jueves, 20 de septiembre de 2012

OTROS TRES SONETOS A UN SUSPIRO VUELTO DEL OLVIDO






I

NI UNA GOTA DE LLUVIA

Aún hiere el sol y se secó la fuente,
mostrando de la tierra la agrietada
mueca de dura sed… Desamparada,
nada ya fluye azul bajo aquel puente.

El fantasma de ayer vuelve al presente
y hace rugir la cara calcinada
de la vega  -del verde enamorada-
que abrasó el sol en lo alto, tan ardiente.

Abro mis brazos, los elevo al cielo
buscando la caricia de un suspiro
de lluvia, que devuelva vida al suelo.

Ni una gota, ni mil, ni en leve giro,
alcanzo a ver un palmo, como anhelo,
de suave gris teñido lo que miro.




 

II

NO SUEÑES MÁS

No sueñes más. Deja dormir el sueño
que, si es sueño, siempre estará dormido;
que no despierte nunca, si el latido
al despertar no puede tener dueño.

No insistas más, deja ese vano empeño
que te hiere y siempre deja herido;
acerca la razón a tu gemido
y quédate dormido como un leño.

Al despertar, verás que el sueño es ido,
que ya no está, y puede que no vuelva…
Y, si vuelve otra vez, será prendido

entre cañas y lanzas, que en la selva
levanta el paso al sueño más querido
para que, en sangre y barro, el llanto envuelva.




III

A LA LUZ DE LA LUNA
NO PUEDO VIVIR DE NADA

No puede el sentimiento cobrar vida
si la vida no se hace sentimiento;
ni es posible que el grito o el lamento
rasguen el aire antes de la herida.

Ni una llegada antes que una partida,
ni una torre espigada sin cimiento,
ni hoja que murió tendida al viento,
ni el llanto sin el alma dolorida.

Nada fue, y sólo es nada lo que tengo.
Y, sin nada tener, soy un suspiro
perdido en la distancia. Un voy que vengo

de la nada que soy, y a la que miro
mientras el tiempo corre y se hace luengo.
Y, sin sueño, ni luz, sólo deliro.


Luis Madrigal


Madrid, 19 de Septiembre de 2012