Yo, no soy lingüista, ni mucho menos y, menos aún, pretendo aburrir a nadie en un Blog, que ha de ser un lugar de encuentro y comunicación suave y desprovisto de toda complicación, con la finalidad, simplemente, de ir soportando el tiempo, y hasta si se quiere el aburrimiento. Y, en este sentido, casi lo mejor, sería contar cada día algún chiste. Un chiste bueno, por descontado, y no esos tan rancios y vulgares, sin ningún sentido, que tanto se prodigan, sin duda también entre gentes de similar pelaje, generalmente "lanar". Pero hoy me he levantado con la obsesiva idea de tratar de explicarme a mí mismo (y deseo compartir esta inquietud con vosotros y con todos ustedes) cómo pudo surgir "el lenguaje", esto es, la Lengua, los idiomas, con total independencia de que éstos se cuenten por millares y sean, a su vez, distintos, según las latitudes, las etnias, las razas, las culturas o costumbres de una colectividad o grupo humano determinado. Es evidente, y la Etología así lo proclama, que todos los seres vivientes, disponen de medios o sistemas de comunicación entre los distintos individuos que los forman. Por ello, en sentido genérico, o en cuanto a sistema de comunicación, el lenguaje, no es exclusivo del ser humano. También los monos, sin duda los pájaros y los perros, las hormigas y las abejas y muy probablemente hasta los mejillones, tienen los suyos. Pero éstos, son sumamente toscos, imperfectos, sub-humanos, porque, que se sepa, ningún mono, y mucho menos aún una hormiga, y ni siquiera un delfín, ha escrito "El Discurso del Método", por ejemplo, y ni una simple carta a sus familiares, o una nota para dejar un aviso, aunque lamentablemente tampoco sean capaces de hacerlo algunas personas, que, en consecuencia, en este preciso sentido, son como las hormigas o como los monos. Tan sólo el ser humano, ha sido capaz, desde la emisión de los primígenos sonidos, o alaridos guturales, de llegar a estructurar y sistematizar una código de comunicación, que perfeccione, primero, esos sonidos animales -convirtiéndolos de grito en fonema- representándolos después mediante signos gráficos -o escritos, alfabéticos- dotándolos de un contenido o significado propio -semántico- exactamente preciso, de forma tal que ningún otro, sonido, signo, significado o contenido puede ser exactamente igual a otro, hasta componer palabras -lexemas y morfemas- y por último, uno a uno, proposiciones lógicas y prosódicas -sintagmas- por medio de las cuales expresa ideas, pensamientos, sentimientos, desarrollando de este modo el más amplio horizonte del intelecto. Esto, sí es exclusivo, privativo, del ser humano, y ello, a mi humilde juicio, es, junto a las puestas de sol, la manifestación más contundente del origen divino del hombre y del mundo, y de la magnificencia y gloria de su Creador.
Pero, lo que yo hoy me propongo exponer aquí no es tanto esa maravilla del Lenguaje, de todas y cada una de las diversas Lenguas (incluidas las hablas) o idiomas que se utilizan en el mundo, sino, particularmente el dato, convertido en verdad estadística, de que, dentro de las 6.800 Lenguas que se hablan en todo el planeta, según mis datos y fuentes, distribuidas entre cerca de 250 naciones, ya sean éstas monolingües o polilingües, casi ya, o muy probablemente a estas alturas, más del 50 por ciento de la Humanidad, habla tan sólo en una única Lengua, naturalmente dentro de sus variantes, llegando a ser éstas -pese a también múltiples- casi insignificantes, en comparación con las demás Lenguas habladas en el mundo. Esa Lengua, ancestralmente común, a casi toda Eurasia (incluida la India), a las dos Américas y Autralia, y a una gran parte de África, es lo que en los últimos tiempos se ha llamado el indoeuropeo, o más concreta y exactamente, proto-indoeuropeo y la cuna geográfica, según discusiones científicas, pudo ser Armenia o el sur de Ucrania. La gran familia indoeuropea, cuenta como digo con numerosas sub-familias: La armenia, albanesa, báltica, céltica, eslava, germánica, griega, indoirania e itálica, en la que se encuentra encuadrada nuestro castellano, en unión de todas las lenguas hermanas, derivadas no sólo del Latín, sino en íntima relación de parentesco lingüístico, ya sea como estrato o como substrato, con el grupo galo-ibérico, dentro de las lenguas latino-faliscas y romances. Algunas de éstas últimas, además del Falisco y del propio Latín (tan sólo muy ocasional y geográficamente vivo en la Ciudad del Vaticano, y cada vez menos en la Liturgía de la Iglesia Católica), son ya lenguas muertas, aunque ciertamente muy pocas: El mozárabe, el navarro-aragonés, el dálmata, el osco, el umbro, los dos tocarios y el lusitano. Todas las demás de este grupo, se encuentran vivas. ¡Por favor, señores de La Bisbal, no sólo el catalán, en el diasistema occitano, sino también, dentro de él, el provenzal, languedociano, lemosín, gascón auvernés, nizardo y vivaroalpino. ¿Pero qué se creen ustedes? ¿Que sólo su lengua, por ser tal, ha de constutuir un Estado independiente y soberano? No deberían olvidarse, de que todas las demás lenguas de este mismo diasistema, se hablan en Francia, aparte de que, también dentro del "Estado francés", se encuentran vivas el valón, el galó, el normando, el borgoñón, el champañés, el franco-condés, el loreno, el picardo, y el poitevin-Santongés. Eso, en Francia. Pero, también en la propia España, se hablan otras lenguas (se siguen hablando, y por lo tanto están tan vivas como el catalán). Dentro del grupo astur-leonés: El asturiano, el leonés, el cántabro, el mirandés y el extremeño. Por no hablar del "panocho", en la Hermosa Murcia (!Murcia, que Hermosa eres y... que española!) ¿Qué les parece? ¿Proclamamos también la independencia estatal de las regiones y "nacionalidades", en las que se hablan todas esas Lenguas dentro del "Estado español", o de la Península Ibérica?. ¡Ni ustedes mismos se lo creen!. Hablo de las personas cultas y serias, no de cualquier pintamonas, advenedizo a Cataluña.
Por último, quiero hacer notar algo que creo fundamental. El castellano, y algunas otras lenguas de su misma sub-familia indoeuropea, son hijas del Latín, como bien es sabido. Pero, ¿qué pasa con el Griego?. Con el Griego clásico, por supuesto, no con el que ahora mismo se habla en Atenas. El antiguo Plan 1938, en el Bachillerato español, y algunos Profesores dentro del mismo, podrían haber sembrado o llamado a cierta confusión. Tanto porque el estudio de la asignatura de "Griego" (de la que Unamuno fué Catedrático en la Universidad de Salamanca), se disponía en el 5º Curso, mientras que la de "Latín" se estudiaba desde el 1º, con apenas diez años de edad, como porque, al llegar a estudiar Griego, en 5º Curso, el Profesor de la asignatura, manifestase en algún caso la necesidad de saber Latín, para poder saber Griego. Ello pudo llevar a algunos al malentendido de que el primero derivaba, a su vez, del segundo. Y sin embargo, nada más falso. El castellano (el catalán, o el galaico-portugués, no lo sé muy bien) está numerosamente salpicado de palabras de origen griego. No hace falta poner ejemplos, por harto conocidos. Pero, eso es así porque tales palabras se recibieron a través del Latín. Y, a su vez, se explica porque el Griego ejerció una poderosa imfluencia, no en la formación, pero sí en la extensión del Latín. Los griegos de Italia, que festoneaban sus costas, hasta penetrar dentro de ella y de la misma Roma, ya desde el siglo VIII a.C., enseñaron a los pueblos itálicos la escritura, pero además su lengua sirvió para denominar muchos objetos y conceptos, que las rudimentarias lenguas itálicas, y el propio Latín entre ellas, no habían acertado a expresar. De tal forma que los cambios fonéticos experimentados por el Latín a través de helenismos, fue produciendo sus efectos. Y asi se constata, que la irrupción masiva de préstamos y calcos del Griego, puso en guardia a los escritores latinos desde tiempos muy tempranos, encabezados por Catón el Viejo, en el siglo III a.C. Sin embargo en el período de oro de la Literartura latina los escritores romanos se rinden a la evidencia de la superioridad del griego. De ello, se hacen eco los célebres versos de Horacio: Graecia capta ferum victorem cepit et artis / intulit agresti Latio. "La Grecia conquistada, conquistó a su fiero vencedor e introdujo las artes en el rústico Lacio" (Epístolas, 2, 1, 156-157).
Los españoles, y las Naciones hermanas que hablan en español, hablamos, por tanto, no sólo fundamentalmente en Latín -aparte de casi un 20 por ciento en árabe, nos guste o no- pero también, en otra buena parte, en Griego. Y, por ello, me ha parecido oportuno, aprovechando la hermosa iniciativa de alguien y de ese gran ámbito divulgativo que es YouTube, ofrecer a ustedes y ofreceros a todos, queridos amigos, el interesante vídeo que seguidamente inserto. Que os sea útil. Luis Madrigal