraciones del pintor Grau Santos.

Mi criterio literario y poético, no sirve de nada, o de bien poco, pero yo he leído los Sonetos de Garcilaso, de Lope de Vega, de Juan Ramón Jiménez... y de tantos poetas más como han cultivado esta estrofa reina de las rimadas, por su exquisita sonoridad. Y, en esta misma perspectiva, considero que sus "Sonetos de amor", no sólo me parecen la mejor poesía de Lorca, sino los mejores sonetos de amor de toda nuestra literatura. Sé muy bien, que, en el Soneto, los tercetos pueden rimarse "al gusto y criterio del poeta" y, desde luego, con esta rima, los hay excelentes y muy sonoros. Pero también sé, y me permito afirmar, que cuando Garcilaso importó de Italia esta bellísima estrofa, "il suono" (a mi modesto juicio la más apropiada para expresar el amor), a fin de que su musicalidad alcanzase la armonía máxima, era preciso encadenar los tercetos, cosa que tan sólo sucede de vez en cuando, incluso entre sonetistas ilustres. En estos de Lorca, no. Todos ellos son garcilasianos, como ustedes, o vosotros, podrán y podréis comprobar, porque este humilde Blog piensa ofrecerlos a cuantos deseen "gustarlos", bien por no haberlos leído nunca, bien por cualquier otra posible razón. Alimentarse de poesía nunca es malo para el espíritu, ¿verdad?. Un cordial saludo a todos, especialmente a los poetas y... a las poetisas. Luis Madrigal.-

Comenzaré hoy mismo, por el mismo orden de su publicación en ABC, y con las mismas ilustraciones, hasta donde sea posible, del pintor Grau Santos.


1. SONETO DE LA GUIRNALDA DE ROSAS


¡Esa guirnalada! ¡pronto! ¡que me muero!
¡Teje deprisa! ¡canta! ¡gime! ¡canta!
Que la sombra me enturbia la garganta
y otra vez viene y mil la luz de Enero.

Entre lo que me quieres y te quiero,
aire de estrellas y temblor de planta,
espesura de anémonas levanta
con oscuro gemir un año entero.

Goza el fresco paisaje de mi herida,
quiebra juncos y arroyos delicados.
Bebe en muslo de miel sangre vertida.

Pero ¡pronto! Que unidos, enlazados,
boca rota de amor y alma mordida,
el tiempo nos encuentre destrozados.


Federico García Lorca


Arriba, García Lorca, visto por Grau Santos y manuscrito del poema, con las propias correciones efectuadas por el poeta.

lunes, 19 de enero de 2009

LOS MITOS


Con relativa frecuencia, se dice que algo o que alguien “es un mito”, con lo que, en el significado general y vulgar de la expresión, lo que quiere decirse es que eso o esa persona se encuentran al margen de lo real, de la estricta y dura -y a veces triste- realidad. Por ejemplo, yo creo, aunque esto es una visión particular, que el socialismo, como doctrina política y como organización en grupos políticos (los partidos socialistas) es un auténtico y verdadero mito, en lo que tiene de ajeno a la realidad, tanto axiológicamente, como en estrictos términos operativos y pragmáticos. Por eso, yo no he sido nunca socialista, y jamás lo seré. Para eso, ya tengo el cristianismo, que, cuando es verdadero, se constituye en el socialismo más puro y radical, aparte de ser el más dulce y misericordioso. Pero, un mito, no es eso, aunque también sea algo de eso. Si tan sólo lo fuera, la inmensa mayoría, la mayor parte de las cosas que con nosotros entran en contacto en la esfera social, serían un mito. Un mito, es algo mucho más que eso. Esto es, mucho más que una sarta, mejor o peor presentada, de puras mentiras, aunque exquisitas algunas de ellas. Y no sólamente, de las mentiras que constituyen el contenido de la Mitología -no sólo de la greco-latina- sino de cualquier mitología, ya que son muchas, hasta tal punto que no hay cultura o civilización que no tenga o haya tenido la suya propia.

En principio, efectivamente, el mito es una fábula, una ficción alegórica, que puede extenderse, no ya, como tanto se dice, al ámbito o materia religiosa, sino que comienza por afectar, antes que a la religión, a la pura filosofía. Sabido es que si la Filosofía, la ciencia filosófica, o mejor dicho el pensamiento (porque la Filosofía no es una ciencia) que trata de descubrir la causa radical de todas las cosas, llegó a nacer, fué porque, antes, la mera Mitología, no pudo, lógicamente, ser capaz de conformar a los hombres con las diversas explicaciones del mundo, y de cuanto en él acontecía. Los propios griegos, entre quienes nace, no la Mitología (porque hay mitologías muy anteriores en Egipto, Fenicia y Caldea), pero sí la Filosofía, no podrían aceptar, llegado el tiempo, que si el mar se embravecía, ello era así porque a Neptuno le había hecho daño el desayuno o la merienda, o bien por no haber podido conciliar el sueño durante la noche anterior. Por eso, el primer filósofo, tuvo que preguntarse, simplemente eso, sólo preguntarse: ¿Qué habrá más allá del mar?. Y muchas cosas más. Y, por ello, la Filosofía, no consiste en responder, sino esencialmente en preguntar. Para responder, nació la Ciencia positiva, que como decía Ortega, crece y se ensancha, a base de ampliar su diámetro, superándose a sí misma, explicación tras explicación, de tal forma que cada una de ellas corrige o enmienda a la anterior. La Filosofía, en cambio, no crece ni se desarrolla (decía don José) ampliando el diámetro, sino cambiando continuamente de centro, y por ello es “exocéntrica”, a diferencia de la Ciencia, que siempre es “concéntrica”. Cuando un principio o postulado se verifica como cierto, a partir de él, se sigue avanzando, desechando al mismo tiempo todos los que eras falsos. Pero, la Filosofía, toda filosofía, jamás desecha nada, ni puede hacerlo. Simplemente, se limita a cambiar el centro de partida. Y así, van surgiendo infinidad de "centros" y, en consecuencia, de perspectivas de desarrollo. De sistemas filosóficos.

Pero, el mito, es una realidad social compleja, que en consecuencia, no podría expresarse en virtud de una única definición, ni se puede tampoco caracterizar homogéneamente, ni ser objeto de una valoración unánime. Porque, ya nadie entiende que “mito” pueda ser sinónimo de “historia falsa”, o de “fábula”, o bien de elaboración caótica desprovista de toda lógica, y menos aún de “invención fantástica”. Y esto es así, porque hay mitos “reales”, que no son propiamente mitos, sino tan sólo engaños y estafas. Y aunque pueda resultar yo cargante, un buen ejemplo es el que antes proponía, el del socialismo y los partidos socialistas. ¡Y no digamos el del marxismo-leninismo! Cincuenta años, van a cumplirse ahora en Cuba, donde el régimen tiránico de Fidel Castro ha encarcelado y quitado la vida -asesinado- a miles de personas y exilado a más de tres millones. Si alguien preguntase a esos cubanos, a los vivos, claro, pero que lloran muy de cerca a sus muertos, o lamentan la ausencia de los que tuvieron que irse de la Isla, si eso es o no un “mito”, lo negaría categóricamente, porque su realidad chorrea sufrimiento y sangre. Y sin embargo, lo es, es un mito en la misma medida en que es una absoluta mentira, en lo que hace referencia a algo tan esencial como el modo de organizar políticamente la convivencia humana para que, en el seno de esa organización, pueda alcanzarse el mayor bienestar material posible y el mayor grado de felicidad del ser humano. Sin duda alguna, también la democracia es otro mito, pero asimismo un mito real y, tal vez, tampoco “el menos malo”, como dicen que afirmaba Winston Churchill, sino, por el contrario, el más objetivamente falso, si hemos de tomar aquellas palabras que hace pronunciar Henrik Ibsen, al protagonista de “Un enemigo del pueblo”: “Queréis tener razón, simplemente porque sois más”. La realidad pura, era la de que, en aquel balneario, sus aguas contenían gérmenes nocivos para la salud y la vida, pero la realidad práctica es que “sabían más”, porque "eran más", los que apedreaban al médico que lo descubrió, para echarle a pedradas del pueblo, a fin de no arruinar los intereses económicos. Y así sucede, tantas veces, cuando en las noches electorales “se recuentan los votos”, para que quienes hayan obtenido más, puedan dictar a millones de seres humanos la “verdad”, la que les conduzca a la ruina. Eso es, más o menos, la democracia, o gobierno del pueblo soberano y… analfabeto.

El siglo XIX, recibió inicialmente a los mitos enfrentándose a ellos en nombre del racionalismo. Entonces, mito era lo ininteligible en la realidad, el modo de pensar definitivamente superado por la Ciencia. Se consideró incluso una enfermedad del lenguaje, en el que los hombres se convertían en dioses, o personificaban los fenómenos naturales. Pero, el romanticismo, exarcebó la estimación del mito y llamó la atención acerca de su entidad, importancia y seriedad en las religiones tribales. Ello coincidió con los ataques de Nietzsche a la intelectualidad, y Bergson defendió que el mito representa la defensa de la cohesión social gracias a que la “función fabuladora”, como resto del instinto, se opone a la acción disolvente de la inteligencia. Desde luego, yo siempre he creído que el ser humano, se pierde por la razón y se salva por el instinto, pero no sé, no estoy muy seguro, de si en esto se puede dar la razón a Bergson. Paradójicamente, a la corriente anti-intelectualista, vino a sumarse el propio neokantismo, al aportar una estimación positiva del mito, llegando al extremo de otorgarle un valor cognoscitivo no inferior a la Ciencia. Y, parece ser, que aun esto no era suficiente. En el campo de la alta Psicología, Jung vio en el mito una expresión de los arquetipos del inconsciente humano. Para Jung, el mito es nada menos que una manifestación psíquica del ser del alma (noumenon) que se proyecta simbólicamente en alegorías neutralistas por obra del “inconsciente colectivo”. No sólo los psicólogos, también los etnólogos observaron aspectos positivos, de tal forma que llegaron a subrayar en el mito su carácter de “realidad vivida”. Y, por último, en el campo de la religión, uno de los más relevantes historiadores de las Religiones, el rumano Mircea Eliade, que vivió en la India, ha llegado a afirmar que el mito define a la divinidad, plástica y dramáticamente, mientras que la Filosofía y la Teología, “pretenden” definirla dialécticamente. Las comillas, las pongo yo, desde luego, aunque no sería necesario, dado el alcance y contendio semántico del verbo pretender. Porque, si Dios, pudiera ser conocido por el hombre, en ese mismo instante dejaría de ser Dios. Pese a ello, el teólogo luterano Paul Tillich, nacido en Alemania y pastor de su Iglesia en aquel país, pero que terminó explicando Teología en Harvard, también ha considerado el mito una “categoría religiosa”, porque, según él, la experiencia de este carácter capta una hierofanía (o manifestación de lo sagrado, ante un fenómeno natural, sea una noche estrellada o una puesta de sol), porque, según Tillich, el mito desvela (o “devela”, para nuestros amigos argentinos) la realidad absoluta.

En fin, todo esto dicen que es el mito, y no lo que generalmente se piensa de él, a primera vista del término, o del concepto tradicionalmente transmitido. Sin embargo, a mí lo que verdaderamente me gusta, como producto estrictamente literario, es la Mitología, propiamente dicha, muy en particular la greco-latina. Hace ya bastantes años, cobré hacia ella una cierta afición, que me hace releer, alternativamente, alguno de los volúmenes de los que dispongo. Por su sencillez, pese a alcanzar las trescientas páginas, recomiendo, especialmente a los lectores de Wikipedia (“la enciclopedia libre”) -excesivamente libre en ocasiones, diría yo- la obra cuya portada ilustra hoy esta entrada. Juan Humbert, es un excelente especialista en la materia, en esta versión de la 24ª edición francesa. ¡Animaos, amigos! Luis Madrigal.-

EJECUCIÓN DE UN PASTEL Paso a paso
















sábado, 17 de enero de 2009

¡SOY UN PERFECTO INÚTIL!

Deseo formular una declaración, tan sincera, como incapacitante. Soy todo un desastre en esto de la Informática y, muy en particular, en este mundo de los Blog. ¡Cuánto admiro y envido a quiénes saben manejar todo este tinglado de artilugios...! Últimamente -hoy mismo- he vuelto a jugar a la ruleta rusa, embarcándome, con riesgo casi de la vida (de la recuperación de este odioso sistema llamado Windows, en cualquiera de sus modalidades y satánicas versiones) en la utilización de diversas, creo que se llaman "aplicaciones", o "programas", o algo así. Yo, simplemente, lo he oído decir a otros, que, no sé si saben mucho más que yo, pero así lo dicen. Por ello, tampoco he tenido ocasión de sondearlos. El caso es, que, esta misma tarde, como nadie podía acordarse de mí, he estado jugando (al indicado precio ya dicho) con algunas de esas "aplicaciones". Entre ellas, un pequeño "aparato de radio". Durante mi infancia, en León, años 40, tan sólo pude disponer de un artefacto enorme (de tamaño), al que una de mis más queridas hermanas -ya hace mucho que no está conmigo- confeccionó una funda (creo haber oído que de una tela llamada "moaré", perdonen los odiosos franchutes por la escritura, pero se pronunciaba así), de color gris azulado, sobre la que bordó, a punto de cruz, la imágen de un violinista. Lo recuerdo muy bien. A la funda, desde luego, pero sobre todo a ella, a quien la bordó. Y eso es casi todo lo que después, yo he sabido de los receptores de radio. En cambio, hoy me he encontrado con el que, si Ustedes se toman la molestia -si os la tomaís, mis amigos más queridos- podrán y podréis encontrar al final de la columna de la derecha de este Blog. Inmediatamente debajo de donde dice: "Archivo del Blog". Pues, ahí..¡ No os asustéis...! No muerde, pero entra en funcionamiento al abrirse el Blog. Por ello, si os molesta para hurgar en él (no lo creo, porque casi nadie debe hurgar nunca nada ), no tenéis más que pulsar sobre el "botón" de paro (stop, en inglés), ese cuadradito que se observa en el ángulo superior derecha del artefacto, y... listo. Eso sí, también podréis oír la radio, a través de este artilugio, pero nada de música de verdad. Casi todo son ruidos, propios de la época, Ya sabeis que la Música del siglo XX no existe, porque no existió nunca. No el siglo, que ese por desgracia sí existió, sino la Música. Así que, qué no decir de esta monserga del siglo XXI. Y no termina todo con "la música". Envidiando yo lo visto en otros Blogs, o Bloges, muy en particular en esa maravilla del que tiene mi querida amiga argentina, Alicia Maria Abatilli ("EN EL PAÍS DE ALICIA MARÍA" : http://www.enelpaisdealiciamaria.blogspot.com/) al que sólo ella misma, en sí -esto es, intrínsecamente- puede superar en belleza, quise también, más o menos como Adán y Eva, "ser como Dios" y traté de utilizar otro complicado y peligroso instrumento, llamado "Slide", o algo así. Los resultados, hasta quizá puedan observarse, al final del Blog... ¡Lo malo es que, insensatamente, he hecho objeto del disparate nada menos que a la Plaza de Toros Monumental de Madrid...! Cúchares, Pedro Romero, Lagartijo, el Guerra (el político no, o sea "miemmano", que ese era analfabeto, simple lector de las cubiertas de los libros que vendía en Sevilla), sino el otro, el gran Guerra, que pese a recibir de Lagartijo la primera lección en lo alto de la Sierra (de la Sierra de Córdoba, ¡ay Córdoba!, ¡Cordobita la llana!), fue un torero simbólico y de antologías... Y Joselito y Belmonte, Manolete y Arruza... Y ahora, Enrique Ponce, ese valenciano de Chiva, que tiene magia en su capote y... en su muleta, digan lo que digan en Madrid los del Tendido 7. Se me olvidaba, ¡perdón a los antitaurinos, perdón! Pero, yo lo que tan sólo quería decir es que esto de la Informática y de los Blog, no es lo mío. ¿Algún voluntario quisiera des-asnarme? Preferiblemente, voluntaria. Y, a ser posible de Córdoba... Luis Madrigal.-

martes, 13 de enero de 2009

LA ZAMBA


La zamba, es el genéro musical -quizá más aún que el propio tango- esencialmenete propio del alma argentina, aunque también se aloje, y hasta hunda sus propias raíces en el Perú, en Lima, si, como sostienen algunos musicólogos especializados en la materia, proviene directamente de la zamacueca, y desde allí llega a la Argentina, al Uruguay, a las regiones de Tarija y Santa Cruz, al este de Bolivia, y también a Chile, con el nombre de zamacueca chilena, después, tan sólo de chilena y por último de cueca. Yo, no soy músico, ni musicólogo y, por ello, ni puedo pronunciarme al respecto, ni menos aún anotar las características de este baile y sus diversas clases, porque no hay una única zamba, sino varias, pero todas ellas tienen sin duda el sabor originario de lo español, al confundirse, mezclarse, con lo autóctono de aquellos entrañables lugares, de tal modo que, pese a la leyenda negra que contra España pueda haberse creado (y no me estoy refiriendo ahora precisamente al Padre Bartolomé de las Casas), el propio nombre de zamba es una consecuencia directa del término colonial acuñado para designar a los mestizos y, el concepto que expresa, el baile o danza, el ritmo y giros diseñados para "conquistar" o seducir a las "zambas", y de ahí su nombre.

Pero, fundamentalmente, lo que yo quiero hoy subrayar, entre otras cosas, nada menores para mí, es que la Zamba es una consecuencia, un efecto, de la emancipación de las Naciones de América, de nuestra América. No puedo decir en esta ocasión, como he dicho con gusto en otras, ni siquiera Iberoamérica, porque el hermano Portugal, que también dejó por allá algo similar -la samba brasileña- nada tiene que ver con la zamba, que no debe confundirse con aquélla, pese quizá a su mismo valor fonético, cuando se confunden los sonidos "z" y "s". La zamba, no se independiza de Portugal, sino de España. Por ello, quizá, este baile pudiera resultar antipático a algunos españoles, pero tan sólo a los "miopes", a los "patriotas" a ultranza, incapaces de comprender y de aplaudir que, precisamente fuese un héroe de España -de Bailén, donde luchó contra Napoleón defendiendo la propia Independencia de la que entonces era su única patria- nuestro glorioso General San Martín, quién hiciese lo que no hicieron en España los propios españoles y lo que ningún ser humano de buena voluntad hubiese podido no hacer: Alzarse en armas contra los estertores de aquella miserable monarquía española, a la que representaron un perfecto imbécil, Carlos IV, y un abyecto, cruel, traidor y retrasado mental, Fernando VII, es decir, lo peor de lo peor que ha podido dar a España la dinastía francesa de los Borbones.

Yo, soy tan español como pueda serlo cualquiera de esos "resentidos" de la Historia, y sin embargo pretendo ser objetivo y respetuoso con ella. Y, sobre todo, caminar siempre en busca de lo mío, o de lo que procede de lo mío, de lo que mi patria dejó o causó en otras patrias. Y, por ello, me sumo con alegría a la celebración de este baile y al sentimiento de libertad ("por la libertad -decía un español llamado Miguel de Cervantes- amigo Sancho, merece la pena morir alguna vez", es decir, siempre, porque nadie puede morir más veces). Y así comienza afirmando el himno nacional de la Argentina: "Oid, mortales, el grito sagrado: ¡Libertad, libertad, libertad...!" La emancipación de la América hispana, comienza en el mes de Mayo de 1810. En 1817, el General San Martin cruza los Andes con su Ejército para libertar a Chile y lleva más tarde la libertad al Perú, de tal modo que, tras la Conferencia de Guayaquil, en 1824, surge en este último país, fruto del júbilo y la alegría popular, la zamacueca, danza juvenil, que, desde los sectores populares, termina por extenderse a toda la sociedad peruana. La Zamacueca, tiene una base mítica, o pantomínica, al manifestar por medio del baile y de sus formas, la alegría de sentirse libre, y se convierte en la danza nacional del Perú. Desde allí, se extiende a Chile, dando lugar, en principio a la Zamacueca chilena y, más tarde simplemente chilena, y que es, cuando paradójicamente, dá la vuelta y regresa al propio Perú, que llega a llamar chilena a su danza nacional. Pero, cuando en 1879 las tropas chilenas desembarcan en Antofagasta, privando a Bolivia de su salida al Pacífico y declarando la guerra al Perú, no fue posible que los peruanos continuasen llamando "chilena" a su danza nacional. Y por ello, vovió a llamarse zamacueca.

Sin perjuicio de su procedencia histórica, en la Argentina, la Zamba, proceda o no de la zamacueca, más que un signo de independencia, es el símbolo de la dulzura, del amor sublime y sensible, propio de algún episodio de la vida entre un hombre y una mujer que, se correspondan o no en su amor, viven un romance apasionado de sentimientos, de bondad y ternura, de unidad en un mismo espíritu, que les hace danzar inspirados por tales afectos. Sin duda por ello, el 23 de Mayo de 2007, se inició la tramitación en el parlamento argentino -la Cámara de Diputados de la Nación- de un Proyecto de Ley (en el Expediente 2419-D-2007), para declarar legalmente a la Zamba, como danza nacional argentina, con inclusión en los programas de enseñanza. Ignoro si ese Proyecto, al fin se ha convertido o no en Ley, pero si no fuera así y, además de a los nacionales argentinos, se permite votar a los españoles que amamos y admiramos a la Argentina, este humilde e insignificante español, vota Sí... Sin interrogación (¿Sí?), sino simplemente sí. Espero que algún argentino, o argentina, me digan si ha sido así. Luis Madrigal.-


TENER... EN LA DISTANCIA (Zamba)


Discover Los Fronterizos!

viernes, 9 de enero de 2009

ZAMBA por vos. Mercedes Sosa

UN SONETO AL AMANECER


Me pedía, o quizá me emplazaba -con la mejor intención, como siempre es la suya- mi querida amiga argentina, Alicia María Abatilli, en su gentil comentario a la entrada de ayer, en este humilde Blog, a escribir otro Soneto, pero esta vez, en lugar del de ayer, que lo era al Anochecer, debo escribirlo, según la petición o el emplazamiento de Alicia, al Amanecer, ofreciéndome a cambio su inestimable colaboración en la aportación de la imágen, porque Alicia, además de sus virtudes literarias, posee también las fotográficas. Bien sabes tú, querida Alicia, que ese Soneto ya está escrito y, por ello, voy a publicarlo ahora mismo, con una dedicatoria muy especial hacia ti. Naturalmente que acepto encantado tu colaboración fotográfica, pero, mira por donde, también dispongo ya de una de tus excelentes fotografías, dedicada justamente a uno de tus "Amaneceres", y que tú misma me regalaste hace ya algún tiempo. Con tu permiso, voy a traerla aquí. Aunque, estoy seguro, de que ahora, que vives el verano, en tus mágicas Sierras cordobesas, donde danzan las Hadas, y en esa Lago tan azul, que construyó aquel español -aunque catalán de Mataró- que se llamó Juan Bialet Massé, habrás captado ya algún otro amanecer aún más bello y romántico. No tienes más que enviármelo cuando gustes, por favor, y volveré a prublicarlo. Sí es así, yo también te prometo escribir de nuevo otro Soneto a ese "Nuevo Amanecer". Un beso y muchos abrazos a todos los hermanos argentinos. ¡Que disfrutéis de un buen Verano austral! Y, por supuesto, aquí está el Soneto:


UN SONETO AL AMANECER,
PARA ALICIA MARÍA ABATILLI


Se retira la sombra que perece,
cual si fuera un fantasma desalado;
huye y se esconde al día, que ha alumbrado
la sonrisa del sol... Es que amanece


Una paloma blanca, ya aparece
mensajera de amor embelesado,
sin burla, ni ambición, ni gesto airado,
ni brizna del veneno que envanece.

Lleva en su pico el perfume alado
de una magnolia viva, no marchita.
Llega a lo alto, en vuelo enamorado.

Se olvida de la tierra, que se agita...
Y ya el soneto -Alicia- está acabado,
si a la luz de una vela, el amor grita.

Con todo mi cariño,
Alphonso CARBAJAL
Arriba, la fotografía "Amanecer", de Alicia María Abatilli

jueves, 8 de enero de 2009

UN SONETO AL ANOCHECER


DESESPERADA EXISTENCIA


Camino al soplo del impulso tenso,
sobre una calle dura, adoquinada...
Luz en penumbra, voz desesperada;
pluma que vuela al aire, en cielo denso.

Calor estremecido, frío intenso,
miro sin ver y busco la mirada
del "Yo" que va conmigo: Ser en nada,
nieve encendida en el hiemal inmenso.

Grito en silencio y nadie me responde.
Busco, entre niebla, la luz de la palabra,
y no encuentro, ni hallo, ni sé donde

guardé ayer el arado que la labra,
la voz que la alimenta... Ni por dónde
hallar el eco que mis labios abra.


Alphonso CARBAJAL

CHOPIN Nocturno

JACARANDÁS EN FLOR


El jacarandá es un árbol, o arbusto, de inflorescencias racimosas de color azul violáceo, aunque también pueden serlo rosado o blanco. Pero el más español de ellos, es el violáceo, por aquello de las dos funestas Repúblicas, y de la bandera tricolor, en la que uno de esos tres colores, además del rojo y del gualda, es el violeta. Por ello, en estos días en los que España sufre uno de los inviernos más crudos, y en particular, entre otros lugares, Madrid, donde las temperaturas bajan con frecuencia del cero, las heladas nocturnas son casi diarias y tanto los madrileños como quiénes no lo somos -pero estamos aquí, como las cosas- caminamos por las calles semi-embozados, nuestra alma clama por los lugares en los que tales árboles, intratropicales o subtropicales, florecen en abundacia, en estos días. Como bien es sabido todos los cuerpos materiales se dilatan con el calor y se contraen con el frío, y toda contracción equivale o significa merma, disminución y, en consecuencia incremento de lo vulnerable y del desamparo. Pero es mucho mayor este mismo efecto en lo que concierne a los espíritus, que quisieran verse cobijados bajo alguno de esos florecientes jacarandás, no ya tan sólo para no perecer de frío, sino incluso para que no se transmute y corrompa su verdadera naturaleza. Y sobre todo, para sentir la caricia y el abrigo de quienes a su sombra pueden derramar junto a nosotros algún suspiro. A ser posible, algún supiro de amor. Luis Madrigal.-
Arriba, Jacarandá Mimosifolia, de inflorescencias violáces, en plena floración.

miércoles, 7 de enero de 2009

ESPEJISMO INFANTIL


(Siguiendo el rumbo de aquella paloma
que vió volar Rafael Alberti)


Ayer, cuando yo era niño,
un espejismo miraba:
Creía que la nieve es fuego,
que la lluvia, no mojaba;
que la luz, era la nube
y que la sombra, era el alba.
Pensaba -en la noche fría-
que el hielo la calentaba;
que un lago azul era el cielo,
que, el dolor, no hería el alma.
Creí que el amor perdura
y la risa nunca acaba;
que una rosa, con rocío,
despertaba la esperanza.
Anhelaba el amor siempre
y creía en la palabra.
Pensaba que un rayo puro
de sol, siempre iluminaba...
¡Que la vida, era la muerte,
que la muerte... no llegaba!

Alphonso CARBAJAL
5 de Enero de 2009


Ariba, en la imágen, Invierno finlandés

lunes, 5 de enero de 2009

EN ENERO... YA ES VERANO


Ciertamente, no aquí, claro está, sino en la República Argentina y concretamente en Córdoba, la Ciudad que un día fundara aquel español que se llamó Jerónimo Luis de Cabrera, un hidalgo, que había nacido en el año 1538. En el Nuevo Mundo, había sido Corregidor y Justicia Mayor de Potosí, y recibió el encargo de fundar una nueva ciudad más o menos cerca de Santiago del Estero. Pero Cabrera, decidió hacerlo más al Sur y, asi, el día 6 de Julio de 1573, fundo la bella Ciudad de Córdoba, a lo que su condición de andaluz, le hizo añadir "de la Nueva Andalucía". Cabrera, además de su primer nombre, se llamaba también Luis, como yo mismo, de lo que me honro, aunque no había nacido en León, sino en Sevilla. Pagó gallardamente con su vida, por causa de la ambición y envidia ajenas, el haberse desviado algún trecho en la fundación de la nueva ciudad, siendo por ello condenado a muerte. Mas, como era higalgo, se libró del "garrote vil" y murió decapitado en Santiago del Estero, el día 17 de Agosto de 1574. Su muerte no fué inútil, sin embargo, porque andado el tiempo aquella Ciudad se convirtió en el Faro cultural y académico de la Argentina, en Córdoba "la Docta", donde se estudian e imparten todos los saberes humanos. Pero, sobre todo, y aunque fue fundada en invierno, ahora es allí verano, y esto es precisamente lo que a mí, de modo muy especial, apresado en el Viejo Mundo, donde ahora es crudo invierno, me llena de emoción y de alegría. Porque, no sólo intuyo, sino que he podido casi comprobar que de las verdes frondas, que allí ahora proliferan y envuelven con su encanto el espíritu humano, colgarán no sólo rosas y magnolias, sino también algún suspiro de amor, para alimentar cálidamente a quienes nos hallamos sufriendo la amenza de morir de frío. Por este motivo, para iluminar con aquella luz la entrada de este humilde Blog, yo hoy traigo a él -arriba- la esplendida fotografía y el cálido poema de la poetisa argentina, de Córdoba "de la Nueva Andalucía", Alicia María Abatilli, a quien agradezco en el alma el habérmelos enviado. Un beso, Alicia. Luis Madrigal.-

CON OTRA CONCLUYENTE CANCIÓN DE AMOR


Discover Estela Raval!

domingo, 4 de enero de 2009

CON MÚSICA DE SERRAT

UN POEMA DE RAFAEL ALBERTI

SE EQUIVOCÓ LA PALOMA

Se equivocó la paloma.
Se equivocaba

Por ir al Norte, fue al Sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.

Creyó que el mar era el cielo;
que la noche la mañana.
Se equivocaba.

Que las estrellas rocio;
que la calor la nevada.
Se equivocaba.

Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón su casa.
Se equivocaba.

(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.)

Rafael Alberti

Y UNA CANCIÓN DE AMOR

LA MISMA CANCIÓN

viernes, 2 de enero de 2009

2 de ENERO de 2009: ¡¡VIVA ESPAÑA!!

GRANADA, POR LOS REYES CATÓLICOS


Con lo agitados que resultan estos días de Fiestas, se me ha olvidado que, hoy 2 de Enero, se celebra como todos los años desde 1492 la Toma de Granada por los Reyes Católicos, después de un largo asedio, del que por cierto quiso evadirse Don Fernando, ante el riesgo de que Carlos VIII el Calvo, de Francia (¡dichosa Francia, por emplear un adjetivo nada insultante!) invadiese sus Estados, en Aragón (Cataluña tan sólo era un pequeño Condado). Pero las Capitulaciones matrimoniales, permitieron a Isabel (de León y Castilla) tomar enérgicamente a su esposo “por la solapa”, mientras le decía. “Señor: Vuestra guerra es justa, pero la nuestra es Santa”. ¡Fuera los mahometanos de España!. Culminaban así casi ocho siglos de invasión musulmana, pese a que el señor Bin Laden diga ahora que tiene que “reconquistar" Al Andalus. Ilustre señor Terrorista: Los invasores, fueron ustedes. Que tardasen nuestros gloriosos antepasados casi ocho siglos en echarles a ustedes al África, no prueba lo contrario. Yo, imagino, estoy convencido de que la Tercer Guerra Mundial, será de todos (incluidas China y la ex URSS) contra ustedes, que nos han declarado nuevamente la guerra, y nos amenazan cada día con la Yihad, o como diablos se escriba, con la “guerra santa”, y con poner bombas por doquier o cortar el cuello a quien sea en nombre de Alá. Parece mentira que, después de habernos costado ocho siglos, y de que Carlos Martell les parase a ustedes en seco en los Campos Cataláunicos (quizá lo único bueno que ha hecho nunca un francés), cuando se disponían a invadir también Europa. Ahora Francia no es capaz de impedir el velo coránico en las escuelas y nosotros de que paseen ustedes con chilabas y turbantes, no sólo por Granada, sino por la mismísima Calle de Alcalá, de Madrid, cuando se pasean, y no cuando andan por ahí con la navaja, pensando a quien pueden rebanar el cuello. Confieso que, tal vez, esto es racismo, y debo corregirme de ello, pero es el único que me queda. Todos los demás han sido superados, pero ustedes, los moros, me ponen nervioso.

Pese a todo, hoy, 2 de Enero, en Granada habrá sido fiesta, una gran fiesta, porque en su Capilla real, al pie de la tumba de nuestros gloriosos Reyes Católicos, Isabel I de León y Castilla, y desde luego de España, y Fernando II de Aragón, I de Navarra y V de España, pueden leerse estas palabras: “Mahometice secte prostatores et heretice pervicacie extinctores, Fernandus Aragonvm et Helisabetha Castilla, vir et vxor, vnanimes Catholici appellati, marmoreo clavdvntur hoc tumvlo”

Y también hoy, desde el balcón de la Casa consistorial, el concejal más joven del Ayuntamiento granadino se habrá asomado al balcón central del Ayuntamiento, y habrá gritado: “¡Granada!”, que habrá sido respondido por los granadinos con la pregunta “¿Qué?”, continuando con la frase: “Granada, por los ínclitos Reyes Católicos, don Fernando V de Aragón y doña Isabel I de Castilla, ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva Andalucía! ¡Viva Granada!”, frases que se habrán producido tres veces, precedida, cada una de ellas, por la tremolación del estandarte Real. Luis Madrigal.-

BEETHOVEN (9ª Sinfonía) 4) L. Bernstein

BEETHOVEN (9ª Sinfonía) 3) L. Bernstein

BEETHOVEN (9ª Sinfonía) 2) von Karajan

BEETHOVEN (9ª Sinfonía) 1) von Karajan