AQUELLA BARCA
Lo mismo que mi soledad
es pura,
esa barca aguarda en
ciega espera
poder surcar el Mar, a
la manera
de un viejo marinero… Es
singladura
de difícil bogar. Ayer
tan dura,
fue imposible y se hizo
una quimera.
Bajo el cielo, tembló el
grano en la era.
El trigo se pudrió, y la
dulzura
de almíbar se hizo hiel.
La sal, en barro
tornó el sabor del pan…
Sin más engarce,
asfixiante la sed, en un desgarro
mi pecho se rompió… Su
sangre esparce
angustia y aflicción, como
un guijarro
que, aun lejos de tu
amor, mi amor resarce.
Luis Madrigal