sábado, 16 de junio de 2012

NO GIME EL CORAZÓN




HE HALLADO LA CALMA


No gritan mis arterias… Ya dormidas,
encontraron la calma y el consuelo
sin mirar a la tierra… Sólo al cielo
y a las hojas de Otoño, ya caídas.

Se cierran lentamente las heridas
que el fuego del amor abrió en su anhelo
de tenerte conmigo, sin el velo
que ocultaba tus rosas florecidas.

Y, entre espinas, como las mariposas
danzan en Julio entre los rosales,
quiero creer que luces más hermosas

pueden cegar tus ojos… Y abisales
simas, que en mí se abren como fosas,
sepultar al final todos mis males.



Luis Madrigal