domingo, 17 de julio de 2011

YA TODO SE ACABÓ...




AHORA ES LA NADA


No perfuma el rosal
ni un ruiseñor canta en la rama...
Ni, rara vez,
se oyen voces de fauno,
entre espinas y troncos retorcidos.
Sólo ruido... Y ladridos,
en un bosque de cemento y asfalto, que se pudre
entre estruendos y fieros alaridos...
Retumban y se estrellan en la noche
contra el más duro suelo,
rompiendo el concierto y la armonía
del cosmos que surgiera para el hombre.
Ya todo fue... Ahora es nada,
que envenena y asfixia lentamente,
hasta dejar en las calles, encogidas de espanto,
los restos de un cadáver
que aún corrompido tiembla; casi ni parpadea
y hasta emite un ronco sonido, sin voz,
preñado de asco y de tragedia...
Una pequeña luz, rasga la noche. A ratos, canta.
Otros, los más, se apaga y reza.





Luis Madrigal