Estoy por completo seguro de que, en ningún libro de poemas, en ninguna Antología poética de las muchas que circulan por ahí, podrá encontrar nadie una estrofa del tipo que, seguidamente, tendré el honor de proponer y ofrecer al "gran público". Es una Octava, pero no es corriente. No pretendo ni mucho menos tratar de compararla con la hermosísima flor de la imágen de arriba, que es una exótica orquídea, la Dendrobium Enobi Puple "Splash". Quizá, de nombre excesivamente largo, pero sin que sea posible dudar de su extraordinaria y delicada belleza. No es eso lo que yo pretendo. Eso, no. Lo que simplemente quiero decir es que no es un tipo de estrofa corriente. En primer lugar, los versos que se podrán observar son octosílabos, con lo cual, tan sólo por eso, ya no puede ser una Octava real, puesto que en ésta los versos han de ser endecasílabos y, por tanto, de Arte mayor, y rimar del fácil modo alterno ya conocido, con pareado final entre los dos últimos. EL ejemplar que voy a ofrecer, en esta entrada, tampoco podría ser una Octava italiana, de versos asimismo de Arte mayor, aunque no endecasílabos, sino normalmente de diez sílabas y, además, entre otros aspectos relativos a la rima, tampoco podría serlo por la razón esencial de que, en este tipo de estrofa, los versos 4º y 8º riman en agudo, ya sea asonante o consonante, artificio que no se producirá en mi modelo de Octava. Y ya no existen más tipos de Octava, a excepción de la Octavilla, pero este tipo, pese a ser en él los versos de Arte menor, si bien inferiores al octasílabo -suelen ser pentasílabos- tiene la misma estructura de rima que la Octava italiana, con lo que tampoco es posible encajarla en este tipo. Tampoco puede ser una Octavilla.
La estructura y armonización combinatoria del verso y de la rima es tan nueva que podría sorprender. Naturalmente dentro de los cimientos básicos de las estrofas clásicas, esto es, sin necesidad de acudir a la llamada Poesía libre, que, para demasiada gente no puede considerarse verso, aunque sí prosa poética. Y eso, la que lo es, o puede ser aceptada como tal, como poética, e incluso como prosa sintácticamente correcta. Bien, antes de decir nada más, voy a "presentar en sociedad", a esta neófita estrofa, para que algún crítico riguroso, la ponga "a caer de un burro". O bien, tal vez podría suceder, que sea ensalzada hasta el mismísimo y celestial estrófico empíreo. Esta es la nueva Octava. Señalaré al márgen el número de cada verso, para facilitar posteriormente el análisis de la rima:
1 L No vuelve piedra que se hunde
2. en el proceloso río;
3+ ni ave que, al volar tan alto,
4* descubre la luz más pura...
5* Ni volverá la hermosura
6. tras del tiempo el desafío,
7+ por breve que fuere el salto,
8* a alcanzar de ayer la altura.
Luis Madrigal
Bien, esta es la Octava. Fácilmente podrá observarse que todos los versos son octosílabos, y por tanto de Arte menor, al tener menos de nueve sílabas y por ello menos sensibles a la acentuación, e incluso inaccesibles a la cesura, al resultar la mayor parte de ellos inseparables en hemistiquios. Por ello, en nada puede asimilarse a las otras clases de Octavas, ni tampoco lógicamente a la Octavilla. Pero, si se observa la rima entre versos, se verá la estricta disciplina y rigidez de dicha rima, que es consonante. En efecto, riman de tal forma entre sí, por una parte, los versos 2º y 6º; por su lado, los veros 3º y 7º, y formando un tercer grupo de rima más numerosa, los versos 4º, 5º y 8º. El primero, queda libre. Naturalmente, lo más complicado es componer tantas estrofas, de la misma estructura, para escribir una obra en ellas, del mismo modo que, por ejemplo, Dante, escribió "La Divina Comedia" en Tercetos encadenados. O, para ponerlo más fácil, nuestro Alonso de Ercilla, escribió "La Araucana" en Octavas reales. Ir desgranando pensamientos, o cantos, sucesivamente coherentes y armónicos entre sí, con la misma estructura de estrofa, eso es lo difícil, aunque no deje de tener algún mérito componer una sóla, si lo que en ella se contiene -esto es, el contenido semántico y por tanto el finalista o teleológico- puede decir algo que verdaderamente lo sea, en lugar de cualquier simpleza. Y respecto a esto último, aún no sé cual habría de ser el tema, en sentido propio, no el argumento, que puede ser muy variado. O dicho de otra manera, a qué puede prestarse mejor mi nuevo tipo de estrofa. ¿Habrá de ser heróico o lírico? ¿O tal vez didáctico, o filosófico-moral? Caben también muchos otros, pero siempre es conveniente utilizar el tipo de cada esrofa para el tema más adecuado a ella. En el texto de la que hoy se inaugura para la Historia, o como tal se propone, sin duda prevalece el género filosófico-moral, pero también sería muy adecuado el tipo para componer amorosos cantos románticos, en la explosión de amor, o en el declive de éste. Podría valer tanto, para exaltar el amor como el dolor, el gozo, el sufrimiento, la fidelidad o la traición. Eso creo yo, al menos.
Lo que verdaderamente no acierto a saber es cómo podría yo llamarle a la estrofa. No puedo llamarle Octava "española", porque ese nombre ya lo tiene nuestra Octava real, que es la propiamente nuestra, y por eso la otra se denomina entre nosotros "italiana", como ya se ha dicho. Pero, además de no poder, tampoco quiero hacerlo. ¿Y por qué iba yo a entregar generosamente a la Patria mi creación estrófica, ahora que ni hay Servicio Militar, y los españoles están encantados de no defender a su Patria con las armas, si ello fuera preciso?. Podría poner ejemplos, en prolífica abundancia. Por eso, no me parece mal, ni mucho menos ninguna actitud pretenciosa, que, a partir de hoy, se le llame "madrigalina". ¿Acaso no "inventó" Don Vicente Espinel su famosa Décima, y la llamaron "espinela"? Todo el mundo de la Poesía culta sabe que una espinela, es una Décima, aunque no todas éstas sean espinelas, dado que si bien el metro, la medida del verso, es la misma, el modo de la rima, es por completo diferente en una y otra. Tampoco sería descabellado, ni mucho menos injusto, llamarle "carbajalina", en honor a mi íntimo e inseparable amigo, Alphonso Carbajal, hace ya algún tiempo ausente de estos parajes, pero que es un gran poeta sin descubrir -yo, ya casi estoy consagrado, y no necesito más fama- y que es quien me ha dicho que, mientras dormía, tuvo la ocurrencia de construir tal tipo de estrofa. Hace ya algún tiempo que él suspendió temporalmente su "Blog de Poesía Clásica y Libre Tradicional" (http:alphonsocarbajal.blogspot.com/), por temor al miserable plagio, y así lleva, varado, anclado en tierra varios meses, si es que no va ya para años. Yo, soy mucho menos temeroso ante esa peste rapaz, tan vieja como los ríos, y no me importa publicar mis poemas sin otra protección que la de mis propias fuerzas. Asi es que, no se hable más. Me la quedo. Ya lo saben todos ustedes, y debéis saberlo todos también, queridos amigos. Ruego encarecidamente que si, desde hoy, a alguien se le ocurre, componer un poema observando el tipo de estrofa que acabo de proponer, por favor, no deje de llamarle "madrigalina". Les estaré y os estaré por siempre muy agradecido. Ya lo saben, pues, cuantos poetas y poetisas habitan en el universo mundo. Muy en particular, porque esto de Internet es invento magnífico, que permite a cualquier mentecato -por ejemplo, a mí mismo- dirigirse al cosmos geobotánico desde su correspondiente Blog, se lo ruego a los centenares y millares que dicen ser poetas, o poetisas, en el seno de este medio transoceánico y universal, que cuentan tambien con centenares y hasta millares de admiradores, que no sólo les admiran, sino que les reverencian y aman profundamente, en los enjundiosos y agudos "comentarios" que les remiten, llenos de profundos conocimientos de preceptiva y estética literaria, no sólo de Morfologíay de Sintaxis, e incluso de Ortografía. Les ruego, en fin, que si alguno de ellos, tantos como las arenas del mar, en casi todos los idiomas de la tierra, excepto, por el momento, el "caló", siente la vocación de componer alguno de sus poemas en el tipo de estrofa, que ha quedado propuesto, por el amor de Dios, no deje de decir en su prestigioso Blog que se trata de una "madrigalina". Y, por descontado, y por favor, no dejen de decir que el artífice único de tal tipo de estrofa soy únicamente yo. ¡Ojalá sean muchos los poemas que se compongan y publiquen en tal forma!. ¡Cuánto me gustaría comprobarlo!. Me gustaría mucho, porque ya es bien sabido que la vanidad es la fibra más sensible de todo ser humano. Luis Madrigal.-