I
OTRA VEZ EL
FLAGELO DEL FRÍO
Vuelve la lluvia… El campo la recibe
como a huésped que vaga peregrino,
como un áspid que aparta
del camino
al sol que ya brillaba,
y que no exhibe
el fulguroso rayo con
que escribe
su canción en la luz, y en
el destino
de iluminar la
sombra -coralino-
que, en la noche, la
luna azul percibe.
Vuelve a azotar el
rostro el viento helado,
que baja de las cumbres
blanquecinas,
y grita que el invierno
no ha acabado.
Yo vuelvo a mendigar por
las esquinas
un soplo de calor… Nadie
me ha dado
sino de alguna rosa las
espinas.
Luis Madrigal
II
ESTALLARÁ LA
PRIMAVERA
Florecerán las lilas y las rosas
cuando el hiemal retire su pisada…
La blanca nieve, en agua transformada,
vestirá las veredas más hermosas.
Ansiosas por volar, las mariposas
se alzarán en su vuelo, a la alborada.
La luna, del amor enamorada,
alumbrará las noches amorosas.
Tan sólo han de pasar frías jornadas,
que volarán inquietas, tras las horas,
en un reloj de arena condensadas.
Serán entonces claras las auroras
y el sol brillante, en valles y cañadas,
pintará de color las verdes floras.
Luis Madrigal