II
SÓLO SERÉ UNA SOMBRA
“No volverán mis ojos a mirarte…”
Si nunca te miré… es un delirio
que me consuele ver, junto a aquel cirio,
el rostro que ayer vi en tu baluarte.
Tarde llegué, para poder amarte;
veleidades del Árbol de Porfirio…
Más que un peso de ayer, es un martirio:
Te tengo frente a mí y no puedo hablarte.
Los días y las noches se suceden
y ya no volverás, estoy seguro.
Sin vivir, vivo y los que irán no pueden
acercarte hasta mí… Silencio puro.
Ni hacer podrán mañana, los que queden,
más que de mí una sombra, tras un muro.
Luis Madrigal