martes, 17 de marzo de 2009

PARA CONSTRUIR UN MUNDO MÁS JUSTO Y PACÍFICO




A este preciso fin, entre otros que tan sólo el consuelo y la esperanza pueden llevar a África, el Santo Padre, Benedicto XVI, ha llegado hoy a Yaundé, la Capital de la Republica de Camerún. Lo primero que ha dicho, nada más bajar del avión, ha sido que venía a África para "confirmar a mis hermanos y hermanas en la fe". Camerún es un país colonizado por Francia, pero especialmente católico, o cristiano, que ha dado y, desde hace muchos años, concluyentes testimonios de fe. Pero, no obstante, como todos los del mundo, necesita ser confirmado en ella. El Santo Padre, ha recordado inmediatamente que han sido muchos los santos en este Continente, en los origenes del cristianismo. Nada menos que Agustín de Tagaste, su madre, Santa Mónica, o San Atanasio, por refeirse tan sólo a algunos. El Papa, ha dicho también que, en Africa, hay 150 millones de católicos y que llegaba allí -es el 5º Papa que visita el Continente africano- para preparar la Segunda Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos de África, que habrá de celebrarse en Roma en el mes de Octubre próximo. El Santo Padre, afirmó que en estos tiempos de escasez de alimentos, de crisis financieras, de cambios climáticos, África sufre los males del "hambre, la pobreza y la endermedad", ante los cuales los africanos "imploran a viva voz la reconciliación, la justicia y la paz y esto es lo que la Iglesia les ofrece". No nuevas formas de opresión, ni la imposición de modelos de cultura que ignoran, sino la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Por eso, dijo el Santo Padre "rezo por cada uno de vosotros, por vuestras familias y seres queridos y os pido que os unais a mí en la oración por todos los habitantes de este vasto continente. ¡Que Dios bendiga a Camerún! ¡Que Dios bendiga a África", fueron sus últimas palabras. Algunos, nos unimos también a esa oración y, sobre todo, ratificamos nuestro más firme propósito de ver en todos los africanos que transitan, entre necesidad y dolor, por nuestras calles, en cada uno de ellos, a un hijo de Dios. Luis Madrigal.-

Arriba, imágenes relativas a la visita pastorañl del Santo Padre