viernes, 21 de febrero de 2014

UN VIAJE SIN DESTINO



EL CAMINANTE


Cuando Franz Schubert compuso su “Fantasía Wanderer”, tal vez ni él mismo sabía a lo que se estaba refiriendo. Schubert, compuso esta obra por encargo del aristócrata vienés Emmanuel von Liebenberg y su traducción al castellano podría ser “Fantasía del Caminante”. Pero wanderer, a diferencia de FuBgänger, no sólo es el que camina, sino el que camina sin saber exactamente a donde va. Es una especie de “excursionista”, o de viajero del mundo, que busca su propia identidad y a veces hasta la encuentra precisamente allí donde no puede llegar. Es un viajero, no extraviado, alguien que camina hacia ninguna parte, pero que sabe muy bien en el fondo de su alma a donde quiere llegar. Esta famosa composición musical, a la que han dado vida interpretativa dos grandes genios del piano, Sviatoslav Richter y Mauricio Pollini, está tomada de un lied del propio Schubert, si bien la letra del Wanderer es obra del poeta Schmidt von Lübeck. El poema es más denso de lo que el compositor trató, o quiso tratar, musicalmente, porque, parece ser, Schubert fijó su atención restringidamente en unos pocos versos: “El sol me parece aquí frío, la flor marchita, la vida vieja y lo que cuentan ruido y vacío, hueco, soy un extraño en todos los sitios…”

Y, no es de extrañar que, este nostágico lied  finalice con este verso:

Dont, wo du nicht bist, dost ist das Glück

Es decir: Allá abajo, donde tú estás, está la felicidad.

Y tal vez por ello, antes de escuchar las dos versiones pianísticas de la Fantasía Wanderer que he señalado, pueda resultar significativo, y más o menos conmovedor, oír otra especie de fantasía, sin duda mucho menos alemana y a dos voces criollas, que vienen desde la otra parte del mundo, pero que también podrían dar la vuelta sin encontrar jamás lo que buscan.

Luis Madrigal