DESESPERANZADA ESPERANZA
El tardo buey atado a la coyunda
la noche espera y la cerviz levanta,
y el que tiene el cuchillo a la garganta
en alguna esperanza el vivir funda.
Espera la bonanza, aunque se hunda,
la nave a quien el mar bate y quebranta.
Sólo el infierno causa pena tanta
porque de él la esperanza no redunda.
Es común este bien a los mortales,
pues quien más ha alcanzado, más espera
y a veces el que espera, el fin alcanza.
Mas a mí la esperanza de mis males
de tal modo me aflige y desespera,
que no puedo esperar ni aun esperanza.
(De Marta la piadosa, I, 1)
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