YA SE VEN BROTES DE NAVIDAD
Hoy ha
brillado el sol desde el comienzo del día, empujando las densas nubes que días
pasados derramaron el fruto de su vientre. Lo llevaron hacia el Norte, donde
las olas del mar levantan barreras y violentos muros, tan sólo para arrasar las
débiles hojas de los árboles, ya húmedas y vencidas, en un esfuerzo
desproporcionado y baldío. Los navegantes empero, habrán de amarrar sus navíos
para que el bravío Cántabro, enfurecido, no los engulla, sepultándolos
en sus abisales entrañas. Mas, en la llanura, el sol acaricia la mirada de los
caminantes y, en la Ciudad, comienzan a surgir los signos de la Navidad,
siempre escondida en la Historia, pero siempre viva y eterna. Tan sólo falta la
nieve. Pero, muy pronto, pese a la penuria de los tiempos, Madrid volverá a ser
un ascua de luz.