lunes, 22 de junio de 2009

UN SONETO DE TIRSO DE MOLINA



DESESPERANZADA ESPERANZA


El tardo buey atado a la coyunda

la noche espera y la cerviz levanta,

y el que tiene el cuchillo a la garganta

en alguna esperanza el vivir funda.


Espera la bonanza, aunque se hunda,

la nave a quien el mar bate y quebranta.

Sólo el infierno causa pena tanta

porque de él la esperanza no redunda.


Es común este bien a los mortales,

pues quien más ha alcanzado, más espera

y a veces el que espera, el fin alcanza.


Mas a mí la esperanza de mis males

de tal modo me aflige y desespera,

que no puedo esperar ni aun esperanza.



Tirso de Molina

(De Marta la piadosa, I, 1)