jueves, 7 de enero de 2010

ESTAMPAS DE INVIERNO (II)



QUERÍA EL SOL VENCER FRENTE A LA NIEBLA

Quería el sol rasgar el denso manto
de la niebla que impide ver la helada
y, en la pugna tenaz, desesperada,
la blanca alfombra entona un triste canto:

¡Déjame ver!, gritaba con espanto,
del horizonte verde la arbolada
campiña, donde el grito de la azada
en el estío, alegre, tejió el canto.

Ahora, viste de blanco y es de acero...
ya no está verde, replicó la niebla...
El sol, se entristeció, porque en Enero

ya la escarcha, cruel, todo lo puebla...
Vanó será -pensó- todo mi esmero
que, antes de que no esté, será tiniebla.


Luis Madrigal