martes, 11 de diciembre de 2012

CAMINO HACIA LA PAZ




BUSCANDO UNA PALABRA


Buscaba una palabra, y no encontraba
sino, acaso, un bostezo o un gruñido.
Cuando no, un grito, un gesto desabrido
tras un estruendo, un portazo, un gesto airado.
Benditos sean quienes no son nada ni nadie
y, hasta tan bajo quieren subir,
que tocan ya casi el cielo con sus manos.
Los que no son, pero se hacen libremente pobres,
para alcanzar la más grande de las riquezas.
Benditos sean:
Los que buscan la paz a toda hora,
desde que el sol se pone tras los montes
hasta la aurora, que su luz derrama…
Y tienden al hermano una sonrisa
que sosiega su paso,
refresca su sudor,
nutre su alma
del don que vivifica y da la paz y la entereza;
alimenta sus cuerpos frágiles con el don del pan
y sus espíritus trémulos con el amor…
Los que mitigan el dolor de otros
y, en la hora de la verdad suprema,
cuando el viento zumba
y los aleros crujen, entre estertores de llanto,
los acompañan y conducen
hacia la Paz que no se acaba.


Luis Madrigal