sábado, 12 de diciembre de 2009
OTRO SONETO A LA LUZ DE LA LUNA
NO PUEDO VIVIR DE NADA
No puede el sentimiento cobrar vida
si la vida no se hace sentimiento;
ni es posible que el grito o el lamento
rasguen el aire antes de la herida.
Ni una llegada antes que una partida,
ni una torre espigada sin cimiento,
ni hoja que murió tendida al viento,
ni el llanto sin el alma dolorida.
Nada fue, y sólo es nada lo que tengo.
Y, sin nada tener, soy un suspiro
perdido en la distancia. Un voy que vengo
de la nada que soy, y a la que miro
mientras el tiempo corre y se hace luengo.
Y, sin sueño, ni luz, sólo deliro.
Luis Madrigal
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