XI
NO QUIERO QUE ME OLVIDES 
Quiero borrar tus huellas y no puedo,
no alcanzo a adormecer quieta mi frente,
ni hallo la paz serena  -de ti ausente-
y mi recuerdo sólo es un remedo.
Lo intento cada hora con denuedo,
mas la voz del olvido grita ardiente...
Cuanto miro, al pasar, veo doliente
y al valor que me prestas vence el miedo.
Quisiera darte hoy el mundo entero,
y nada he de poder, si nada pides.
Ya sé muy bien tu anhelo verdadero:
Entre granos de trigo, hojas de vides...
Y pido a Dios, con eco lastimero,
si un día yo te olvido, no me olvides.
Luis Madrigal


 
 
 
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