sábado, 21 de diciembre de 2013

EL INVIERNO 2013-2014



INVIERNO 2013-14

Inicio astronómico del invierno de 2013-2014

Según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional - Ministerio de Fomento), el invierno de 2013-2014 comenzará el sábado 21 de diciembre a las 18h 11m hora oficial peninsular, a las 17h 11m en Canarias. Esta estación durará 88 días y 23 horas, y terminará el 20 de marzo de 2014 con el comienzo de la primavera.
Desde el punto de vista astronómico, tras la puesta de Sol, en los cielos del invierno de 2013-2014 se verá el planeta Júpiter, que será especialmente brillante durante enero debido a su oposición (momento de menor distancia a la Tierra) del 5 de enero y que, además, alcanzará su máxima declinación norte de +23º el 11 de marzo. Los cielos antes del amanecer permitirán observar a Venus, Marte y Saturno, siendo Venus muy brillante a mediados de febrero. Por otra parte, no habrá ningún eclipse de Sol o de Luna durante el invierno. Aunque difícil de predecir, la actividad magnética solar durante la estación será probablemente alta, dada la proximidad del máximo solar previsto para abril de 2014.

El inicio del invierno

El inicio de las estaciones viene dado, por convenio, por aquellos instantes en que la Tierra se encuentra en unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol. En el caso del invierno, esta posición se da en el punto de la eclíptica en el que el Sol alcanza su posición más austral. El día en que esto sucede, el Sol alcanza su máxima declinación Sur (-23º 27') y durante varios días su altura máxima al mediodía no cambia, y por eso, a esta circunstancia se la llama también solsticio (“Sol quieto”) de invierno. En este instante en el hemisferio sur se inicia el verano
El día del solsticio de invierno corresponde al de menor duración del año. Alrededor de esta fecha se encuentran el día en que el Sol sale más tarde y aquél en que se pone más pronto. Un hecho circunstancial no relacionado con el inicio de las estaciones se da también en esta época: el día del perihelio, es decir, el día en que el Sol y la Tierra están más cercanos entre sí a lo largo del año. Es esta mayor proximidad al Sol la causa de que la Tierra se mueva más rápidamente a lo largo de su órbita elíptica durante el invierno (según la conocida como segunda ley de Kepler) y por lo tanto la duración de esta estación sea la menor.

 

Fechas posibles de inicio del invierno

. El inicio del invierno puede darse, a lo sumo, en cuatro fechas distintas del calendario (del 20 al 23 de diciembre). A lo largo del siglo XXI el invierno se iniciará en los días 20 a 22 de diciembre (fecha oficial española), siendo su inicio más tempranero el del año 2096 y el inicio más tardío el de 2003. Las variaciones de un año a otro son debidas al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario (unos bisiestos, otros no) con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol (duración conocida como año trópico).

Duración del día

Si llamamos coloquialmente duración del día al tiempo que transcurre entre la salida y la puesta del Sol en un lugar dado, el próximo día 21 de diciembre va a ser el día de menor duración. Como ejemplo, en Madrid esta duración será de 9 horas y 17 minutos, a comparar con las 15 horas y 3 minutos que duró el día más largo (que el año 2013 fue el 21 de junio). Obsérvese que hay casi seis horas de diferencia entre el día más corto y el más largo. Esta diferencia depende mucho de la latitud del lugar, siendo nula en el ecuador y siendo extrema (24 horas) entre los círculos polares y los polos. Precisamente es en la Antártida donde algunos días al año alrededor del 21 de diciembre se da el fenómeno del Sol de medianoche, en que el Sol es visible por encima del horizonte durante las 24 horas del día.

Salida y puesta del sol

Se podría pensar que el día más corto del año será también el día en que el Sol salga más tarde y se ponga más pronto; pero no es así: esto es debido a que la órbita de la Tierra alrededor del Sol no es circular sino elíptica y a que el eje de la Tierra está inclinado en una dirección que nada tiene que ver con el eje de dicha elipse. Ello también hace que un reloj solar y nuestros relojes, basados en un Sol medio ficticio, estén desajustados. El día en que el Sol se pone más pronto es el 7 de diciembre, mientras que el día en que el Sol saldrá más tarde será el 4 de enero del 2014.

Distancia al Sol

Por estas fechas se da también el máximo acercamiento anual (perihelio) entre la Tierra y el Sol. En esta ocasión, el máximo acercamiento se dará el próximo día 4 de enero de 2014, siendo la distancia de algo más de 147 millones de km, unos 5 millones de km menos que en el momento de afelio o de mayor distancia (4 de julio de 2014).

Actividad solar

La actividad del Sol se caracteriza por la presencia en su superficie de manchas, fulguraciones y protuberancias, y en la Tierra, se aprecia en alteraciones en la propagación de las ondas de radio y en una mayor presencia de auroras polares. Esta actividad sigue un periodo de aproximadamente 11 años y está asociada al ciclo magnético del Sol. Actualmente nos encontramos en el ciclo solar número 24, este ciclo comenzó en diciembre de 2008 y se espera que llegue a su máximo en abril de 2014. Según las estimaciones realizadas por NOAA y Space Weather Prediction Center durante el invierno el número de manchas solares alcanzará valores entre 68 y 91. Gráficas con el número de manchas solares en los últimos años y predicciones de la evolución del ciclo 24 pueden encontrarse en la página Space Weather Prediction Center.

 

Eclipses y fenómenos relacionados

A lo largo del invierno no habrá ningún eclipse.

Observación nocturna del cielo en invierno

En toda época del año hay algún fenómeno astronómico de interés, predicho (como son los eclipses) o no (como los cometas nuevos). Suele ser preferible realizar las observaciones en fechas cercanas a la luna nueva (1 de enero, 30 de enero y 1 de marzo de 2014), salvo cuando se pretende observar la propia Luna.

Luna llena

La primera luna llena del invierno se dará el 16 de enero, dándose las siguientes 29 o 30 días después. En este invierno se darán otras dos lunas llenas: 15 de febrero y 16 de marzo de 2014.

Visibilidad de los planetas

Venus (muy brillante), Marte y Saturno serán los luceros matutinos, Júpiter (muy brillante) y hasta mediados de febrero Marte serán los vespertinos.

Lluvias de meteoros

Si no se dispone de ningún telescopio, se pueden observar las lluvias de meteoros que se producen ocasionalmente. La primera lluvia de meteoros importante del invierno es la de las Cuadrántidas, cuyo máximo se da hacia el 3 de enero.

Constelaciones

En cuanto a las agrupaciones ficticias de estrellas conocidas como constelaciones, alrededor de la estrella Polar se verán a lo largo de la noche Casiopea, la Osa Menor y Cefeo. Las constelaciones zodiacales (eclípticas) visibles en este periodo van de Acuario a Sagitario. Por encima de la eclíptica destacarán Pegaso y la Osa Mayor; por debajo, Orión. A lo largo de las noches de invierno se pueden ver las doce estrellas más brillantes del cielo que son visibles desde nuestra latitud: Sirio, Arturo, Vega, Capela, Rígel, Proción, Betelgeuse, Altair, Aldebarán, Antares, Espiga y Pólux.

Observaciones con prismáticos o pequeños telescopios

Con grandes prismáticos o un pequeño telescopio, dotados de un filtro lunar adecuado, se puede observar el relieve de la Luna. Para tener una buena visión de él conviene ir observándolo noche tras noche mientras va creciendo la iluminación de la Luna, pues así se ven aparecer nuevos accidentes orográficos. Cuando la noche es más oscura por haber luna nueva, se puede intentar ver nebulosas de emisión como el complejo de nebulosas de Orión (Messier 42 y 43), el grupo de las estrellas Pléyades y el resto de supernova conocido como la nebulosa del Cangrejo (Messier 1). Con prismáticos también se pueden ver las lunas más brillantes de Júpiter y se puede hacer un recorrido por la franja estrellada que constituye la Vía Láctea.

Anuario

Para mayor información sobre los fenómenos astronómicos del año se puede consultar el Anuario astronómico, libro que anualmente publica el Instituto Geográfico Nacional.

Información proporcionada por el Observatorio Astronómico Nacional (IGN, Fomento). Se autoriza la reproducción citando su procedencia


¡SEÑOR, LÍBRANOS DEL INVIERNO...





… DE LA ESTULTICIA, LA INEPTITUD, LA OBSCENIDAD, LA CODICIA, LA INJUSTICIA Y EL LATROCINIO!

         El invierno, no sólo como todas las demás estaciones astronómicas del año, sino, más ampliamente, como cualquier otro fenómeno de manifestación de la naturaleza e incluso de la vida, y con ello de las acciones y actitudes humanas, tiene muchas caras y también muchos momentos. Hay un Invierno de calendario, oficial y cronológico, que se produce puntualmente, con exactitud meridiana, y nunca mejor dicho. Pero, además, hay “otros inviernos”, que pueden hacer su aparición antes o después de ese momento cronológico y cronográfico, casi sacral o mágico.

         En este Invierno 2013-2014, en España, ya ha habido de todo. Incluso, hace ya casi un mes, llegó a nevar ligeramente en Madrid, aunque lo suficiente para tapizar el suelo de blanco, y no tan superficialmente, durante algunas horas. Después, hemos “disfrutado” de un invierno propiamente otoñal, seco, con terroríficas heladas nocturnas, que se hacían sentir en las primeras horas de la mañana, para romper desde el medio día y primeras horas de la tarde en una explosión de calor. Tampoco ha llovido lo usualmente habitual y necesario, amenazando con ello el nivel de los embalses, que han de facilitar ese ingrediente vital del agua.

         Por fin, hoy, dentro de unas horas, quizá exactamente cuando se publiquen en este humilde Blog estos garabatos que dibujo a toda prisa en una cafetería próxima a mi domicilio, o incluso antes de que puedan ser tecleados, su cumplirá el término -un término “certus an certus quandum”-  astronómicamente exacto y de suma precisión: Las 18 horas y 11 minutos, del día 21 de Diciembre de 2013. Entonces, ya estaremos  -¿acaso ya estamos?-  en invierno en todo el Hemisferio Norte del Planeta. Por el contrario  -¡qué sana envidia, entre otros sentimientos aún más nobles!-  en el Hemisferio Sur, estarán  -¿lo estáis ya acaso?-  en el largo y cálido verano.

         Pero, hay otros inviernos mucho más fríos y lacerantes, como también sin duda podrá haber otros veranos más alegres y luminosos. Esta misma mañana, mientras escuchaba una emisora de Radio, pude enterarme de que numerosas agencias de turismo estaban intensificando sus propuestas de viajes desde España al Japón, a la India, en la costa de Goa  -no en los suburbios de Calcuta- a las sabanas africanas, en las que se despliegan los más inmensos paraísos de caza mayor, o a los fiordos de Noruega, entre otros exóticos o paradisíacos destinos. Todo ello a los moderados precios de 3.000, 5.000 o 10.000 €, equivalentes, respectivamente a más de 4.000, casi 7.000 y más de 13.000 $. O lo que puede resultar más significativo para españoles, a 500.000, 831.930 y 1.663.860, de las mal llamadas “antiguas pesetas”, dado que la heroica peseta, sencillamente, ya no existe. También pude enterarme de las ofertas para otras personas de menor capacidad económica, en la totalidad de las estaciones de esquí pirenaicas, tanto en el Pirineo aragonés como en el catalán de Baqueira Beret, donde solía o suele practicar tan blasonado y preclaro deporte el Rey de España.

         Por el contrario, llevaba varios días, más bien sus noches, a la caída del sol, observando presencialmente cómo algunas personas, cubiertas de harapos, inspeccionaban removiendo el “material” en los cubos de la basura, con el propósito de encontrar allí  -según aseguran fuentes bien informadas-  un mendrugo de pan que poder llevarse a la boca. Dicen que es la grave situación económica que atraviesa España y que eso sucede porque, la deuda contraída por el anterior inepto y canallesco Gobierno del PSOE, aparte sus elevadísimos intereses  -lo cual sin duda es objetivamente cierto-  no ha podido ser superada por el Gobierno actual, el del Sr. Rajoy, que no es ningún imbécil, sino Registrador de la Propiedad y persona de indiscutible talento y experiencia política como gobernante. Lo fue efectivamente en Galicia, y con sumo acierto. Pero, yo tampoco confío ya en ningún “brillante opositor”, aunque me eche siempre a temblar cuando el poder político es ejercido por algún analfabeto, al que, después de sus disparates, y como hicieron en Islandia, no meten en la cárcel  -al menos como responsable, en concepto de autor, de un delito de imprudencia grave, con resultados de catástrofe-  sino que se le hace, o se permite que él mismo se haga, miembro nada menos que del Consejo de Estado, el supremo órgano asesor de toda la maquinaria estatal.

         Siempre creí  -yo también corrí en la Universidad y después de ella, pero siempre delante de “los grises”-  que toda dictadura política, y las militares más, son altamente reprobables y perversas, porque, al suprimir radicalmente la libertad, cosifican a las personas, es decir, las transforman en cosas, cuando no las envían directamente al cementerio, sin tan siquiera pasar antes por la cárcel. Con un buen libro de Filosofía o de Derecho Político, serenamente sostenido en la mano, es imposible no condenar tal sistema de gobierno, y no ser demócrata. Pero, llevo ya muchos años sufriendo este megalómano y estúpido sistema, irreal y de “fabricación in vitro”,  de las 17 Españas, con sus parlamentos, gobiernos y burocracias de toda índole, además de un Parlamento general “nacional” bi-cameral, donde más de medio millar de personajes de muy bajo nivel de instrucción y especie más bien lanar que asnar o caballar, se afanan en conducir a España a la miseria. Además (parece ser no son maledicencias, ni torpes insinuaciones) casi toda esta gentuza practica de modo impune ese deporte tan universal del robo y el latrocinio, sin escrúpulos. Y se dan tales casos, no sólo en la desproporcionada burocracia político-administrativa de todas las instituciones del Estado, sino hasta en la endogamia de la más alta esfera del mismo. Y eso, casi me obliga a relativizar mis teóricas convicciones “científicas” del ya viejo estudiante de Derecho Político, y me hace clamar, cada vez con más fuerza y honesta sinceridad, en torno a aquella figura diseñada por el genio jurídico-político de la Madre Roma, creadora del Derecho, la del “Dictador optima lege creator”, figura de suma honestidad, prudencia y eficacia práctica, instituida para periodos de especial crisis y gravedad, en los que resueltas las dificultades o penurias, se renovaba la vida democrática en el Senado. Ciertamente, la figura cobró el más odioso sentido peyorativo desde que, una vez, algún Dictator, no devolvió sus poderes extraordinarios a la asamblea popular, sino que se quedó con todos ellos. Y algo similar, o lo mismo, sucedió con otra figura clásica, la del Tirano en Grecia. Pero, mirándolo bien y despacio, ¿Qué más da? ¿Qué más da padecer una dictadura, militar o no, que verse burlado, como un idiota, por una fingida democracia, convertida en autentica dictadura parlamentaria de esa lacra de los sindicatos y de los partidos políticos? ¿Acaso no es igual? A menos perder, por lo menos se garantiza el orden público, la seguridad de las personas y de los auténticos valores espirituales y, si alguien me apura, también la verdadera libertad, que no puede ser sino la ontológica, o desde luego lo es mucho más que la de las libertades formales, mera apariencia de todo lo más abyecto y canallesco. ¿Libertad para lanzar al aire ese producto tóxico, obsceno e inmoral, intelectualmente de basurero, con el que infectan a las mentes más elementales determinadas emisoras de TV? Por ejemplo, Tele 5, ese almacén de productos altamente peligrosos para la salud pública, intelectual y moral.

         Por todos estos motivos, pienso seriamente si España no está pidiendo ya a gritos otro General. Aunque esta vez no pueda ser de El Ferrol (Galicia), también puede haberlos excelentes en Loja (Granada), pese a las quejas y denuncias, a la sazón, de Donoso Cortés… O en cualquier otro lugar donde los Espadones, no sean tan mal vistos por esa otra epidemia crónica padecida en España que se llama o hace llamar la izquierda”  y cuyas utopías, mentiras y contradicciones, tanto mal ha causado a los españoles.

         Eso antes de que, como ya sucedió una vez en la Historia  -no en la de España, pero sí en la de Francia-  los populachos hambrientos interrumpan el paso de aquella carroza real en la que viajaba Maria Antonieta, la esposa austriaca de Luis XVI. Se cuenta que S.M. preguntó, el porqué de aquella agitación y, como alguno de los “pajes” de su séquito le indicase que no comían, porque no tenían pan, aquella indecorosa mujer replicó: "Qu´ils mangent de la brioche" (“Pues que coman pasteles…”).  Poco tiempo después, rodaba su cabeza, segada por la guillotina, aquel 16 de Octubre de 1793, como nueve meses antes, un 21 de Enero del mismo año, había rodado la de su real esposo, S.M. el Rey Luis XVI de Francia.

         Pienso yo ahora, si no será esta técnica  -la de la guillotina-  la que pueda solucionar de una vez y por todas los males de esta España, a la que quiero y en la que comienza a resultarme difícil poder respirar, ante lo que veo. ¡Qué lástima y que despilfarro…! Allá hace más de medio siglo, en España, tuvo lugar una horrible guerra fratricida, que en principio se dijo de un millón de muertos. Después, los datos reales se han ido reduciendo hasta alcanzar el número mucho más bajo del medio millón. Pero lo paradójico y triste del caso es que, aún así, después de tanta sangre española vertida, nunca se hizo una verdadera Revolución, como se hizo en Francia… Tal vez, la guillotina sea lo más difícil de olvidar.


Luis Madrigal