lunes, 22 de mayo de 2017

UN BESO DE AMOR INFINITO




SONETO DE MARÍA,
EN SU PRIMER BESO



Cuando al tocarte hoy por vez primera 
vi en tu carne temblar el infinito, 
todo el cosmos lloraba con tu grito 
y todo el mar rozaba mi ribera. 

Cuando al cantar mi nana prisionera 
de este tiempo que nace ya marchito 
te arropé en el pesebre, tu bendito 
mirar desheló el frío en primavera. 

Pero al chocar mis labios con tu frente 
transparencia de Dios, flor de la sierra, 
en la cárcel saltó de gozo el preso 

y el pobre se hizo rico de repente. 
Un milagro de luz nació del beso 
y un chasquido de amor quemó la tierra. 




Pedro Miguel Lamet, SJ