jueves, 12 de noviembre de 2015

NADIE LO SABE




NI LO SABEN LAS NUBES


No saben bien las nubes si es que el cielo
habita sobre ellas o es el techo
del universo entero, y si fue hecho
cual la nada que cubre... Como un velo

se ciñe sobre el cuerpo y de su anhelo
tan sólo queda un neutro y ya maltrecho
cadáver, muerto en vida, al acecho
de luz que no se apague bajo el suelo.

No lo saben las nubes... Ni el reflejo
del mismo sol que alumbra la alameda.
Sólo el hombre  -borroso cual espejo-

alcanza su latido, en la humareda
de un fuego que se extingue y que, ya viejo,
eleva al cielo suave lo que queda.


Luis Madrigal