viernes, 11 de diciembre de 2009

¡OH, LA POESÍA...!


NUNCA...

Si nunca podré verte, ya mi suerte
está escrita en el agua, o en la arena
de una playa lejana. O en el aire.
Tal vez, vive en una botella naúfraga
que sucumbió en el Mar.

Si nunca oiré tu canto, mis oídos
han muerto, y el silencio se ha hecho eco del trueno
cuando el rayo ilumina mi noche oscura.
Quizá arrulla en la noche de estío
mi letargo invernal, bajo la nieve.

Si nunca te miraré a los ojos,
¿para qué ver?, pese a que los míos
pugnen con la luz, para apresar el color
y alimentar mi memoria, mientras tu cuello de cisne
se eleva sobre las más altas montañas.

Si nunca he de tomar tu mano,
al arrullo de las olas,
nunca podré volar y, en vez de elevarme hasta el cielo,
vagaré errante por los caminos polvorientos,
que herirán mis pies y harán sangrar mi alma.

Luis Madrigal





OTRA VEZ LA LUNA


Cuando no tengo ganas de escribir, o no tengo que decir nada que no se haya dicho ya, prefiero escuchar una música. Y ninguna tan dulce como la que ya tantas veces he oído, imaginando mientras la esucho que la Luna, ese misterioso cuerpo celeste que se desgajó de la Tierra, sin duda al encontar en ella tantas miserias, se halla en ese momento plenamente iluminada sobre mi cabeza, o más bien entre alguna nube de gasa o de algodón. Entonces, mientras escucho, pienso... Y, mientras pienso, no puedo encontrar otra explicación posible a la vida sino la del amor. Porque, fuera de él, nada tiene sentido. Luis Madrigal.-