miércoles, 28 de septiembre de 2011

MÁS LEJOS QUE DE GANTE...




NO NOS CANSAREMOS JAMÁS


Según tengo entendido han declarado los dos Altos Tribunales (incluido ese que no debería existir, cueva o nido de politicastros disfrazados de jueces), que el mapa autonómico de España  -sin duda para desgracia de sí misma-  está permanentemente abierto. ¡Hala, vengan “autonomías”, gobiernos y parlamentos… hasta que nos arruinemos todos de una vez! Pero, eso sí, puestos a jugar a tan estúpido juego, ¿por qué no hemos de jugar todos, y no sólo algunos? Ya que el invento, ingenuamente diseñado para tratar de eludir 2 riesgos, ha provocado 17 siniestros, por uno más no vamos a dejar de arruinarnos, ni a evitar que los señores de Bruselas nos inviten, para dar “marcha a tras”, si es que tal despropósito la tiene, en lugar de ir comenzando a “vender islas”, como tendrán que hacer al final con Grecia, a vender el Museo del Prado. Para empezar y, después, a vender España entera. Antes de que esto llegue a suceder, los leoneses, que contribuimos en tan notable medida a crear España, queremos también tener el honor y el asco de contribuir a destruirla. Y exigimos de nuevo, una vez más, nuestra Propia Comunidad Autónoma, la nuestra propia. ¿Cantabria, La Rioja, Murcia, y hasta Madrid, sí, y León no? Eso no se sostiene históricamente. No hay inconveniente alguno en admitir el diagnostico orteguiano de que España es una creación artificial de Castilla, pero también hay que admitir que León es “el padre y la madre de Castilla”, su progenitor. Por tanto, que León no es Castilla, sino indispensablemente previo y muy anterior a Ella, lo saben hasta las ratas de Valladolid, que por cierto también era antes León. Naturalmente, no me refiero, en particular, a ningún honrado vallisoletano, ni mucho menos a todos los vallisoletanos en general, sino tan sólo a las ratas, esos deleznables roedores, tan repugnantes y peligrosos, que habitan en todas las latitudes del Planeta y, por tanto, sin duda alguna, seguro que también en Valladolid. Es más, allí moran muy especialmente y en gran cantidad, si hemos de tomar como referencia una de las novelas  -“Las ratas”-  de la que es autor uno de los más preclaros hijos de Valladolid, Don Miguel Delibes, que en paz descanse.

Que León es “antes que” y “antes de”, no lo saben solamente las ratas de Valladolid, sino que lo supo también una rata nacida por desgracia en el propio León  -en la Provincia-  de muy discutible talento, político y humano, excepción hecha, probablemente, del dominio de los 26 Puntos Programáticos de la Falange, con el debido respeto a aquel gran soñador  -también orteguiano, como humildemente lo soy yo mismo- que tanto amó a España y se llamó José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, III Marqués de Estella (Madrid, 24 de Abril de 1903 – Alicante, 20 de Noviembre de 1936). Pero, aquel funesto sujeto, que decía seguir sus pasos, fue prácticamente el artífice exclusivo de que en León, (crucificado ya en el siglo XIX, cuando se efectuó la división administrativa de España, con la creación de las Universidades, y de las Regiones militares y Provincias Eclesiásticas, entre otras circunscripciones), culminase el parón del reloj de la Historia, detenido ya en 1230, y fuese “rematado”, en el post-franquismo, excluyéndolo de esta pamema de las “Autonomías”. Bien mirado, con verdaderos ojos de auténtico patriotismo español, nos queda el consuelo de no haber contribuido a semejante ruina, pero también la amargura de sufrir el desprecio hacia nuestra gloriosa Historía, como si León no ocupase  -y por algo será-  todo un cuartel entero en el escudo de España.

Ocasión perdida de reparar alguna otra arbitrariedad, aunque más bien también debida al caciquismo y baja estatura humana de otros “patriotas” leoneses, de similar o análoga catadura. Porque, en realidad el reloj de la historia leonesa, y de su economía, no se paró en 1230, cuando Fernando III, el Santo, que era hijo de un leonés, Alfonso IX, decidió unir León y Castilla para siempre. Se paró mucho después, cuando la multinacional francesa Fasa-Renault, a punto de instalare en León, lo hizo en Valladolid, poniendo en hora y marcha desde entonces el de la Ciudad esteparia. Ahora, para rematar el proceso de atropello e indefensión, esta paramera urbe, se ha hecho con la capitalidad de todo un territorio, con el que jamás pudo soñar, con el que nada tiene que ver y que le cae muy lejos. ¿O acaso saben en Valladolid donde se sitúan la Peña de la Canda, Posada de Valdeón u Oseja de Sajambre? ¿Acaso no están tales lugares más lejos de Valladolid que  -poniendo en prosa a Calderón-  Valladolid de Gante? Es decir, de Bruselas, donde dicen que se cuece hoy todo en Europa. Pero, para los leoneses, es un insulto que nada de cuanto les afecta pueda cocerse en Valladolid, que ya ni les mira siquiera. Tan sólo mira hacia Madrid, por ver si puede engordar un poco más. Para eso, mil veces mejor el “centralismo” de Madrid. A pesar del General Franco. Luis Madrigal.-








lunes, 26 de septiembre de 2011

UN CANTO PUDOROSAMENTE SACRÍLEGO




PARA ENTRAR EN EL CIELO,
NO HACE FALTA MORIR


Soñaba antaño ser  -blanca-  una nube
para entrar en el cielo por la altura
y gozar, junto a ti, de la hermosura
de la luz celestial, como un querube.

Un copo de algodón, que sube y sube,
hasta alcanzar de amor suave ternura.
Soñaba que crecía mi andadura
y ya en el cielo había lo que hube.

Tendría que morir, dejar el suelo
sobre el que ahora camino, y sus rastrojos...
Tendría que emprender un alto vuelo

y pudrirse en la tierra mis despojos.
Mas, pronto vi que, para alzarse al cielo,
no hace falta morir... Bastan tus ojos.




Luis Madrigal







viernes, 23 de septiembre de 2011

HA LLEGADO EL OTOÑO



Son en Madrid ahora mismo las 11 horas y 5 minutos del día 23 de Septiembre. Acaba de comenzar el Otoño en España. Todavía no han de caerse las hojas de los árboles. Este “primer Otoño”, es dulce y plácido, quizá aún más que el verano. Más reflexivo y quieto, puesto que camina hacia los días más breves y oscuros, los del Invierno, en los que baja la niebla desde las altas cumbres, para quedarse prendida en las esqueléticas y desnudas copas de los árboles. También, cada ser humano, camina cada día hacia su futuro desnudo y esquelético, sin solución de continuidad posible. A veces, se arrastra en soledad y busca los ocres colores otoñales, como amoroso refugio en el que el recuerdo llene sus horas.  Este misterio del tiempo, nunca pasa, pero nos pasa, nos envuelve poco a poco, y pretende terminar en la nada. No me llevará a mí a ese lugar inimaginable, nunca posible, de vacío absoluto y eterno... De conmovedora y esperpéntica abstracción de lo que “no es”… ¡La nada! No, no me arrastrará allí. A tal intento nihilista y desintegrador, opongo la Esperanza… Sin duda, me conducirá a la muerte, pero ni el tiempo podrá advertir siquiera que, para mí, la muerte será la Vida. Luis Madrigal.-



 

miércoles, 21 de septiembre de 2011

MÁS RESPETO, VAQUEROS...



Desde luego, resulta comprensible para todo aquel que hace o produce algo -y cada vez más, por el camino que vamos-  la presencia común de la publicidad. Humildemente, tan sólo era llamada antes "propaganda", pero las modernas técnicas "científicas", ostentosamente pretenden convertirla en cosa de más altos vuelos. He ahí el "marketing". Otra "necesidad" para poder vender algo, aun cuando se trate de cacerolas o de papel higiénico. No obstante, según tengo entendido, la publicidad es ciencia de distinta rama a la del "marketing", aunque pueda o deba ser encuadrada en el tronco común de todas esas ciencias que no lo son, incluida, por ejemplo, la Sociología positiva, o "método de la encuesta", tantas veces practicada por los vendedores de "kleenex" al lado de un semáforo.

Sin embargo, quienes profesan semejante ciencia  -la publicidad-  y se llaman a sí mismos "publicistas", como si se tratara del propio Maurice Hauriou (mucho más que los ingeniosos y verdaderos artistas que la ilustran con sus dibujos y pinturas), deberían imponerse también a sí mismos un cierto límite  -naturalmente, de orden estricta y rigurosamente cultural-  a fin de no lesionar principios o bienes sumamente respetables, como por ejemplo la Música o el Arte. ¿Quién no ha presenciado la sacrílega degradación de Beethoven o de Leonardo Da Vinci, en algunos de esos asquerosos anuncios producidos para vender papel higiénico, u otro producto por el estilo? También deberían ser mucho más respetuosos con la Historia. Por lo tanto, con las figuras, si se quiere no más excelsas, pero sí que han procurado y conseguido en algún momento el bienestar de colectividades enteras. ¿Quién no ha reparado alguna vez  -en esa peste de la TV o fuera de ella-  en que el "genio" de quienes se hacen llamar "publicistas" sin saber siquiera qué significa eso, profana torpe y alevosamente, con la mayor impunidad, verdaderas obras de arte? Tan repulsivo fenómeno se hace notar quizá más en la Música que en la Pintura, pero también ésta ha sido demasiadas veces objeto de mofa, con el pretexto o la intención de vender algo.


Y algo similar, a mi modesto juicio, según he podido comprobar por mí mismo recientemente, ha sucedido con el título atribuido a un cartel que en estos días anuncia leche de vaca y circula masivamente por Las Navas del Marqués, Provincia de Ávila, y que es el que ilustra esta entrada. Es insultante e ingrato que se llame a una vaca "La Marquesa de Las Navas", después de haberlo sido, además de Duquesa de Medinaceli y de Denia y Tarifa, la Excma. Sra. Doña Ángela Apolonia Pérez de Barradas y Bernuy, una de las personalidades más destacadas de la sociedad madrileña y española en la segunda mitad del siglo XIX. Amiga y protectora del gran poeta José Zorrilla, y de la que el Marqués de Valdeiglesias pudo decir que tuvo la arrogancia, la finura y la suave modulación del gracejo andaluz que caracteriza a la mujer cordobesa”. La descripción del Conde de Romanones es aún más señera: "He conocido a no pocas damas de gran linaje; pero sin ofenderlas afirmo que la Duquesa Ángela de Medinceli era un ejemplar único: todo lo reunía. En lo físico, de elevada estatura, tan bien proporcionada que no llamaba la atención por su talla, sino por su talle; la tez morena, de ojos garzos, pequeños, con un estrabismo apenas perceptible, pero llenos de gracia; de cejas pobladas; breve y correcta la nariz; de boca bien dibujada, ligeramente sombreada de vello, acentuando su atractivo. A los sesenta años era todavía una hermosa mujer y, aun cumplidos los setenta, a cierta distancia producía buen efecto". Ya en sí mismos, tales rasgos guardan radical lejanía con los de una vaca, por buena y nutritiva pueda ser su leche.

Pero además, sus habituales contertulios eran Alonso Martínez, Castelar, Romanones, Zorrilla, Nuñez de Arce, Velarde, Echegaray, Manuel del Palacio, Moya, el marqués de Cerralbo y otros de similares caraterísticas. Y ella, evitaba en lo posible la presencia de señoras que desvirtuasen la amena conversación de aquellos intelectuales y hombres inteligentes. Colaboró con Concepción Arenal, fue la fundadora de La Cruz Roja Española y, durante la guerra de Africa, en los salones de su palacio se instaló un taller donde se hacían prendas para los heridos. Pese a ello, en mi humilde opinión, su mejor obra fue la de la plantación de numerosísimas hectáreas de pinos resineros, precisamente en Las Navas del Marqués, para lo cual trajo a España a resineros franceses, que introdujeron a los lugareños en la técnica, emprendiendo una actividad industrial, resinera y maderera, de notable influencia. Aún hoy, se conservan esos inmensos pinares, aunque ya la resina haya pasado su época, llenos de calma y de sosiego para el espíritu. De todo ello se benefició en notable medida, y aún puede disfrutarlo el pueblo de Las Navas, que en consecuencia debería honrar su memoria de modo más delicado, en lugar de insultarla, como si se tratase de algún "choto" más. No todo lo de allí puede ser capítulo de vacas y de vaqueros. Yo, sinceramente me entiendo republicano, de conciencia y de sentimiento, porque creo que la verdadera "aristocracia"  -en su sentido más etimológico-  es la de la inteligencia, la de la Ciencia y el Arte, como repetía Cajal, al final de sus días académicos, a sus alumnos de Medicina. Pero también creo, con la misma firmeza y devoción, que a quienes hacen algo verdaderamente provechoso y útil a la comunidad  -precisamente por ser verdaderos "aristócratas", al margen por completo, incluso tal vez "a pesar" de sus títulos nobiliarios- ha de guardárseles el debido y necesario reconocimiento.

Solicito humildemente, por ello, del Sr. Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Las Navas  -por si el mismo tiene algo que ver en el asunto y está dentro de sus potestades administrativas-  la inmediata retirada de tan repugnante cartel de propaganda. Por injusto, por inculto y por ser de pésimo gusto. ¡Claro que  donde Doña Ángela plantó aquellos inmensos pinares, no fue en el pueblo de Las Navas...! Lo hizo en los parajes de lo que, también gracias a ella  -que cedió al efecto terrenos de su propiedad-  terminó siendo "La Estación", la Estación del Ferrocarril, cuya población se encuentra en estado de verdadero abandono por parte de un Ayuntamiento que sistemática y reiteradamente incumple sus obligaciones mínimas, tal vez porque, según he oído decir, a su vez ha dicho el Señor Alcalde, allí no le vota nadie. Aún así. Luis Madrigal.-


A Doña Ángela,
que disfrutará desde la tumba
la deliciosa música, tan española, de Luigi Boccherini,
en reparación de semejante y grosero insulto




jueves, 8 de septiembre de 2011

¡FELIZ DÍA...!




UN SIETE DE SEPTIEMBRE,
YA AL OCASO…
 
 
Un Siete de Septiembre, ya al ocaso,
decidiste nacer y estar presente…
De niña  -al sonreír-  niña inocente
y de mi vida, al fin, fuiste el fracaso.

Sigo viéndote, allá por donde paso,
y oigo al pasar tu risa, tan latente
por siempre en mi memoria… Aun silente,
camino con tu luz a cielo raso.

Bien sé que no vendrás… Que siempre habitas
en otro pecho herido, y no adivinas
que la sombra se cierne en las ermitas;

que, en duro suelo, no hay cumbres andinas
y las horas parecen infinitas...
Que ya nunca veré las golondrinas.



Luis Madrigal
 
 
 
Madrid, 8 de Septiembre de 2011,
a las 00,04 hora de España, cuando en el lejano Sur,
al otro lado del inmenso Mar, sean las 19,04 del día 7, justamente
la hora del ocaso.
 
Con todo mi cariño
 
 
 




martes, 6 de septiembre de 2011

SIGUEN LOS ECOS...



Aunque pudieramos decir siguen retrospectivamente, también cabría afirmar que con una misma razón de causa y unidad de propósito. Mi buen amigo y hermano en la Fe, Ignacio-Luis González Crespo, me envía nuevamente un viejo poema, que, según dice él mismo, escribió en un Bar, sobre una servilleta de papel, hace ya algún tiempo. También Schubert escribía sobre servilletas sus partituras, durante las excursiones al campo, después de la merienda. Y esas canciones llegaron a formar parte de la música popular alemana, no sólo los maravillosos Lied, o Lieder, sino otras muchas composiciones musicales, si no tan clásicas y románticas, sí de más alto porte musical de lo que, en otras latitudes, se ha llamado música "Conytry", o música "Folk". ¡Qué enorme suerte...! Alemania  -confieso una vez más mi germanofilia-  es un país, entre otras muchas esencias, musicalmente tan afortunado que las letras de sus canciones populares se deben a Friedrich Shiller, y la música, a Franz Schubert. Nada de "El vino que tiene Asunción", que también servía para "engrasar las bielas". ¡Qué vergüenza siento a veces al recordar aquellas estúpidas canciones de mi infancia, cuando íbamos de excursión al campo! No voy a decir que Ignacio-Luis, sea Shiller  -yo tampoco lo soy-  pero sí alguien que, además de compartir el mismo Camino, ama y cultiva la Poesía como yo. Por eso, aunque lo escribiese antes, en una servilleta de un Bar, a mi me parece que, desde Villademor de la Vega (Provincia de León), continúan llegando hasta mí los ecos. Muchas gracias, Nacho, por tu aportación que, no por pasada, deja de ser "instantánea". Ya sabes que el tiempo, al menos para los Psiquiatras... no existe. Infinitamente menos para Dios, que es Eterno. Luis Madrigal.-




sábado, 3 de septiembre de 2011

LLEGAN LOS ECOS...



Iglesia Parroquial de San Pedro
de Villademor de la Vega (León). A su esbelta
Torre, donde anidan las cigüeñas, los 
villamorejos le llaman "La Galana"


"A distinguir me paro las voces de los ecos..." Eso decía Antonio Machado. Sin intentar corregir a tan sublime poeta, yo me permitiría añadir, que, además de las voces y de los ecos, por desgracia existen también los gritos. Vivo en mi época y, en esta época se grita demasiado. A esto último, a distinguir, y menos aún a escuchar estos estridentes alaridos, yo no me paro ni un segundo. Los gritos se distinguen enseguida por sí mismos. No admiten comparación ni contraste, y tan sólo pueden servir para arrear al ganado, porque tengo la certeza de que, de cuantas cosas importantes han podido decirse en este mundo, de todas ellas, nunca jamás, se dijo ninguna -¡ninguna!-  a gritos. Como ya se ha dado noticia, en este mismo humilde Blog, en Villademor de la Vega, el pasado 25 de Agosto, se dijeron algunas cosas. Es decir se oyeron algunas voces, sin que, en ningún momento, pudiese oirse el menor grito. Yo recuerdo perfectamente esas voces, cada una de ellas, porque también yo estaba allí y, entre otras, pude identificar también la mía propia. Pero ahora, comienzan a llegar hasta mí los ecos, que, como bien es sabido, no son sino las propias voces repetidas y si cabe amplificadas, que insisten en lo mismo que dijeron, a fin de que sigan resonando. Y tengo que pararme, para distinguir entre unas y otros.

Como creo que ninguna de aquellas voces, ni aquel Grupo como tal  -el "Grupo de Villademor"- dispone por el momento de un Blog propio, especificamente dedicado a amplificar su voz y su eco, me he sentido en la obligación de dar acogida a uno de esos ecos que hoy mismo ha llegado hasta mí, desde la bravía cornisa Cantábrica y, en particular desde la Heróica Ciudad de Oviedo, la Vetusta de Clarín. Es un eco nítido, que resuena en mis oídos y que me ha parecido bueno, si no necesario sí al menos conveniente, resuene en otras latitudes, incluso en las más lejanas, y al mismo tiempo más queridas, allá donde llegan a juntarse dos de los más grandes oceanos de la Tierra. Puede que, allí también, alguien escuche también esos ecos. Este es el primero, pero cabe albergar la esperanza de que podrán resonar algunos más. Con el de hoy les dejo, y os dejo a todos, queridos amigos del alma, del espíritu. Es el eco de un Apostol de Jesucristo, que escribe a otro de sus hermanos en la Fe.  Luis Madrigal.-



PRIMERA CARTA DEL APOSTOL Ignacio-Luis González Crespo a su hermano Amador Chamorro


Querido Amador:

Si un 25 de Diciembre de hace 2011 años se nos anunció: Os ha nacido un SALVADOR, un nuevo Pentecostés nos trajo el VÍA LUCIS.

En Villademor de la Vega, tierra de viñas, un racimo de la “vieja guardia” Del Consejo Diocesano de la entonces Juventud de Acción Católica, de León, se reunía, bajo la pastoral asistencia de su decano Consiliario: Don Felipe Fernández Ramos.

Fue nuestro particular Cenáculo, querido hermano, tu casa.



Alrededor de una mesa, Don Felipe reunió a doce de sus ovejas desperdigadas por la geografía de España. A muchos de nosotros, nos contemplaban más de cincuenta años de ausencia, que no de olvido.

Tuvimos una Misa profunda e intensa. Perandones y tú, sentados a ambos lados de Don Felipe, partisteis el pan de nuestra Eucaristía. Consagrados Pan y Vino, comimos y bebimos de ese Cáliz, siguiendo el mandato de Cristo en la última Cena.



Siempre he dicho que este rico idioma nuestro, está huérfano de palabras a la hora de reflejar las vivencias más sutiles.

Vivencia es el resultado de oír la palabra, trabajarla en el cerebro y, asimilada y digerida, llevarla al corazón.

Cuánta lectura archivada en el “salón de los pasos perdidos” es almacén de chatarra. Perdona el estéril inciso.


Acabada la santa Misa, tuvimos la primera jornada de trabajo y estudio, siguiendo la propuesta de diferentes materias, en su momento planteadas.

Como los allí reunidos, ante todo, somos católicos y, por lo mismo ecuménicos, de la discusión y controversia, no salió el garrotazo tan natural, final de las discusiones en nuestro pueblo español. El Espíritu Santo estaba con nosotros y, de tanta discusión, apareció el “VÍA LUCIS”.



Te recuerdo el regocijo de Luis Madrigal, al saberse nacido en estado de GRACIA ORIGINAL.

Previamente, José Mª García-Sampedro, se transformó en Tomás el Incrédulo, negándose a admitir otros hermanos, de carne y sangre, de Cristo. Don Felipe, lo mostraba con certeras lecturas de la Sagrada Biblia… “Tomás” no sé si al fin, se quedó convencido.

Fue una mañana de trabajo duro y documentado, con continuas consultas a la Biblia, en cuyas páginas nuestro querido Don Felipe estaba como pez en el agua. Su magisterio impecable fue otro regalo de Dios, en ese día.

La espiritualidad envolvía el ambiente. Ese racimo de ayer jóvenes y hoy ya viejos apóstoles, se abrazaba a la Vid en busca de la luz de la Fe.

Ciertamente, fuimos un grupo humano anhelando Cielo.



Con la ayuda de nuestro Consiliario más preclaro y querido, entramos en el Alfa y Omega de nuestro ser:

         A) ¿Cómo vinimos al mundo…? Primera alegría: ¡Limpios…! No en pecado original, sino en gracia original.

         El hálito de Dios, el soplo del Espíritu Santo, Señor y Dador de Vida, deja a ese cuerpo puro y limpio de toda mancha.

         B) La muerte, es nuestra VIDA:

         Al morir, muere la persona entera (cuerpo y alma) pero, en ese mismo instante, el alma se convierte en espíritu y el cuerpo, se transforma en cuerpo glorioso. Todo ello, como consecuencia de participar en la resurrección de Cristo… Porque para los que en Ti creemos, Señor, (Prefacio de la Misa de Difuntos) la materia no muere, se transforma.

Nos reunimos deseosos de que éste, fuera un ENCUENTRO HACIA LA FE  y… ¡vive Dios que así ha sido!



Recibimos un baño de Paz… La Paz, el saludo inequívoco de Cristo, estaba en aquel cenáculo.

Atrás quedó el doloroso Vía Crucis. Vivida la Pasión, por cuyos méritos fuimos redimidos, Don Felipe nos hizo avanzar al VÍA LUCIS, novísima era para madurar nuestra más auténtica espiritualidad.

Pablo de Tarso, encontró a Cristo en el VÍA LUCIS. Que Dios nos haga apóstoles eficaces como ese Saulo converso.







Para terminar, querido Amador, da continuas gracias a ese Dios que llevas encarnado en tu humanidad.

No temas protagonismo alguno. Los que en Villademor nos reunimos, admiramos tu generosidad y cálida acogida. En ningún momento, NADIE, pudo verte como exhibicionista.





No, hermano, no, en ti, ninguno de los presentes, pudo ver al rico maldecido en el Evangelio… Con toda certeza, todos vimos al Bienaventurado pobre de espíritu que, como verdadero Hijo de Dios, en la más fiel imitación de ese Padre misericordioso, eres, por encima de todo, DONACIÓN.

Por ser “hombre de Paz”, eres nuevamente Bienaventurado, ya que los pacíficos serán llamados hijos de Dios, por su parecido al Hijo de Dios, cuyo “certificado de presencia” era el saludo, desde su Resurrección: “La Paz os dejo, Mi Paz os doy”.







¡Bendito sea Dios! Que, con tan certera presencia, iluminó nuestros espíritus.

Protagonista, sólo Él. Todo fue realizado en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Desde Oviedo, un 30 de Agosto de 2011

Ignacio-Luis González Crespo
Apóstol de Jesucristo