jueves, 14 de octubre de 2010

OTRA VEZ TRAS LAS HUELLAS DE ROSALÍA...



NEGRA SOMBRA...


Negra sombra, negra sombra,
sombra que siempre apareces,
en las riberas de plata
o al pie de los verdes pinos,
que tiemblan si tú te meces...
Sombra que esparces la angustia
y robas el alma, a veces;
que no olvidas, y hasta al sol
con negro manto ensombreces.
De luto tiñes las copas
de los árboles silentes
y quieres teñir el alma
de luto cuando aún es verde.
Sombra, que cuentos de lobos,
junto al fuego se estremecen
y, en las noches misteriosas, tras de ti
vienen ardientes.
Sombra que mi sueño arrullas,
¿me dejarás que despierte?



Luis Madrigal



 

FORZOSA ESCLAVITUD




NO SIENTO NI LA SED


No siento ni la sed, que tanto abrasa,
entre hierros y fango apelmazados...
Se fueron para mí los días soñados,
los dulces trinos, el amor, que es brasa...

Sólo el hielo me hiere, como gasa
que enturbia, sin la luz, cielos nublados,
opacos, borrascosos, entoldados,
que hacen sangrar...  mientras la vida pasa.

Es tan honda mi pena que, sintiendo,
mi sentir y latir ya nunca acaba
de morir sin vivir... Vivir muriendo,

es como débil eco, o fuerza brava
que al alma quiera atar y, en hosco estruendo,
habiendo sido libre, fuese esclava.



Luis Madrigal