NO SOBRAN LAS ESTRELLAS
No sobran las estrellas en el cielo
cuando, sin luz, de noche, el hombre pasa
y en su pecho no arde ni una brasa,
ni, al morir, la pavesa alza su vuelo.
Si se apaga la hoguera sobre el suelo
y se pierde la luz, entre la masa
oscura y harapienta, la que amasa
su ceguera en la sombra, sin anhelo,
de nuevo, el Arco Iris, tras la lluvia,
habrá de iluminar la tierra oscura
mas, ni los mil colores con que efluvia
al borrascoso cielo, allá en la altura
donde fulmina el rayo, si diluvia,
podrán sembrar la paz y la hermosura.
podrán sembrar la paz y la hermosura.
3 comentarios:
Bueno...tan bien escrito como siempre, aunque desprende mucha desesperanza.Espero que no sea actual. Tiene una increíble aptitud para escribir poesía clásica y le felicito por ello. Un cordial saludo.
Es lo que digo, ¿Cómo pueden darle un premio a los Cohen que pululan por ahí? ¿Cómo no te descubren? ¿Asturias? ¿Qué sucede?
Un abrazo, Luis.
Alicia
Soy incapaz de poder escribir como tú lo haces. Dios no me ha tocado con ese dedo.
Un abrazo, leonés.
P.D. Te debo una
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