martes, 6 de septiembre de 2011

SIGUEN LOS ECOS...



Aunque pudieramos decir siguen retrospectivamente, también cabría afirmar que con una misma razón de causa y unidad de propósito. Mi buen amigo y hermano en la Fe, Ignacio-Luis González Crespo, me envía nuevamente un viejo poema, que, según dice él mismo, escribió en un Bar, sobre una servilleta de papel, hace ya algún tiempo. También Schubert escribía sobre servilletas sus partituras, durante las excursiones al campo, después de la merienda. Y esas canciones llegaron a formar parte de la música popular alemana, no sólo los maravillosos Lied, o Lieder, sino otras muchas composiciones musicales, si no tan clásicas y románticas, sí de más alto porte musical de lo que, en otras latitudes, se ha llamado música "Conytry", o música "Folk". ¡Qué enorme suerte...! Alemania  -confieso una vez más mi germanofilia-  es un país, entre otras muchas esencias, musicalmente tan afortunado que las letras de sus canciones populares se deben a Friedrich Shiller, y la música, a Franz Schubert. Nada de "El vino que tiene Asunción", que también servía para "engrasar las bielas". ¡Qué vergüenza siento a veces al recordar aquellas estúpidas canciones de mi infancia, cuando íbamos de excursión al campo! No voy a decir que Ignacio-Luis, sea Shiller  -yo tampoco lo soy-  pero sí alguien que, además de compartir el mismo Camino, ama y cultiva la Poesía como yo. Por eso, aunque lo escribiese antes, en una servilleta de un Bar, a mi me parece que, desde Villademor de la Vega (Provincia de León), continúan llegando hasta mí los ecos. Muchas gracias, Nacho, por tu aportación que, no por pasada, deja de ser "instantánea". Ya sabes que el tiempo, al menos para los Psiquiatras... no existe. Infinitamente menos para Dios, que es Eterno. Luis Madrigal.-