miércoles, 16 de junio de 2010

UN MILAGRO AL AMANECER



SI MAÑANA TE ENCUENTRAS CON EL VIENTO 



Cuando mañana, ante el sol,
te encuentres con el viento,
pregúntale si en mi alma el sentimiento
sigue vivo, porque morir no quiere
aún, ausente de ti y sin tu alimento.
El viento te dirá lo que ya gritan,
cuando sube, las copas de los álamos;
las piedras junto al río, cuando baja
a acariciar el musgo que sobre ellas
amorosa depositó el agua;
las cumbres y altozanos, los oteros
que sobrevuela lenta una paloma
llena de paz y amor, por si, de lejos,
avista el movimiento de tus pasos sabios,
escucha tu rumor y, en un momento,
siguiendo del impulso la corriente,
al abrirse al rocío la mañana,
deja un rosa que llegue a tu ventana
y, entre sus rojos pétalos, un beso
que florezca después entre tus labios.


Luis Madrigal