A UNA COSECHA DE SUEÑOS PUROS
La cosecha llegó, en buena hora
y sus frutos, cargados de verano,
trajeron el almíbar y, en tu mano,
la más suave caricia. Ya la aurora
abre el día a la luz y así atesora
la fuerza del planeta… Y hace humano
ese vivo color, tan araucano,
que brota de tu alma soñadora.
Sobre ara de cristal, hoy su reflejo
fulge como oro puro, y sus ticciones,
en cromático brillo, son espejo
en el que quiero ver mis ilusiones,
para poder mirar, aunque ya añejo,
vestidas de pureza mis pasiones.
Luis Madrigal
En la imagen, precioso bodegón de la excelente fotógrafo
y delicada poetisa, Alicia María Abatilli,
de Córdoba (Argentina)