NO SOBRAN LAS ESTRELLAS
No sobran las estrellas en el cielo
cuando, sin luz, de noche, el hombre pasa
y en su pecho no arde ni una brasa,
ni, al morir, la pavesa alza su vuelo.
Si se apaga la hoguera sobre el suelo
y se pierde la luz, entre la masa
oscura y harapienta, la que amasa
su ceguera en la sombra, sin anhelo,
de nuevo, el Arco Iris, tras la lluvia,
habrá de iluminar la tierra oscura
mas, ni los mil colores con que efluvia
al borrascoso cielo, allá en la altura
donde fulmina el rayo, si diluvia,
podrán sembrar la paz y la hermosura.
podrán sembrar la paz y la hermosura.