Son en
Madrid ahora mismo las 11 horas y 5 minutos del día 23 de Septiembre. Acaba de
comenzar el Otoño en España. Todavía no han de caerse las hojas de los árboles.
Este “primer Otoño”, es dulce y plácido, quizá aún más que el verano. Más
reflexivo y quieto, puesto que camina hacia los días más breves y oscuros, los
del Invierno, en los que baja la niebla desde las altas cumbres, para quedarse
prendida en las esqueléticas y desnudas copas de los árboles. También, cada ser
humano, camina cada día hacia su futuro desnudo y esquelético, sin solución de
continuidad posible. A veces, se arrastra en soledad y busca los ocres colores
otoñales, como amoroso refugio en el que el recuerdo llene sus horas. Este misterio del tiempo, nunca pasa, pero nos
pasa, nos envuelve poco a poco, y pretende terminar en la nada. No me llevará a
mí a ese lugar inimaginable, nunca posible, de vacío absoluto y eterno... De
conmovedora y esperpéntica abstracción de lo que “no es”… ¡La nada! No, no me
arrastrará allí. A tal intento nihilista y desintegrador, opongo la Esperanza…
Sin duda, me conducirá a la muerte, pero ni el tiempo podrá advertir siquiera que, para
mí, la muerte será la Vida. Luis
Madrigal.-
Sturm und Drang (en español 'tormenta e ímpetu')
Hace 8 horas