¿QUIÉN HA HERIDO MI LUZ, QUIÉN ME HA ROBADO EL FUEGO?
No volverá la brisa, que aliviaba
con suavidad el fuego del estío,
ni alegre volverá a correr el río...
¡No brillará la luz que los miraba!
No supe ver el paso, que pasaba,
sin que el tiempo que fue, sea otra vez mío;
ni pude sospechar que mi albedrío
podría huir de aquello que soñaba.
Un año, y casi cien, pasaron lentos
pero, a su vez, sin verlos yo, volaban
para dañar con saña los cimientos,
que al huracán cedían y temblaban,
mientras mis labios secos, macilentos,
al cielo se movían... Y rezaban.
Luis Madrigal
Arriba "Prometeo" (Rubens) robando el fuego a los dioses