DEL CIELO BAJA
Una flor, que en el campo ayer brillaba,
sintió el flagelo hiriente de la pena
y, de aflicción tan triste el alma plena,
soñó -otra vez- que como ayer soñaba.
No es un sueño, despierta... ¡Tanto amaba
al amor de su vida...! Tan serena,
que del Cielo bajó y, en luna llena,
a la Tierra volvió, tal como ansiaba.
No hay dos vidas, una ahora y otra luego...
Sólo una Vida hay, y una campana
que suena con dolor, cuando se apaga
en la noche la voz... Mas, la mañana
de seda y entre miel cura la llaga.
¡Que en todas partes el Amor es fuego!
Luis Madrigal