martes, 18 de febrero de 2014

AUNQUE SE NUBLE EL CIELO




BRILLA EL FUEGO ENTRE NUBES


Gris y más gris, acumulaba el cielo
sin asomar ni un palmo su azul puro.
El paso que camina en suelo duro
quiere alzarse a la nube con anhelo.

Sabe que, más allá de tan gris velo,
la luz arrasa ya todo lo impuro,
como el grano de trigo ya maduro
da a luz el pan, para librar del hielo.

Tendió la vista. Vio allá rojo el fuego…
Calor y luz sintió, también abajo.
¡Dios mío…!  -pensó-  ¿acaso estaba ciego?

Fervor y claridad, sin más trabajo,
podría encontrar  -con fe-  ahora y luego,
sin caminar ya nunca cabizbajo.


Luis Madrigal