lunes, 27 de abril de 2015

RECUERDO CON ESPANTO





LAS ROSAS QUE MURIERON


Ayer, vi yo las rosas
crecer y, de su aroma,
llenar el aire entero.
Los rosales,
nutridos y enraizados,
en que crecían lentas, pero hermosas,
presagiaban mágicos veranos,
que llegaban
entre lluvias de Abril,
el sol de Mayo
y un río caudaloso de esperanza.
Era ayer un tiempo de rosas,
despierto y fervoroso.

Hoy, ya las rosas
han detenido su camino,
no pueden florecer,
ni quieren,
y en los jardines
se ahogan los rosales,
sofocados por la más dura grama,
que atroz apaga sus colores,
quema sus tallos,
ciega su savia
y, sus afiladas espinas,
entre suspiros,
dejan ver una gota de sangre.


Luis Madrigal


Madrid, 27 de Abril de 2015
Larra, 14
13,00 - 14,00 horas p.m.






DIÁSPORA SEFARDÍ

Por qué llorax blanca niña

Romance de "La guirnalda de rosas" (Rhodes)

Monserrat Figueras  -  Jordi Savall