Con lo agitados que resultan estos días de Fiestas, se me ha olvidado que, hoy 2 de Enero, se celebra como todos los años desde 1492 la Toma de Granada por los Reyes Católicos, después de un largo asedio, del que por cierto quiso evadirse Don Fernando, ante el riesgo de que Carlos VIII el Calvo, de Francia (¡dichosa Francia, por emplear un adjetivo nada insultante!) invadiese sus Estados, en Aragón (Cataluña tan sólo era un pequeño Condado). Pero las Capitulaciones matrimoniales, permitieron a Isabel (de León y Castilla) tomar enérgicamente a su esposo “por la solapa”, mientras le decía. “Señor: Vuestra guerra es justa, pero la nuestra es Santa”. ¡Fuera los mahometanos de España!. Culminaban así casi ocho siglos de invasión musulmana, pese a que el señor Bin Laden diga ahora que tiene que “reconquistar" Al Andalus. Ilustre señor Terrorista: Los invasores, fueron ustedes. Que tardasen nuestros gloriosos antepasados casi ocho siglos en echarles a ustedes al África, no prueba lo contrario. Yo, imagino, estoy convencido de que la Tercer Guerra Mundial, será de todos (incluidas China y la ex URSS) contra ustedes, que nos han declarado nuevamente la guerra, y nos amenazan cada día con la Yihad, o como diablos se escriba, con la “guerra santa”, y con poner bombas por doquier o cortar el cuello a quien sea en nombre de Alá. Parece mentira que, después de habernos costado ocho siglos, y de que Carlos Martell les parase a ustedes en seco en los Campos Cataláunicos (quizá lo único bueno que ha hecho nunca un francés), cuando se disponían a invadir también Europa. Ahora Francia no es capaz de impedir el velo coránico en las escuelas y nosotros de que paseen ustedes con chilabas y turbantes, no sólo por Granada, sino por la mismísima Calle de Alcalá, de Madrid, cuando se pasean, y no cuando andan por ahí con la navaja, pensando a quien pueden rebanar el cuello. Confieso que, tal vez, esto es racismo, y debo corregirme de ello, pero es el único que me queda. Todos los demás han sido superados, pero ustedes, los moros, me ponen nervioso.
Pese a todo, hoy, 2 de Enero, en Granada habrá sido fiesta, una gran fiesta, porque en su Capilla real, al pie de la tumba de nuestros gloriosos Reyes Católicos, Isabel I de León y Castilla, y desde luego de España, y Fernando II de Aragón, I de Navarra y V de España, pueden leerse estas palabras: “Mahometice secte prostatores et heretice pervicacie extinctores, Fernandus Aragonvm et Helisabetha Castilla, vir et vxor, vnanimes Catholici appellati, marmoreo clavdvntur hoc tumvlo”
Y también hoy, desde el balcón de la Casa consistorial, el concejal más joven del Ayuntamiento granadino se habrá asomado al balcón central del Ayuntamiento, y habrá gritado: “¡Granada!”, que habrá sido respondido por los granadinos con la pregunta “¿Qué?”, continuando con la frase: “Granada, por los ínclitos Reyes Católicos, don Fernando V de Aragón y doña Isabel I de Castilla, ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva Andalucía! ¡Viva Granada!”, frases que se habrán producido tres veces, precedida, cada una de ellas, por la tremolación del estandarte Real. Luis Madrigal.-
Pese a todo, hoy, 2 de Enero, en Granada habrá sido fiesta, una gran fiesta, porque en su Capilla real, al pie de la tumba de nuestros gloriosos Reyes Católicos, Isabel I de León y Castilla, y desde luego de España, y Fernando II de Aragón, I de Navarra y V de España, pueden leerse estas palabras: “Mahometice secte prostatores et heretice pervicacie extinctores, Fernandus Aragonvm et Helisabetha Castilla, vir et vxor, vnanimes Catholici appellati, marmoreo clavdvntur hoc tumvlo”
Y también hoy, desde el balcón de la Casa consistorial, el concejal más joven del Ayuntamiento granadino se habrá asomado al balcón central del Ayuntamiento, y habrá gritado: “¡Granada!”, que habrá sido respondido por los granadinos con la pregunta “¿Qué?”, continuando con la frase: “Granada, por los ínclitos Reyes Católicos, don Fernando V de Aragón y doña Isabel I de Castilla, ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva Andalucía! ¡Viva Granada!”, frases que se habrán producido tres veces, precedida, cada una de ellas, por la tremolación del estandarte Real. Luis Madrigal.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario