¿NO VENDRÁS NUNCA...?
¿No vendrás nunca, ni aún el sol tendido
sobre un manto de sombra que se apaga,
disipa la ilusión, mi sed propaga
y anula mi sentir y mi sentido?
¿Nunca en tu pecho se encendió el latido
como una candileja luz amaga,
como pugna una vela luz se haga
y brille tu latir siempre encendido?
Si todo tu vivir es noche oscura
y en el camino hieren las espinas,
tiende tus ojos a esta brasa pura
que arde en mi corazón y, en las esquinas
de tu congoja, hallarás dulzura,
paz en tu alma, si en guerra caminas.
Luis Madrigal