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YA NO TE BUSCO
Ya no te busco y casi no te siento,
mi alma ya reposa ensimismada
sin dolor ni noticia no esperada,
aunque postrado me halle sin aliento.
Ya no recuerdo más aquel momento
de tan suave palabra, tan calmada,
mas la percibo más acompasada...
¡En mí, todo eco es ya un dulce acento!
Y por ello, aunque aún soy, no estoy, ni quiero
volver a perseguir, entre la bruma,
lo que un día esperé y ya no espero.
Tan sólo buscaré el calor que abruma,
la luz que alumbra el paso verdadero...
Cuanto luce al brillar, como la espuma.
Luis Madrigal