CANSADO Y ABATIDO
Tan sólo estoy aquí, mas el camino
hacia la Luz, que eterna canta, sigo.
De lo que aquí está, nada persigo,
ni me hiere la escoria de su sino.
Del pájaro que alegre canta, el trino,
entre el ruido que azota, oigo y bendigo
sin odiar ni clamar... Nada maldigo
de mi ardiente vacío en tu destino.
Cansado y abatido, en ti aún vivo
día a día, cada hora... En un segundo
pasan años enteros y percibo
tu calor en mi frío, más profundo
que el sol en el Estío. Y aun cautivo,
antes así que siempre moribundo.
Luis Madrigal